El girasol consolidó un rendimiento promedio de 23 quintales para la campaña

En general, muy similar a la semana pasada, la actividad que mayor movimiento evidenció durante la semana fue la cosecha, a ritmo sostenido la del girasol y más lenta la del maíz temprano, señaló el informe de Estimaciones Agrícolas que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe.

En los departamentos del norte santafesino la trilla de girasol estuvo detenida un par de jornadas por las precipitaciones, pero con el transcurso de los días retomó fluidez, llegando a su finalización en dicha zona, en los del centro se logró un 65 % de avance y en los del sur del área de estudio, un 35 %.

Se consolidaron y mantuvieron los rendimientos promedios, los cuales fluctuaron entre mínimos de 12 qq/ha y máximos de 28 qq/ha, con algunos lotes de 30 qq/ha, considerados buenos, por parte del sector productivo.

Para la campaña 2019/2020, se estimó un rendimiento promedio de 23 qq/ha.

Los cultivares presentaron un común denominador, con el avance de la cosecha se fue teniendo conocimiento real de los ataques de palomas o cotorras y sus consecuencias. Situación reiterada campaña tras campaña, pero cada vez con mayor impacto.

Maíz temprano

Los rendimientos registrados hasta la fecha en el centro norte del departamento General Obligado, sureste de Vera, norte de San Javier, variaron entre 55 – 70 qq/ha.

Un 92 % del cultivo se halló en estado bueno a muy bueno, con lotes excelentes, un 6 % en estado regular y un 2 % en estado malo. La estabilidad climática y las realidades ambientales, continuaron brindando condiciones para un normal avance del ciclo del cultivo.

La sanidad detectada fue buena, sin manifestaciones de presencia de enfermedades ni de plagas.

En las áreas de las cuencas lecheras, el ritmo en el proceso de picado –embolsado fue constante y hasta la fecha, lo recolectado con dicho fin, alcanzó el 85 % del total, con un rendimiento promedio que fluctuó entre 11,5 y 13 m/bolsa/ha. con muy buena calidad.

Algodón

El estado del cultivo siguió siendo en general muy bueno. Las condiciones climáticas permitieron que se mantuvieran en buen estado, con adecuado stand de plantas y muy buen control de malezas.

También continuó el monitoreo de las trampas para la detección de la presencia de picudos en los predios o cercanía de los mismos, realizándose aplicaciones, en caso de necesidad.

Conjuntamente se concretaron aplicaciones de reguladores de crecimiento de los cultivares.

Soja de primera

Un 98 % de los cultivares se observó en estado bueno a muy bueno con algunos lotes excelentes, sin inconvenientes, con buena disponibilidad de agua útil, stand de plantas adecuado, sanidad buena y no se observaron problemas de malezas, un 1,5 % en estado bueno y 0,5 % regular. Este último porcentaje se debió a situaciones puntuales de lotes que por posiciones topográficas bajas, encharcables, padecieron ciertos excesos hídricos.

Continuó observándose, en predios puntuales la presencia de orugas (spodoptera cosmioides y frugiperda), realizándose aplicaciones para su control.

En general hasta la fecha, no se registraron ataques masivos, lo que reflejó, por un lado las características de las condiciones ambientales y por otro, los constantes monitoreos, como así también, la realización de eficaces controles.

Soja de segunda

Las condiciones climáticas hicieron que el cultivo continuara presentando muy buen estado, creciendo y desarrollándose de manera adecuada, en un 65 %, un 30 % en estado bueno a regular con mediano desarrollo de estructura de plantas, no llegando al cierre de los surcos y un 5 % regular, con impacto de los excesos hídricos que se produjeron a posteriori de la siembra, lo que
produjo problemas en la germinación y la mortandad de plantas, haciendo que el stand de las mismas no sea óptimo.

En los cultivares en pleno desarrollo foliar, con alguna presencia puntual de orugas, en muy bajo número, se lo controló automáticamente.

Continuaron las aplicaciones de herbicidas pre-emergentes, para un buen control de malezas.

Maíz de segunda

La intención de siembra al inicio del ciclo del cultivo se estimó en una superficie de 88.000 ha, hasta la fecha el grado de avance en el proceso de siembra fue del 98 %, representando una superficie de 86.240 ha.

Las condiciones climáticas acompañaron a los cultivos, presentando muy buen estado fenológico y sanidad.