La Argentina ya tendría cerrados los lineamientos centrales del acuerdo con el Fondo Monetario. Incluiría un compromiso fiscal fuerte de Argentina, que ya se comenzó a explicitar: “No vamos a emitir a lo loco”, prometió Fernández.
La Argentina ya tendría cerrados los lineamientos centrales del acuerdo con el Fondo Monetario. Incluiría un compromiso fiscal fuerte de Argentina, que ya se comenzó a explicitar: “No vamos a emitir a lo loco”, prometió Fernández.
La propuesta a diez años que se va conformando con el FMI incluye reprogramar la deuda con los Fondos de Inversión, con una quita del 15% -el Fondo querría 20%-, de acuerdo con fuentes cercanas a las negociaciones.
También postergar los vencimientos por un plazo máximo de tres a cuatro años. A cambio, la Argentina ofrecería un pago inicial, al contado, como señal de buena voluntad. La Argentina no pagaría intereses por ese período de gracia.
El plan que se negocia con el FMI incluye estirar los plazos de pago de la deuda por U$ S 44.000 millones. Habría tres años de gracia y el Fondo no otorgaría dinero, ni más prestamos.
La Argentina se deberá comprometer a reformas estructurales en materia fiscal y previsional.
El segundo tema ya fue encarado por Fernández, que aplicó de entrada un paquete de ajuste contra jubilados y pensionados que rondaría los $ 100.000 millones. Los temas fueron analizados en la cena que el ministro de Economía, Martín Guzmán, mantuvo con la jefa del FMI, Kristalina Georgieva, en Italia.
Georgieva se mostró optimista, pero pidió precisiones, un programa económico y una garantía sobre cómo hará la Casa Rosada para abonar la deuda a partir de que termine el trienio de gracia, lo que se concretaría en 2023, en plena campaña para la renovación presidencial.
El principal escollo que se coló en esta negociación es la confirmación de que fondos de inversión de alto nivel, como Fidelity -que ya frenó la renegociación impulsada por Axel Kicillof- dieron instrucciones a sus abogados para plantear una vigorosa respuesta a la propuesta argentina cuando se oficialice.
A Fidelity, que representa sobre todo a jubilados que invirtieron en fondos de retiro, se sumarían Templeton y otros que todavía no han dado a conocer sus cartas. El presidente Fernández comparó la renegociación de deuda con una partida de póker, y no precisamente con “chicos”.