No hicieron falta ni diez minutos para convertir la vida de una nena de 10 años en una verdadera pesadilla. Fue a comprar al almacén cerca de su casa en el barrio Islas Malvinas y el comerciante abusó de ella. Su valentía la llevó a contarle lo sucedido a su tía inmediatamente y esto permitió que su madre denunciara al agresor. La mujer pide que dos testigos claves colaboren con la investigación.
El aberrante hecho sucedió el pasado lunes a la tarde, cuando la niña fue a comprar huevos al comercio, tal como le había encargado su mamá. Cuando llegó había otra vecina. Luego, al quedarse sola con el hombre, éste la manoseó por sobre su ropa y le frotó sus partes íntimas. Para convencerla de que no cuente lo sucedido, le regaló un chocolate.
Así lo confió su mamá a un medio local, quien relató que su hija le confesó, entre lágrimas, el abuso ante su tía, a minutos de regresar del almacén. "La hizo quedarse más tiempo hasta que la otra cliente se fue, con la excusa de tener que hablar de algo y la hizo pasar detrás del mostrador. Ella intuyó algo malo, se quiso ir, se tropezó y cuando él la ayudó a ponerse en pie, la empezó a manosear y a rozar sus partes contra ella. Incluso atinó a bajarse los pantalones y en ese momento llegó otro cliente", contó la madre de la pequeña.
En tanto, la mamá manifestó indignación ante la lentitud del sistema y las burocracias que obstaculizan la celeridad de la investigación. Tras enterarse del hecho, la mujer y su hija acudieron a la Comisaría Tercera para denunciar al hombre y, al día siguiente, la ratificaron en la Fiscalía de Delitos Sexuales y en la Defensoría de los Derechos del Niño y del Adolescente.
Ese mismo lunes, el hombre fue detenido y la fiscalía lo notificó de una causa en su contra por abuso sexual simple. Sin embargo, debido a su falta de antecedentes, a las horas fue liberado y se le impuso una restricción de acercamiento a la víctima y la prohibición de cualquier acto de amenaza, intimidación o perturbación hacia ella.
La mujer explicó que no era la primera vez que dejaba que su hija fuera sola al mercado, ya que queda a sólo unas casas de distancia y nunca había sucedido nada malo. Agradece el arribo del cliente que interrumpió el abuso y que podría haber sido más grave. Por el momento, aguardan las pericias psicológicas a la niña de 10 años, que serán el 19 de este mes a través de Cámara Gesell.
La denunciante agregó que, siguiendo el relato de su hija, hay dos testigos claves, un hombre y una mujer mayor que camina con bastón, quienes deberían haber visto a la niña concurrir al almacén y así, con su testimonio, ubicarla en el lugar de los hechos. Fue por ello, que la madre publicó en redes sociales lo sucedido en busca de esas dos personas.
Sin embargo, a raíz de la difusión que recibió su publicación, dos mujeres la contactaron para expresarle que sus hijas también habían sufrido tocamientos, insinuaciones y habían recibido comentarios obscenos de parte del mismo comerciante. En este punto, la mujer indicó que sólo una de ellas realizó la denuncia pero "quedó en la nada" por la falta de cámaras en el lugar y la ausencia de testigos. Una de ellas expresó: "Lo conocemos bien y siempre fue así de pervertido".