Rosario es la primera ciudad de la provincia en entregar la tarjeta alimentaria. Este lunes a partir de las 10, en el Galpón 13, zona cercana al Monumento Nacional a la Bandera, está previsto comenzar con los primeros beneficiados que en su mayoría son madres de niños pequeños. Este programa de ayuda en alimentos, que excluye las bebidas alcohólicas, está pensado para asistir a unos 202.000 chicos en todo Santa Fe. Las primeras tres ciudades donde se repartirá el plástico son la Cuna de la Bandera, la capital provincial y Villa Gobernador Gálvez.
Este plan cuenta con el financiamiento de la Nación que es el estamento del Estado encargado de toda la logística. El propio ministro de Desarrollo Social federal, Daniel Arroyo, estuvo el viernes 7 pasado en Rosario. Allí en Juan José Paso y Campbell, Arroyo junto al gobernador Omar Perotti y el intendente local, Pablo Javkin, hicieron una prueba piloto en un mercado que con el sistema de postnet puede vender alimentos a personas que dispongan de esa tarjeta.
Previamente, el 14 de enero, el titular de la cartera de Desarrollo Social había presidido una presentación en Gobernación en donde había explicado los lineamientos principales del programa denominado "Argentina contra el hambre". "El presidente Alberto Fernández fijó una prioridad. No puede haber hambre en la Argentina. Eso es una regla, no es un debate. Todos tienen que comer y tienen que comer bien en Argentina. Tiene que suceder durante el gobierno de Alberto Fernández, el que sigue y el que sigue", había dicho aquella vez. El plan incluye la obligación de la asistencia a charlas previas de capacitación en nutrición para los titulares de los plásticos. Desde el Estado nacional, el rumbo marcado es mejorar la calidad de alimentación y para eso se recita una frase de manera reiterada: "leche, carnes, frutas y verduras". Se pone énfasis en estos cuatro tipos de alimentos que son importantes para el buen crecimiento de los más chicos. En especial, los menores de 6 años que se encuentran en situaciones socio-económicas desfavorables.
Cabe mencionar que la tarjeta se distribuye con un sistema supervisado por la Anses y que el Banco de la Nación Argentina es el ente encargado de entregar el elemento. Sólo se podrá usar para comprar alimentos y el monto asignado no podrá cambiarse por dinero u otro bien o servicio en ningún momento. Las cifras a canjear serán estas: $ 4.000 para las madres que tienen un chico menor de 6 años, $ 6.000 para quienes tienen dos o más niños. La entidad encargada de la operatoria será el Banco de la Nación Argentina y no habrá intermediarios.
La finalidad de este plan es que sean mercados pequeños y medianos los proveedores de los alimentos, de manera de dar trabajo a sectores locales con este mecanismo. Según aseguró Arroyo en la presentación de enero, el uso de la tarjeta alimentaria tiene tres objetivos: que los sectores más vulnerables coman bien, que se genere empleo para los pequeños productores alimenticios y comerciantes, y que haya desarrollo local con esta inyección de dinero venida desde la Nación.