Partamos de una base: todo lo que se dice o escribe, forma parte del terreno de la especulación. No hay nada de información. El único que sabe lo que va a hacer es Madelón. En todo caso, se prolonga a su cuerpo técnico, lógicamente, más allá de alguna charla puntual que pueda tener con alguno de sus futbolistas. Tiene un elemento a favor: entre el partido con Patronato y la revancha en el Mineirao, hay seis días de diferencia, lo cuál no es poco. Y si sumamos detalles, los dos viajes también son bien cortos (45 minutos en micro a Paraná y 3 horas de vuelo a Belo Horizonte). Pero hay otros aspectos que dan vueltas por la cabeza del técnico, a saber: 1) el “temor” de posibles lesiones; 2) el cansancio acumulado que pueden traer algunos jugadores después de dos partidos de gran vértigo y sacrificio como fueron los que se jugaron con Mineiro y con River en el 15 de Abril.
Hay también casos puntuales. Por ejemplo, el de Jonathan Bottinelli. ¿Es un jugador clave?, sí. ¿Hay que “guardarlo”?, no necesariamente. Bottinelli jugó el jueves pasado y hasta podría decirse que necesitaría hacerlo el viernes para que no sufra las dos semanas sin competencia. Otro caso puntual, pero a la inversa, pueden ser el de Bou o el de Cabrera. Los dos fueron titulares en los dos últimos partidos. Y se sometieron a una exigencia física muy grande (sobre todo Bou), que tranquilamente podrían ser un motivo de cuidado específico y que no sean titulares en Paraná.
Otro detalle importante a tener en cuenta es el sistema táctico. Unión cambió ante River. El esquema se pareció más a un 5-4-1 que a un 4-4-2. El único punta neto fue Bou. Bonifacio, Cabrera y Milo acompañaron. Algunos en mayor medida que otros, pero Milo arrancaba bien de atrás y Cabrera jugó siempre volcado por la izquierda y en una posición de volante más que de delantero. ¿Vuelta al 4-4-2 bien definido?, es muy posible. En ese caso, podría apostar a la dupla Troyansky-Mazzola, “guardando” a Bou y otorgándole un merecido descanso. Y en el medio, también tiene la alternativa de apelar a Brian Alvarez, a la continuidad de Bonifacio (que jugó muy poquito con los brasileños) o Carabajal, para tener respiro y piernas más frescas en un sector en el que también se plantea la duda con los dos volantes centrales (Méndez-Elías), todavía sin minutos de juego en el caso de Assis y con la alternativa de Nardoni.
De los jugadores que se incorporaron a este plantel en el mercado del verano, sólo ha jugado Cabrera. El que estaría más cerca de hacerlo es Assis, que fue al banco. Después, se plantea la incógnita de cómo están, en la consideración del entrenador, dos jugadores que llegan con un poco más de chapa y conocimiento del fútbol argentino, como Elizari y Cecchini. ¿Será la oportunidad par alguno de ellos?.
Queda el sector defensivo por analizar. Partiendo de la base que el desgaste de los defensores no es igual al que tienen los volantes o delanteros, se presume que podrían repetirse nombres. Calderón, Blasi y Corvalán son candidatos a seguir jugando. Gerometta demostró que puede ser una muy buena opción de continuidad si la idea es preservar a alguno de los otros defensores. Con Mineiro se defendió muy bien y contra River también hubo un aceptable trabajo en ese sector. La parte buena o saludable, es que el equipo responde. Lo malo, si se acepta el término, que no caben dudas: hoy, para Unión, lo que vale y lo que cotiza, es el partido en Belo Horizonte por encima del que se jugará el viernes en Paraná.