Compras en Colón y Cinemark, las nuevas imputaciones para el mozo
José María Silva, el trabajador gastronómico detenido el pasado sábado, firmó este martes un juicio abreviado en el que resultó condenado a 3 años de prisión en suspenso y una multa de $ 10.000.
Archivo El Litoral
19:05
El juez penal Leandro Lazzarini condenó este martes a José María Silva, el mozo del bar y restó Sumatra que fue detenido el sábado pasado, acusado de haber copiado datos de tarjetas de crédito y débito de clientes, que luego fueron utilizadas para realizar compras electrónicas. Se trata de un acuerdo de juicio abreviado, alcanzado entre el fiscal Manuel Cecchini y el abogado particular, Romeo Díaz Duarte, con el consentimiento del propio Silva que deberá cumplir un estricto régimen de conducta durante el lapso que dure la pena. La sentencia acordada por las partes es de tres años de cumplimiento condicional, por lo que el implicado recuperará la libertad, según indicaron fuentes tribunalicias.
Si bien este martes iba a tratarse la prisión preventiva para el trabajador gastronómico, fiscalía y defensa llegaron a un punto de encuentro, el que contó con el consentimiento informado de los damnificados.
Tras su detención el pasado 8 de febrero en el local comercial de bulevar Pellegrini y calle Francia, el mozo fue imputado el lunes por diez hechos, ocho consumados y dos en grado de tentativa que encuadraron en el delito de “defraudaciones reiteradas”. La maniobra atribuida entonces por la fiscalía tiene su inicio el 13 de enero, cuando un cliente del local gastronómico pagó la cuenta con su tarjeta Visa del banco de Santa Fe y tres días más tarde comenzaron a registrarse compras en dólares a su nombre, a través de la plataforma web Air BNB para búsqueda de alojamiento y viajes. Se registraron consumos sucesivos entre el 16 y el 22 de enero, por un total aproximado de 1400 dólares.
Además, hubo un segundo episodio, que derivó en la detención del mozo el sábado por la tarde, cuando llegaba a su lugar de trabajo. En este caso, otro cliente, que el 2 de febrero pagó la consumición con una tarjeta de débito del banco Santander, advirtió dos compras posteriores por $ 16.221 y $ 15.890 ingresadas el jueves y viernes pasado, desglosadas en el pago de servicios de Air BNB y el impuesto País del 30% por compras al exterior. Tras hacer la denuncia ante el banco, se dirigió hasta el local, donde explicó lo sucedido al dueño y sus sospechas de que uno de los empleados habría sacado sus datos personales cuando se llevó el plástico hasta la barra con el propósito de pasarla por el postnet.
Preocupado por la situación, el dueño del bar revisó las imágenes de las cámaras de seguridad del local y detectó que tras tomar la tarjeta del cliente, el mozo se metió en el baño, para luego salir y completar el pago. Es decir, que se presume que en ese breve lapso el acusado pudo haber copiado o fotografiado los datos del plástico ajeno.
A estos dos casos se sumó el de una mujer, que en el mismo período detectó compras que desconoció, luego de haber estado en el mismo comedor. En esta oportunidad, la tarjeta fue utilizada para realizar compras que aparecen bajo las firmas Colón y Cinemark. En el primer caso se registraron cuatro operaciones por un total de $ 11.000 (podría tratarse de indumentaria deportiva) y en el segundo fue por $ 1.700 destinados al rubro entradas.
La sumatoria de hechos fueron tenidos en cuenta por el juez Lazzarini a la hora de dictar la sentencia para Silva, en su carácter de autor “defraudaciones reiteradas”.