En relación a la nota "Relevaron a un alto jefe policial santafesino"

En la nota que El Litoral.com publicó este miércoles en referencia al relevo del Sr. Anibal Candia de sus funciones al frente del Departamento D1 -se escribió: "Anibal Candia era jefe de Asuntos Internos cuando personal policial asesinó a Franco Casco..."-, la Sra. Ana Claudia Álvarez (DNI 23281990) ha enviado este texto que el medio, luego de rectificar la nota original, publica en obligación del derecho a réplica.

El entrecomillado que referimos nos alarmó y preocupó, lo cual en un generoso gesto fue modificado por este medio. En igual manera quisiéramos destacar que nuestros familiares aun no han sido juzgados ni sentenciados. Creemos que asumir la incierta realidad de que "A Franco Casco lo asesino la policía..." es presumir culpables a un puñado de hombres y mujeres INOCENTES, sin que haya habido un debido proceso y muchísimo menos una sentencia judicial firme.

Desde el inicio de esta causa -la cual es extremadamente dolorosa para ambas partes a cada lado del conflicto- hemos sido sometidos a un escarnio social, un manoseo público y a una desequilibrada balanza que dio voz a los acusadores y de cierta forma -creemos involuntaria- tardó en visibilizar nuestra problemática y oír a ambas partes por igual.

Hoy día mientras nuestros familiares cursan su TERCER AÑO DE PRISIÓN PREVENTIVA, nosotros y ellos tenemos que seguir adelante. Adelante; aguantando el dolor y tragando la impotencia, años que no vuelven, familias arruinadas, dignidad pisoteada, derechos manoseados y violados, hijos que crecen sin sus madres y sin sus padres, pibes que tienen que vivir la traumática experiencia de ver a su papas y mamas arrancados de su casas para purgar una pena anticipada por la cual, ni fueron juzgado, ni sentenciados, solo le valió la desgracia de haber sido señalados, y en el lamentable caso del Sr. Candia, que ni siquiera el haber sido DESVINCULADO TOTALMENTE de esta causa le pueda dar la satisfacción de que su intachable honorabilidad, buen nombre y aptitud para cargo lo mantengan al frente de un departamento en el que fue puesto por su buen desempeño, y relevado por una "supuesta vinculación" que hoy dia es totalmente abstracta.

Esta problemática se hace extensiva a muchos hombres y mujeres en nuestro país. Pareciera que, el hecho de haber purgado una prisión preventiva sin ser enjuiciados, sentenciados ni condenados los hiciera inmediatamente culpables de un hecho por el cual siguen diciendo -al amparo de la más profunda manda Constitucional- que son inocentes.

Quizá el hecho de que hoy usted pueda leer esta réplica que humana y generosamente nos ofrecen en "El Litoral" sea el principio de ese cambio que necesitamos para reencontrarnos todas y todos al amparo de la igualdad, la fraternidad y la democracia.