El cálculo de cuánto debe abonar un vecino de Tasa General de Inmuebles para que el municipio preste los servicios básicos es absolutamente individual: ningún padrón es igual a otro, aunque vivan en la misma cuadra. Lo cierto es que el Ejecutivo municipal elevó esta semana su proyección presupuestaria 2020, acompañado de una Reforma Tributaria, que impulsa aumentos elevados, de TGI y de DReI, fundamentalmente para la clase media.
La medida, está claro, no es de las más simpáticas para anunciar. Pero si es aprobada por el Concejo Municipal, el intendente Emilio Jatón sumará recursos para gobernar en un año por demás de complicado, el primero de su gestión.
La declaración en emergencia de las arcas municipales que acompañan el mensaje del presupuesto se sustenta, en primer lugar, en un déficit heredado de $ 1.300 millones al que debe hacer frente. Casi la mitad corresponde a lo que se adeuda del año pasado por los servicios de recolección de residuos, pero también hay atrasos de pagos con 800 proveedores pequeños, según datos aportados por la propia secretaria de Hacienda, Carolina Piedrabuena. A esto se suma otro factor clave: la última actualización de alícuotas se realizó a fines de 2017, y los que siguieron fueron años de altísima inflación. Esto repercutió en una caída de la recaudación propia (del 41% en 2015, a un 35,5% en 2019), con servicios que aumentaban. El resultado, y la explicación por la que el Ejecutivo impulsa esta reforma: tienen que recuperar recursos para poder cubrir el costo de los servicios que debe prestar.
En el caso de TGI, la Ordenanza Tributaria Municipal (N°12.226) divide a la ciudad en 43 zonas (Ver mapa), cada una con un avalúo inmobiliario particular, que es el 40% del Valor Catastral Municipal, y se determina en función del Valor del Terreno (VT), el Valor de la Mejora Edificada (VME) y el Coeficiente de Infraestructura y Servicios (CIS), que es si tiene pavimento, agua potable, cloacas, gas natural, alumbrado público y recolección de residuos -a más servicios, mayor será el valor-.
Parte de lo que modifica la propuesta de Reforma Tributaria que elevó el Ejecutivo Municipal es el valor del metro cuadrado de terreno (VT), con aumentos promedios del 119%.
Además, propone cambiar los topes trimestrales en 18 de las 43 zonas, que son justamente las que concentran mayor densidad poblacional, es decir, donde hay más inmuebles: algunos barrios del sur, el centro y el este hacia el norte, antes de cruzar el Puente Oroño. Es la zona donde viven los vecinos de mayor poder adquisitivo. A casi la mitad de los padrones, les subirá el tope. De las 43 zonas inmobiliarias, 25 quedarán con el tope del 8% (las amarillas del mapa); 6 subirán al 15% (verde); 7, al 17% (celeste); y 5 al 20% (rosa).
Estos topes son los que, en realidad, determinan lo que se deberá pagar en cada caso, y qué incrementos corresponde aplicar cada trimestre, si es que corresponde. Si un inmueble ya llegó a su tope, no registrará aumentos. Pero esto no es lo que pasará con la gran mayoría de las viviendas.
La actual gestión busca, con estos cambios, que quienes están en mejores condiciones económicas de pagar los tributos, lleguen antes a abonar el valor real que indica la fórmula de TGI que deberían pagar si no hubiese topes. “En Guadalupe, por ejemplo, llegamos dos trimestres antes que con los topes anteriores”, citó como ejemplo la secretaría de Hacienda, Carolina Piedrabuena, en una entrevista que concedió esta semana a El Litoral. “Es una propuesta escalonada que nos permite no hacer un aumento a todos y romper con ese desfasaje que encontramos donde aquel que está pagando el valor de la tasa según su tope es un ciudadano que está en distintas condiciones que aquel que está, en algunos casos, más de 23 trimestres de llegar a su tasa real. Es mucha la distancia”, agregó. Eso significa aumentos considerables para esos sectores a los que se le incrementan los topes. (Ver tabla)
Si en el 1° trimestre de 2020, un contribuyente pagó $ 100, aplicando los topes diferenciados por zonas, en el 2° trimestre de 2021, es decir, al término del año de la implementación del cambio, en vez de haber registrado un incremento del 47% en su TGI (con el tope del 8%), el vecino que tiene el tope del 20% va a pagar un 149% más.