Los chinos improvisan métodos caseros para combatir al coronavirus
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17:21
Un disfraz de astronauta para ir al aeropuerto o uno de oso para salir a la calle. La súbita e imparable demanda de material de protección contra el coronavirus, sumada a la escasez y los temores de la gente, han hecho que los chinos saquen punta a su ingenio para tratar de protegerse de la epidemia.
En estas soluciones ‘hechas en China’ vale todo: una garrafa de agua de veinte litros convenientemente recortada para que haga de casco protector, el clásico piloto o poncho para la lluvia para impedir que posibles virus permeen hacia las prendas interiores o algunos trajes improvisados con bolsas de basura, a modo de mono protector.
Gorros de baño cubriendo el pelo de algunas mujeres o perros con la punta de las patas protegida con bolsas de plástico han pasado a ser escenas cotidianas en el Beijing de los tiempos del COVID-19, pero en el país asiático se dan escenas bastante más insólitas que las redes sociales se están encargando de difundir.
El pasado viernes, por ejemplo, una ciudadana disfrazada de jirafa fue a realizar unas gestiones a la Universidad Médica del Suroeste, en la provincia de Sichuán.
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Otro ciudadano protagoniza otro vídeo viral en el que aparece protegido por un disfraz de tiranosaurio rex.
Las mismas escenas se repiten en otros lugares y con otros protagonistas “protegidos” por trajes de alienígena en su platillo espacial, de astronauta o de oso, este último, montado en una bicicleta de alquiler compartido.
Las máscaras hechas de botellones de agua recortados o las mascarillas improvisadas con casi cualquier elemento -que hay quien ha colocado también a sus mascotas- son otros de los remedios por los que algunos han optado en China.
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Todo esto porque el miedo al COVID-19 entre la población y la masiva respuesta de las autoridades para su prevención agotaron en un suspiro las existencias de mascarillas, termómetros, líquido desinfectante o guantes de látex, y en las farmacias se pueden ver los carteles que anuncian la falta de disponibilidad de estos elementos.
La semana pasada, la Comisión de Reforma y Desarrollo de China anunció que las empresas manufactureras de mascarillas -el bien más demandado y el elemento protector más recomendado por el Gobierno- se encuentran a un 76 por ciento de su capacidad de fabricación, lo que supondría unas 15,2 millones de mascarillas al día.
Sin embargo, según la prensa local, la demanda diaria de mascarillas en el país asiático se sitúa entre 50 y 60 millones. En esta situación, hay quien ha aprovechado para tratar de vender mascarillas falsificadas y se han dado varias noticias de redadas de las fuerzas de seguridad contra esos oportunistas.