“Te voy a contar algo: cuando jugamos contra River, vinieron los dirigentes y el cuerpo técnico y nos elogiaron la cancha. Imagináte que para nosotros es maravilloso que gente como esa nos felicite”, contaba Gustavo Recce al enviado de El Litoral, mientras se hacía un lugar en medio de tantas reuniones, idas y venidas para que no haya aspecto alguno de la organización del partido que quede sin tratar ni prevenir.
“Conseguimos que la gente de Unión tenga dos horas, entre las 17 y las 19 para concentrarse en la intersección de Rua Nancy de Vasconcelos y Corrego da Mata, a pocas cuadras de la cancha y desde allí marchar ‘encapsulados’ para que la mayoría pueda entrar todos juntos al estadio”, contó Recce, quien junto a algunos dirigentes como Andrés Monsalvo, por ejemplo, mantuvieron esas reuniones que se desarrollaron por la tarde en el propio estadio y el mismo jueves por la mañana.
Tenés que leerLa duda de Madelón: ¿Entra Carabajal al once titular?Para el regreso de la delegación hay un pequeño “inconveniente” que se estaba tratando de solucionar: entre la 1.30 y las 4 de la mañana, el aeropuerto internacional Tancredo Neves está cerrado. “La empresa que contratamos nos dijo que lo iban a coordinar para que se hiciera la excepción de la salida de nuestro vuelo. Por lo pronto, tenemos todo previsto: cenaremos en el mismo vestuario y desde allí nos iremos al aeropuerto”, le contaron los dirigentes de Unión a El Litoral.
A todo esto, los jugadores aprovecharon la mañana para descansar. Sólo se lo vio a Bottinelli, a las 8.15 de la mañana, descendiendo al primer piso del Ouro Minas para desayunar. Quizás haya habido alguno más, pero no se dejaron ver. Uno de los madrugadores también fue Rodrigo Llinas, quien cruzó un par de palabras con el enviado de El Litoral: “Hablamos con Sebastián (por Moyano) y creemos que lo mejor es evitar alguna jugada de riesgo. A veces se puede salir jugando desde abajo con pelotas cortas, pero como pensamos que se dará el partido, lo mejor será recurrir a lo expeditivo, a lanzar la pelota lejos aunque se divida. ¿Por qué anda bien Sebastián?, porque es un arquero que ha logrado sumar confianza con regularidad y continuidad. En este puesto, estas cosas son clave”, .contó Llinas.
Otro que madrugó fue Sergio Magnín, quien superó recientemente un problema de salud y desde hace un tiempo que se ha reintegrado al trabajo en el cuerpo médico que encabezan los doctores Calvo y en el que también forma parte el doctor Eduardo Wagner. A propósito, tanto el conocido “Gato” (por Wagner) como Santiago Calvo, fueron los que estuvieron al lado de los jugadores. Y en charlas con el enviado de El Litoral ratificaron la buena recuperación que tuvo Jalil Elías, que se lesionó ante Patronato y después de algunos días de movimientos livianos, intensificó en los días previos a este gran partido ante Mineiro.
Otra de las recomendaciones de la policía brasileña hacia los hinchas de Unión, fue que no circulen con camisetas del club. Esto, fundamentalmente, para las horas previas y posteriores al partido, porque, en realidad, las camisetas rojiblancos se vieron por todo Belo Horizonte desde días antes del encuentro. La otra decisión que se tomó, a nivel organización, fue que primero se desconcentre la hinchada local y que luego lo haga la de Unión, sea cuál fuere el resultado.
Tema entradas o “el infierno tan temido”: los dirigentes hicieron gestiones, que no fueron sencillas teniendo en cuenta la capacidad del estadio. Hasta la mañana de este jueves, se habían vendido 1.300 pero todavía restaba que llegue el grueso de los hinchas que disfrutaron de algunos días en Río antes de viajar a Belo Horizonte. “Donde entran 2000, pueden entrar 2050 o 2100”, le confiaban los directivos de Unión a El Litoral en la previa, pero está claro que el pedido para que se destinen al menos 200 entradas más, de ser necesarias, para la gente de Unión, fue concreto.
Fue nulo el contacto previo con la prensa. Inclusive, la práctica en el predio de Cruzeiro se hizo a puertas herméticamente cerradas y nada se pudo divisar. Previendo que se podía dilatar el viaje por la hora “pico” de la tarde, se adelantó y el plantel se fue a las 17 del hotel. La práctica empezó con sol y terminó en penumbras. Cuando se abrieron los portones de Toca Da Raposa (agujero de zorro en la traducción), nombre con el que se conoce el predio de Cruzeiro, ya era de noche.
Leo Madelón compartió un momento, en el mismo hotel, con algunos ex dirigentes de Unión, como Armando López, Marcelo Martín y Patricio Más, entre otros. También se lo vio a Emilio Lamas, que permaneció en esta ciudad ubicado en un hotel que está pegadito al de Unión. Tantos hinchas de Unión en ambos hoteles hizo que las horas previas al encuentro se consumieran entre camisetas y banderas rojiblancas, con mucho acento castellano mezclado con el portugués.
El Litoral, siguiendo su costumbre centenario de acompañar a los equipos santafesinos y en un gran esfuerzo, está cubriendo en todas sus plataformas lo que genera este gran choque. Tanto Enrique Cruz (h), nuestro jefe de Deportes como Melisa Duarte, integrante del staff digital con imágenes, videos e informes en la web y en redes, siguen paso a paso esta excursión de Unión por Brasil, la primera vez en forma oficial en toda la historia que el Tate pisa la tierra de los pentacampeones del mundo.