El 27 de febrero estará en las salas “El llamado salvaje”. Se trata de una nueva película inspirada en la novela de Jack London, que narra la transformación de un perro doméstico en líder de una manada de lobos. La obra del escritor norteamericano tuvo numerosas adaptaciones a la pantalla grande. Repasamos las más relevantes.
Walt Disney Pictures Ethan Hawke en Colmillo blanco (1991).
Tras la temprana muerte de Jack London, en noviembre de 1916, se forjó un mito que lo enroló en la tradición de los escritores “malditos”: alcohólico, de vida sentimental turbulenta y tendencias suicidas. Aunque los biógrafos luego desmintieron buena parte de ese halo, lo cierto es que London tuvo una existencia nómade cuyas resonancias aventureras se encuentran en la pulpa misma de sus relatos. Aspecto que los enriquece, explica el éxito de ventas que tuvieron tras su publicación y las continuas reediciones. La vigencia de su prosa un siglo después aparece manifiesto en una novedad: “El llamado salvaje”, con Harrison Ford. Este film, que llegará a la Argentina el jueves 27 de febrero, está inspirado en el argumento de la novela homónima de London, que narra como el perro Buck, tras una serie de sucesos, responde al atávico clamor de la “selva” y se convierte en líder de una manada de lobos.
No es la primera vez que la obra del escritor estadounidense sirve de punto de partida para películas de distinta escala y penetración popular. Su novela más icónica “El llamado salvaje” (más conocida en estas latitudes como “La llamada de la selva) tuvo, al menos, cuatro adaptaciones previas a la que llegará a fines de febrero. La primera corresponde a 1935 y la dirigió William Wellman, cineasta especializado en filmes de aventuras, en una época en la cual los géneros eran respetados como dogmas. La película, que se toma varias licencias respecto al argumento original, está protagonizada por Clark Gable, años antes de “Lo que el viento se llevó”.
De los ‘70 son las otras dos películas inspiradas en la novela mencionada. En 1976, Jerry Jameson rodó una producción televisiva y en 1972 Ken Annakin condujo a Charlton Heston en busca de oro por los helados paisajes de Alaska. Recién en 1997 se rodaría un nuevo film inspirado en el relato, pero pese a tener al curtido actor holandés Rutger Hauer como protagonista, palidece en relación a sus predecesoras.
Déspota de agua dulce
Aunque “La llamada de la selva” es la que logró más popularidad y gozó de los beneficios de las reediciones, la novela más profunda de London es “El lobo de mar”, que mezcla aventuras marítimas con una descripción de la psicología de los personajes. La trama, que remite al resto de la obra del autor, se basa en un intelectual que se ve obligado a curtirse y cambiar su comportamiento tras quedar expuesto a la crueldad de un capitán de barco que lo rescata del naufragio.
Esta novela, publicada en 1904, fue llevada al cine en 1930 por Alfred Santell pero tuvo su mejor versión en 1941 bajo el mando de Michael Curtiz. En ella, es posible observar un gran duelo interpretativo entre Edward G. Robinson, en el papel del cínico capitán y John Garfield. Entre ellos, está la actriz Ida Lupino, quien interpreta a la esposa de Garfield, varada en un mundo regido por el machismo, hasta que los acontecimientos toman un giro imprevisible.
“El lobo de mar” tuvo otras traslaciones a la pantalla grande. En 1958, bajo las órdenes de Harmon Jones, en 1993 con interpretaciones de Charles Bronson y Christopher Reeve y en 1997 con dirección de Gary T. McDonald. Todas quedaron rápidamente en el olvido. Recién en 2009 productores alemanes y canadienses se reunieron para forjar una serie televisiva protagonizada por Sebastian Koch, Tim Roth y Neve Campbell, que retoma libremente los ejes argumentales.
Lealtad de lobo
Sin la hondura psicológica de las anteriores, “Colmillo blanco” fue sin embargo una de las novelas más exitosas de London, análisis sobre el mundo violento de los humanos en contraste con el de los animales y la manera en que ambos pueden unirse a través de la amistad. Esta obra está ambientada en Alaska, uno de los escenarios predilectos del autor y fue llevada varias veces al cine. La primera en 1936, con dirección de David Butler. En 1991, los estudios Disney exploraron el costado más amable de la historia para adaptarla al consumo familiar, con un reparto encabezado por Ethan Hawke, Klaus Maria Brandauer y Seymour Cassel. En 2018, se realizó en Francia una versión animada a cargo de Alexandre Espigares.
Otras perlitas
La relación entre London y el cine no se agota en los filmes mecionados. Hubo otros escritos suyos, menos conocidos, que tuvieron eco en la pantalla grande. “Conflict” (1936) fue protagonizada por John Wayne (antes de volverse estrella icónica del western en “La diligencia”) y se ambienta en el mundo del boxeo. “The Fighter”, de 1952, con Richard Conte y Lee J. Cobb, va en el mismo sentido: se centrada en el boxeo como metáfora de la vida.
En “El barco de la muerte” (1942), Sidney Salkow adaptó la autobiográfica “Martin Eden” en la cual un aspirante a escritor (alter ego del propio autor) se enrola como marinero. Utilizó para ello a un actor de la talla de Glenn Ford. Y “El club de los asesinos” (1969) incluye a Diana Rigg, Oliver Reed, Telly Savallas, Curd Jurgens y Philippe Noiret en una trama en la que una mujer requiere a un criminal que acabe con todos su socios.
¿Biográfica?
Existe una película de 1943 titulada “Jack London”, que se presenta como un biopic del escritor, que pone énfasis en su perfil de viajero y escritor. Lo curioso es que está ambientada en la Segunda Guerra Mundial, cuando el escritor falleció en 1916. Nominada al Oscar en la categoría de Mejor Banda Sonora Original, esta película cuenta con interpretaciones de Michael O’Shea, Susan Hayward y Virginia Mayo.
Popular
En los carteles de las películas de las décadas de 1930 y 1940 inspiradas en la obra de London, su nombre ocupaba un lugar significativo en los carteles, lo cual da una dimensión de su popularidad.