Un informe de la Bolsa de Comerico de Rosario analizó la expansión del virus Covid-19 y sus efectos en el crecicmiento mundial y el mercado de commodities, en especial sobre el precio de la soja.
La interrupción en la actividad productiva en China plantea importantes desafíos para el 2020. ¿Cómo afecta el recorte de la demanda china al precio de los commodities y al comercio mundial? ¿Qué límite impone al crecimiento?
Un informe de la Bolsa de Comerico de Rosario analizó la expansión del virus Covid-19 y sus efectos en el crecicmiento mundial y el mercado de commodities, en especial sobre el precio de la soja.
“La historia ha probado que las crisis en los mercados a raíz de la propagación de enfermedades suelen tener un impacto de corto plazo. La particularidad del coronavirus para el caso de los commodities agrícolas es que llega para reforzar las dificultades de largo plazo establecidas en estos mercados”, señalaron.
El primer evento adverso para los mercados agrícolas fue el inicio de la disputa arancelaria entre Estados Unidos y China a mediados de 2018. Los sucesivos aumentos de las alícuotas a la importación introducidas por ambos países hicieron del poroto de soja el principal rehén en la disputa.
Dado que la oleaginosa es un ingrediente clave en la alimentación porcina –principal carne consumida en China- el gigante asiático tuvo que redirigir su demanda de oleaginosa hacia otro proveedor: Brasil. Así, las compras de poroto de soja brasileño por parte de China crecieron casi un 30% en 2018 respecto del año anterior, mientras que esta movida debilitó fuertemente el precio de referencia de la soja en Chicago. La baja demanda por la oleaginosa estadounidense llevó a los stocks en aquel país a volúmenes nunca antes alcanzados debilitando aún más las cotizaciones.
Además, la demanda china se vio afectada por la peste porcina africana (PPA) que surgió en agosto de 2018 y en poco tiempo redujo a la mitad el rodeo porcino de la República Popular. A menor cantidad de cerdos para alimentar, menor demanda de soja y mayor presión sobre los valores internacionales.
Impacto del virus
Independientemente del impacto de corto plazo que se puede prever en el mercado de la soja, la expansión del virus puede conllevar una caída en la tasa de actividad y en el crecimiento económico de la segunda economía del mundo. Toda desaceleración del crecimiento en China golpeará los precios de commodities agrícolas, insumos industriales y energía. Para medir el posible efecto económico del coronavirus en los mercados internacionales sirve repasar lo sucedido en 2003 con el brote de SARS, definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una neumonía atípica.
En 2020, el índice Bloomberg Commodity Index cayó un 9% en el mes posterior al reconocimiento del coronavirus por parte de la OMS. Las mediciones de las últimas jornadas moderan la caída del índice a un 3% aunque su trayectoria podría volver a descender en las próximas semanas.
Si bien es interesante analizar lo sucedido en 2003, la situación actual es considerablemente diferente. Mientras que en aquel momento el PBI chino representaba el 4% del producto mundial, actualmente su economía aporta el 17% del PBI global. En consecuencia, cualquier alteración en la matriz económica china hoy tendrá un impacto mucho mayor en el mundo que hace 20 años.
El equipo económico de Bloomberg proyecta una caída de la tasa de crecimiento a 4,5% en el primer trimestre de 2020, incluso considerando un escenario donde el virus sea controlado. Siendo la segunda economía del mundo y con un PBI que aporta el 17% del producto global, es de esperar que una caída en la tasa de actividad china se traduzca en una un menor crecimiento mundial, que en los últimos 7 años viene mostrando una tasa por debajo del 4%. China es el principal socio comercial de la mayoría de los países en Asia, que en consecuencia es la región más afectada. Sin embargo, los principales proveedores de China, como Australia y Brasil (nuestro primer socio comercial) también se estima crecerán menos por efecto del coronavirus. Alrededor del 40% de las exportaciones de commodities tanto brasileñas como australianas se dirigen al mercado chino, por lo que Bloomberg anticipa una reducción del 0,3% en las tasas de crecimiento de ambos países del hemisferio sur. La participación del gigante asiático en las exportaciones argentinas no tiene un peso tan decisivo como en los casos de Brasil y Australia, aunque también nuestro país verá deteriorada su performance económica a partir de la situación en China.
Además, las restricciones al transporte interno imponen un límite a la demanda de combustible y caucho para la fabricación de neumáticos. Desde Goldman Sachs advirtieron que la demanda de petróleo podría recortarse en alrededor de 260.000 barriles diarios este año, teniendo en cuenta el efecto directo de la restricción de transporte y el indirecto de la desaceleración del crecimiento económico.
En conclusión, aún se transita una fase inconclusa de la expansión del virus por lo que no pueden evaluarse sus consecuencias totales. Sin embargo, es posible advertir que por el cese de actividad productiva en la principal región industrial de China tanto la demanda como la oferta del gigante asiático se ha recortado poniendo un límite a sus posibilidades de crecimiento en el 2020.
Bolsa de Comercio de Rosario