Cuini Amelio Ortíz
“Un crimen común” se presentó en el Festival de Cine de Berlín. Analiza como el poder policial ejercido con brutalidad afecta a sectores marginales de la sociedad.
Cuini Amelio Ortíz
(Desde Berlín)
“Un crimen común”, el film dirigido por Francisco Márquez y espléndidamente interpretado por Elisa Carricajo y Mecha Martínez, fue uno de los trabajos argentinos que se vieron en la sección Panorama del Festival Internacional de Berlín.
La película habla de una realidad incómoda y dolorosa, como es el exceso del poder policial ejercido brutalmente en los sectores mas marginales de la sociedad. Y para hablar de ello Márquez busca en su protagonista un representante de la clase media intelectual, una profesora universitaria (Elisa Carricajo), progresista, de ideas muy claras y opiniones bien sólidas, y su empleada domestica (Mecha Martínez), con quién mantiene una relación de absoluto respeto y simpatía... hasta que la realidad la pone a prueba.
El Litoral charló con el director, Francisco Márquez y las dos protagonistas del film, Elisa Carricajo y Mecha Martínez.
—¿Qué te llevó a desarrollar este tema?
—Francisco Márquez: es una realidad que sucede en mi país, jóvenes de barrios mas marginales muertos por las fuerzas policiales es algo muy común, hay muchos casos que te podría citar, la lista es larga. Hasta hace poco existía una doctrina de seguridad, llamada doctrina Chocobar, en “homenaje” a un policía que asesinó por la espalda, sin advertirlo, a un joven por haber robado a un turista. Es la realidad cotidiana y fue mi relación con esta realidad lo que me impulsó a escribir la historia. Yo abordo el tema desde otro ángulo. No es la víctima el protagonista sino la profesora universitaria, intelectual y formada, con claros planteamientos que a través del miedo reacciona como ella misma jamás pensó reaccionar.
—El miedo es el otro protagonista de esta trama, ¿verdad?
—F.M.: Yo soy de la idea que el miedo es producto del desconocimiento y si bien uno puede estar académicamente muy formado, tu espacio no es el mismo del otro, que vive una realidad completamente diferente. El no acercarse a esa otra realidad te hace ser ignorante de ella. Yo no hago esta película desde un púlpito señalando fragilidades ajenas, sino que este trabajo y también por eso fue para mi tan doloroso hacerlo, intenta reflexionar sobre mi propia conducta. Cuando la protagonista se encuentra en el momento clave, delante de la ventana, me estoy cuestionando yo mismo, que habría hecho yo en una situación semejante. Creo que la única respuesta es conocer los espacios del otro, en la práctica.
—¿Cómo fue el trabajo con tus dos actrices?
—F.M.: Para mí es importante, mas allá de la técnica actoral, la inteligencia y la sensibilidad de cada actriz y cada actor. En este caso especial fue un trabajo de mucha conversación. No hubo pruebas de escena, sino charlas, interminables, donde fuimos desgranando juntos el perfil de cada personaje. Te doy un ejemplo: cuando escribí la escena en que se encuentran Cecilia y Neve, donde aparentemente Cecilia va a confesarse con Neve pero al final no se atreve, yo escribí dándole protagonismo a Cecilia y a la abogada y Neve tenía una actitud de sumisión, era la doméstica de la situación. Mecha, que hace de Neve, no es actriz, sino que es una luchadora social, aguerrida y muy fuerte. Y al final, me resultaba ridículo que Neve/Mecha tuviera esa actitud y descubrí que yo estaba escribiendo un guion desde mis propios prejuicios. Mecha me ayudó a darle a Neve el perfil que tiene.
—Elisa, contáme un poco tu experiencia.
—Elisa Carricajo: Fue muy lindo, porque como dice Francisco esta película es también un encuentro entre Mecha y yo. Yo tenía referencias pero poco contacto con esa realidad en cambio Mecha vive en esa realidad y trabaja para cambiarla. Así que a partir de muchas charlas llegamos a una empatía absoluta, durante el rodaje bastaba mirarnos para recordar lo hablado y traer sensaciones y emociones que se instalaban en el trabajo. Creo que el público seguramente lo percibe.
—¿Cómo fue la experiencia de actuar para vos, Mecha?
—Mecha Martínez: Cuando acepto un desafío, lo hago con mis compañeros en quienes tengo plena confianza que van a dar lo mismo que yo. Francisco y yo nos conocíamos y la confianza en él era absoluta, pero me sorprendió su generosidad, ya que me permitió que el personaje de Neve tuviera un montón de Mecha.
—¿Tiene fecha de estreno en Argentina?
—Francisco Márquez: No, todavía no lo sabemos, probablemente en la segunda mitad de este año. Pero es problemático y difícil, ya que la distribución en Argentina no prevé políticas proteccionistas con el cine nacional. Si uno analiza en un universo de 380 películas que se han estrenado en Argentina el año pasado, las películas mas vistas ocupan el 58% del mercado, de las cuales nueve son producciones norteamericanas y una es producción argentina distribuida por la Fox. Hay una fuerte tendencia al monopolio que relega al cine nacional. Y para nuestro cine y todo el cine independiente hay público. Como ejemplo tenés el cine Gaumont en Buenos Aires, que ofrece cine independiente y se llena, porque está bien ubicado, tiene precios populares, tuvo constancia en su programación y ofrece buena proyección. Ojalá hubiera mas opciones como esa.