De ahora en adelante “el Corregidor” recibe las órdenes de la Monarca, la dueña del poder. ¿Quién puede no estar de acuerdo con respecto a las modificaciones de las jubilaciones del Poder Judicial? Sabemos que ante la ley no somos iguales. A todas luces los obligan a renunciar asediándolos políticamente por investigar la corrupción “K” y poniéndoles también un corsé a sus ingresos con el fin de ocupar esos estrados a dedos con jueces adictos a la venalidad gobernante, subordinados a la ideología neochavista del cristinismo. Si no resolvemos los atropellos a los que nos quieren someter manipulando la Justicia, seremos nosotros los que deberemos renunciar al ser argentinos, desde Gesell -pasando por otras capitales- a Jujuy, el avasallamiento de la misma es demasiado evidente, nos remite a una involución y retroceso inevitable en el tiempo, las otras cartas son la intervención y la censura al periodismo. Me da mucha pena que este esbirro dependa de la bipolaridad de su Majestad.