Fue una madrugada de furia la que se vivió en el distrito costero de La Guardia.
Fue una madrugada de furia la que se vivió en el distrito costero de La Guardia.
Todo comenzó minutos después de las 2 cuando varios sujetos decidieron tomar por asalto un sector de la barriada para iniciar un raid de violencia y locura.
Amparados por las sombras de la noche y actuando como verdaderos “pistoleros”, estos malvivientes iniciaron la acción acometiendo contra el frente de distintos inmuebles a los que tirotearon a mansalva.
En una de estas incursiones la tragedia anduvo cerca. Fue en un inmueble ubicado en calle Anichini donde varios de los proyectiles perforaron una puerta e hirieron a un hombre que estaba adentro.
Miguel, de 49 años, fue alcanzado por perdigones de escopeta que lo lesionaron en su brazo izquierdo (altura del codo) y en el glúteo del mismo lado. El nombrado debió recibir asistencia médica y, por fortuna, ya se encuentra fuera de peligro.
Poco después los violentos se trasladaron unos metros, hasta otra casa ubicada en calle Depetre, más precisamente frente a la escuela N 941 Juan Apostol Martínez.
Sobre la vereda de esa vivienda estaba estacionada una Ford Courier la que recibió una “lluvia” de balazos. El estado en que quedó dicho vehículo luego de los disparos (quedó hecha un “colador”), permite asegurar que los rufianes contaban con armas de muy grueso calibre.
No conforme con lo hecho hasta allí, continuaron ahora los balazos contra el frente de la casa donde estaba estacionada la utilitaria. En una de las ventanas de la casa podían observarse las marcas de los balazos.
En medio de este descontrol hubo varios llamados al 911 pidiendo auxilio. Fue entonces cuando varios móviles policiales llegaron al lugar y sorprendieron a los delincuentes.
Lo que siguió fue una persecución que se desarrolló en cercanías de un asentamiento irregular ubicado en un sector conocido como “La Fábrica Vieja”. Tras algunas corridas y favorecidos por la densa vegetación, los malvivientes terminaron escapando.
Como autores de los disparos se señala a los integrantes de una banda conocida como “Los Monos”, en la que forman varios ex presidiarios.
De un tiempo a esta parte los miembros de esta gavilla han protagonizado gran cantidad de hechos violentos no solo en La Guardia, sino también en Colastiné y otras localidades vecinas.
Robos en casas de familia; enfrentamientos a tiros contra otras bandas y asaltos callejeros son algunas de las principales motivaciones de estos bandidos.
Y en este contexto los vecinos de la zona que reclaman desesperados una urgente solución.