Soldados que combatieron desde las bases militares piden ser reconocidos
El santafesino Carlos Alarcón, veterano de guerra de la Fuerza Aérea Argentina, reclama por el reconocimiento de quienes fueron partícipes activos y directos del conflicto bélico del Atlántico Sur en 1982 desde el continente. “En un 95% se atacó a la Task Force desde bases continentales”, aseguró.
Gentileza de Marcelo Álvarez (ex combatiente) Operaciones. Soldados conscriptos de Fuerza Aérea colaboraron en el armado y carga de bombas de los distintos aviones de combate distribuidos en las seis bases continentales desde donde se atacó a la flota inglesa.
A fines del año pasado, referentes de todo el país se reunieron en Santa Fe para realizar la reunión de comisión de la Asociación Nacional de Soldados Veteranos de Guerra de Malvinas (VGM) de la Fuerza Aérea Argentina. El objetivo del reencuentro fue continuar con su lucha y por fin ser reconocidos por el Gobierno Nacional. “Nuestro reclamo ya lleva más de 30 años”, aseguró el santafesino Carlos Alarcón, veterano de guerra de la Fuerza Aérea, quien cumplió órdenes de operaciones de combate en las bases militares argentinas que se ubicaron en el continente sobre el litoral marítimo patagónico. Cabe recordar que la Fuerza Aérea combatió desde las Bases Aéreas operativas Militares del denominado Comando de la Fuerza Aérea Sur: (BAM) Trelew, Comodoro Rivadavia, San Julián, Santa Cruz, Río Gallegos y Río Grande, desde las cuales se le produjeron los daños más severos en buques y personal a la flota británica durante todo el conflicto.
“El total estimado de las tres fuerzas (EA, FAA, ARA) reclamantes del pleno reconocimiento por parte del Estado Nacional como VGM en todo el país, ascienden aproximadamente a 7.000 personas, ya que estuvieron en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (Toas) cumpliendo órdenes de operaciones de combate emitidas por el Comité Militar. Muchos camaradas lamentablemente ya han fallecido por diversas circunstancias, algunas inmerecidas y muy dolorosas. En particular, los reclamantes de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) son 1.486 ex conscriptos en todo el país”, mencionó Alarcón, en una entrevista con El Litoral.
Decisión política
El decreto 509/1988 del ex Presidente de la Nación Raúl Alfonsín (fallecido en 2009), reglamentario de la Ley Nacional Nº 23.109, que acuerda beneficios a ex soldados, estableció que a los efectos de la aplicación de la referida ley “se considerará veterano de guerra a los ex soldados conscriptos que desde el 2 de abril al 14 de junio de 1982 participaron en las acciones bélicas desarrolladas en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur, cuya jurisdicción fuera determinada el 7 de abril de dicho año y que abarcara la plataforma continental, las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur y el espacio aéreo correspondiente”, detalla el decreto.
La Asociación reclama una vuelta atrás con esta decisión política: “Por consiguiente, con esa redacción del decreto reglamentario aludido, el Estado Nacional dejó marginado de la legislación del sector a un grupo de ex combatientes, a pesar de que otras normas los abarcaban, por entender que el Teatro de Operaciones iniciaba a partir de las 12 millas náuticas desde la costa patagónica, siendo esto motivo de exclusión, algo que no es reflejado en el decreto de creación del Toas n° S 700/82 del Comité Militar”.
“Después de 1982 hasta 1988, fuimos considerados veteranos de guerra; tal es así que los muchachos de la Fuerza Aérea, como es mi caso, fuimos reconocidos por la misma a través de sendas resoluciones de su Estado Mayor General y, condecorados por el Congreso de la Nación Argentina por Ley Nacional Nº 23.118, al igual que al resto de los participantes de la conflagración”, comentó al respecto el ex soldado santafesino.
Gentileza de Marcelo Álvarez (ex combatiente) Desde la base. Al lado del bombardero Canberra, artillado listo para partir rumbo a la contienda desde base aérea continental.
Desde la base. Al lado del bombardero Canberra, artillado listo para partir rumbo a la contienda desde base aérea continental.Foto: Gentileza de Marcelo Álvarez (ex combatiente)
Funciones
Los ex soldados de la Fuerza Aérea fueron desplegados a estas bases militares para distintos tipos de funciones y actividades, todas bajo órdenes de guerra y siguiendo los estrictos códigos de Justicia Militar para esa época de guerra. “Desde estas bases se cumplieron tareas de vigilancia de las mismas y defensa de las costas del litoral marítimo patagónico ante eventuales incursiones de Comandos SAS y SBS, que ya operaban en la Argentina y que tenían por finalidad destruir el poderío aéreo argentino. Asimismo, se establecieron defensas de puntos estratégicos que eran altamente rentables para el adversario; se realizaron tareas de logística, defensa antiaérea con el uso de armamento pesado de protección antiaérea, carga y activación de distintas bombas en los de los diferentes aviones, operadores de radares, sanidad por el conflicto, y todo esto se desarrolló en el espacio terrestre continental perteneciente al Toas”, detallaron en un comunicado desde la Asociación.
Al ser consultado sobre sus funciones específicas como veterano de guerra de la Fuerza Aérea, Alarcón dijo: “Fundamentalmente eran de logística, carga y de activación de las bombas en los sistemas de armas (aviones). Tuvimos presiones físicas y psicológicas de todo tipo propias del combate aeronaval que se estaba desarrollando, incluida la rigurosidad del clima, porque éramos el último eslabón y estábamos en una zona de combate. Fuimos desplegados geográficamente allí para cumplir órdenes de operaciones, porque la Fuerza Aérea no podía operar desde las Islas por razones de seguridad e infraestructura. No es que reclamamos porque se nos ocurre, creemos ser merecedores del pleno reconocimiento: es decir, que se nos reintegren los derechos, la condición que tuvimos desde los orígenes de la lucha allá por el año 1983 y que fueran quitados injustamente en plena democracia a través del decreto antes aludido”. “Estuvimos durante todo el transcurso de la guerra desplazándonos entre las distintas bases para cumplir funciones. En un 95% se atacó a la flota inglesa desde esas bases continentales”, añadió.
Sensaciones
—¿Aún hay información que es “secreto de Estado”?
—Hay algo que está oculto por el Estado Nacional sobre lo que fueron las incursiones británicas a las costas patagónicas y especialmente a las bases, porque el problema real de los ingleses no eran los muchachos de las Islas, sin desmerecer su actuación, todo lo contrario. El problema de ellos (los británicos) era la Fuerza Aérea, que le estaba hundiendo todos los barcos, prácticamente. Como los ingleses no podían atacar de forma “abierta” el territorio continental, optaron por incursionar de manera furtiva con comandos especializados, que eran los SAS y los SBS, muchos de los cuales ya estaban en las costas de la Patagonia, tal es el caso de las Operaciones Plum Duff, Mikado etcétera.
Esta modalidad fue así porque si atacaban de forma abierta las bases aéreas del continente litoral marítimo patagónico, como tenía previsto el Ministerio de Defensa y Comandancia británica, cabía la posibilidad de que se aplicara el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (Tiar), que obligaba a todos los países de Sudamérica a intervenir en apoyo de la Argentina.
Nos llevó mucho tiempo reunir información para rearmar la historia completa, porque durante todos estos años se hicieron operaciones de toda índole para tratar de ocultar lo que pasó; nos falta, pero tenemos la seguridad de que lo vamos a conseguir y de que esté todo documentado.
—¿Qué edad tenía cuando participó de la guerra?
—Tenía 18 años. Fuimos con una instrucción totalmente escasa, pero más allá de todas estas situaciones nos sentimos orgullosos de que la Nación nos haya convocado para defender la soberanía. Para nosotros fue algo muy importante en nuestras vidas.
—¿Qué decisión tomaría si pudiese volver en el tiempo?
—Si hoy hipotéticamente tendría 18, 19 ó 20 años, creo que seríamos los primeros en estar nuevamente, a pesar de que el Estado nos dio la espalda y nos haya abandonado. Hay una cuestión patriótica y de sangre que va más allá. No obstante, una guerra es lo peor que le puede suceder a un ser humano, no sólo al que participa sino también —por los daños colaterales que esto genera—, todo debería resolverse por la vía pacífica.
—¿Cómo lo afectó la guerra?
—A muchos ex combatientes les trajo consecuencias psicológicas y físicas. En mi caso, siempre tuve la impronta de salir adelante, y es lo que siempre trato de transmitirle a mis compañeros: no quedarse estancado en el pasado, sino avanzar en la vida. Siempre he sido combativo en muchas cosas, fundamentalmente cuando hay injusticias.
—¿Considera que están cerca de obtener la tan preciada “justicia”?
—Nos costó muchísimo poder determinar y entender por qué nos habían apartado. Tenemos la esperanza de que prontamente el Estado con justicia revea la situación, y nos reincorpore en la legislación originaria que siempre estuvimos pero que, por un decreto que se posiciona inconstitucionalmente por sobre todo el plexo normativo, nos deja fuera de todo reconocimiento pleno. Esperamos también que con la movida que hubo desde siempre y últimamente, a partir de la visita del ex combatiente inglés Edward Denmark (que estuvo en la Argentina hace poco), el Estado tome conciencia de la injusticia a la que estamos sometidos, ya que somos el sector más postergado de toda la sociedad.
Caídos reconocidos
“Como consecuencia de las hostilidades es que hay 649 argentinos caídos y, para que la sociedad lo sepa, no todos fueron en las islas Malvinas. La distribución geográfica en el Teatro de Operaciones es la siguiente: Isla Soledad, 257; Isla Gran Malvinas, 9; Islas Georgia del Sur, 4; en el mar, 362, y en el continente (desde Puerto Madryn a Río Grande), 17 fallecidos. Todos ellos están reconocidos como combatientes y héroes nacionales por la Ley Nacional Nº 24.950, con lo cual queda demostrado que hubo actividad bélica en el continente, lo que habilita —entre otras cuestiones detalladas— a solicitar esta reivindicación de ser reconocidos como veteranos de guerra con todos los honores y beneficios”, reclaman desde la Asociación.
Un inglés reclama por sus rivales
Edward Denmark es un ex soldado británico que combatió en la guerra de Malvinas y llegó a la Argentina para que el Estado argentino reconozca plenamente como combatientes a los soldados que estuvieron en las bases militares en el continente, durante el conflicto bélico de 1982.
Con ese objetivo, el artillero británico que luchó en el conflicto con la tarea de derribar aviones argentinos, inició una cruzada para que los que fueron sus adversarios en la guerra logren un reconocimiento. El año pasado, le envió una carta al por entonces presidente Mauricio Macri con esa solicitud. Recientemente llegó al país, estuvo en Mar del Plata reunido con ex soldados argentinos, y aseguró no entender “cómo estas personas que ofrecieron su vida por el país, no han sido reconocidas”.
Asimismo, expreso el británico: “Las bombas y municiones que fueron entregadas por sus valientes pilotos que nos dejaron caer en manos de los británicos en las aguas del Estrecho San Carlos, que causaron tantas heridas y muerte, tenían las huellas digitales y el ADN de esos soldados de las Bases Continentales”.
“Nuestros camaradas británicos, adversarios en 1982, son los que más valoran como profesionales por haber sufrido los embates de la FAA, y reconocen por su experticia que sin los soldados en las bases y su valiosísima contribución nuestros pilotos no hubieran volado nunca”, sostuvieron desde la Asociación de Soldados Veteranos de Guerra de Malvinas de la FAA.