El Presidente de Estados Unidos anunció la emergencia nacional por coronavirus, durante una conferencia prensa en la tarde del viernes.
La medida permite movilizar 50.000 millones de dólares para ayudar a los estados y la ciudades. La Administración llega a cuerdo con el sector privado para acelerar la producción de kits de prueba.
El Presidente de Estados Unidos anunció la emergencia nacional por coronavirus, durante una conferencia prensa en la tarde del viernes.
Donald Trump ha declarado la emergencia nacional para frenar la propagación del coronavirus en Estados Unidos, lo que en la práctica le permite movilizar más recursos públicos para estados y municipios, según han avanzado fuentes de la Administración a diferentes medios locales. El presidente ha anunciado la medida esta tarde en una rueda de prensa desde los jardines de la Casa Blanca, en plena escalada de la pandemia en todo el mundo y con la vida de los estadounidenses completamente alterada: un gran número de colegios y universidades cerrados, competiciones deportivas suspendidas, actividades culturales canceladas y millones de personas trabajando desde casa.
La medida permitirá utilizar unos 50.000 millones de dólares, deja en manos de la Agencia Federal de Gestión de Emergencia (FEMA, en las siglas en inglés) la coordinación de la respuesta a la crisis y amplía los poderes del secretario de Salud, Alex Azar. Para Trump, este paso es un nuevo punto de inflexión tras el veto a los viajes desde Europa -excepto Reino Unido- y después de semanas tratando de restar gravedad a la amenaza que supone esta pandemia.
La Administración estadounidense tomó las primeras medidas con rapidez, ante la expansión del coronavirus en Asia y Europa, pero Trump se ha mostrado muy errático en su discurso, frivolizando incluso con el problema. El miércoles, durante su solemne mensaje a la nación, llegó a provocar una enorme confusión con errores de bulto, como cuando aseguró que el veto de los viajes también afectaría al transporte. Este jueves, durante la rueda de prensa para anunciar la declaración de emergencia, también sorprendió estrechando las manos de varios de los presentes, como ejecutivos de farmacéuticas y distribuidoras, incumpliendo una de las normas de precaución más básicas de esta crisis para reducir los riesgos de contagio.
El republicano también ha sacado pecho por la gestión de su Gobierno hasta ahora. Ha recordado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de declarar Europa como el nuevo epicentro de la crisis y que EE UU “ha cerrado esa frontera hace un tiempo” cerrado esa frontera hace un tiempo”, medida mal recibida desde la Unión Europea. “Puede llamarlo suerte o talento”, añadió el mandatario. Desde este viernes a medianoche, ningún extranjero que haya pasado por algún país del espacio Schengen en los últimos 14 días puede entrar en EE UU durante 30 días y los estadounidenses o residentes permanente deberán someterse a una revisión al llegar y cuarentena, según recordó el republicano. Preguntado por el criterio con el que se había elaborado la lista y el por qué de la excepción de Reino Unido, donde están aumentado los casos con rapidez, Trump señaló que se revisaría en las próximas horas y se podría tanto incluir a Reino Unido como excluir a otros.
Estados Unidos es aún un país poco afectado por el momento en términos relativos –1.700 casos confirmados y 41 muertes en una población de 327 millones de personas–, pero los expertos advierten de que la cifra crecerá y la queja por la falta de tests para personas con síntomas se han multiplicado. Las cifras oficiales de la CDC (la agencia pública responsable de las enfermedades infecciosas) resultan desalentadoras, pues cifran en 3.903 los tests realizados por la entidad y en menos de 10.000 los llevados a cabo en laboratorios públicos. Con el objetivo de acelerar su producción, la Agencia estadounidense del Medicamento ha dado permiso a la compañía farmacéutica suiza Roche para vender pruebas a sus laboratorios y el Departamento de Salud inyectará fondos a otras firmas (DiaSorin Molecular y Qiagen) para desarrollar análisis que proporcionen resultados rápidos (en una hora).
Trump anunció que Google está trabajando en para desarrollar una web para ayudar a gestionar los controles. También recalcó que el objetivo no pasa por que “todo el mundo se haga el testo, es totalmente innecesario”, sino aquellos con síntomas. El presidente no se ha la hecho todavía.
La declaración de emergencia por motivos de salud es una medida excepcional que en los últimos 60 años solo se ha aplicado dos veces debido a un brote infeccioso: lo hizo el presidente Bill Clinton en Nueva York y en Nueva Jersey en el año 2000 a raíz del virus del Nilo Occidental, según datos de Bloomberg, que avanzó la noticia.