La película de Alfred Hitchcock cumple 80 años. Aunque luego rodó “Vértigo”, “Psicosis” y “Con la muerte en los talones”, persiste como una de las obras más celebradas del cineasta británico, por su conseguida atmósfera y el creciente nivel de tensión. Una opción para rever en esta época de aislamiento total en Argentina.
Archivo El Litoral La nueva señora de Winter (Joan Fontaine) es apabullada por el recuerdo de Rebeca y por la presencia malsana de la señora Danvers en una escena de Rebeca .
Considerado como uno de los cineastas más influyentes del siglo XX, Alfred Hitchcock prácticamente creció junto al cine. En su Inglaterra natal realizó diversas tareas en la producción de películas mudas. Esa experiencia derivó en una premisa que mantuvo presente a lo largo de toda su filmografía: en la pantalla, todo aquello que pueda mostrarse a través de imágenes es mejor que aquello que demanda un dialogo. De hecho, llegó a plantear que una buena película debería ser vista y comprendida sin necesidad de escuchar a los actores. Al mismo tiempo, tenía claro que para reforzar el vínculo con el espectador las estructuras argumentales siempre debían ser simples.
“Rebeca, una mujer inolvidable”, que cumple 80 años desde su premiére en Miami el 21 de marzo de 1940, es una de las obras que mejor cumplen con aquellos mandatos autoimpuestos, aún cuando el propio director admitió que no se trata de “una película de Hitchcock”. Inspirada en la novela homónima de Daphne Du Maurier, relata como al poco tiempo de perder a su esposa Rebeca, el aristócrata inglés Maxim De Winter conoce en Montecarlo a una joven humilde con quien decide casarse. Se van a vivir a la mansión de Manderley, pero allí la nueva señora De Winter se da cuenta de que todo allí está impregnado por el recuerdo de Rebeca.
El film (que está disponible en www.youtube.com/watch?v=g8ZApNdYpm8) se parece a un cuento de hadas y tiene algunos paralelismos con Cenicienta. Hay una joven apocada que se casa con un aristócrata, una casa con detalles góticos que remite a un castillo y un ama de llaves oscura y malvada. Hasta inclusive hay un esbozo de final feliz cuando se resuelve la intriga. Hasta que la trama declina a un deselance trágico, con el castillo reducido a cenizas. Pero lo que hace resistente, lo que lo mantiene vigente ocho décadas después, es el modo en que Hitchcock logra que un personaje ausente (Rebeca, ya fallecida) tenga tal peso que es capaz de precipitar los acontecimientos. Observamos como la nueva señora de Winter, frágil y menuda, palidece ante la sombra de su antecesora. El director se ocupa de reforzar esto al mostrar al personaje relegado, mínimo entre los ambientes que, suponemos, antes dominó Rebeca.
A tal punto llega la sensación de menosprecio que a la joven nunca se la llama por su nombre propio.
Opresiva
Muchas de las características del cine de Hitchcock, que reiteraría luego en obras maestras como “Vértigo” y “Psicosis”, están presentes en “Rebeca”: el amor turbio, la sospecha, el romance amenazado y la influencia palpable de un hecho trágico que ocurrió en otro tiempo. Es cierto que no está el sentido del humor que si aparece en “Con la muerte en los talones”, “El hombre que sabía demasiado” o inclusive en “Frenesí” y “Trama macabra”. Pero tiene, para compensar, uno de los primeros apuntes de amor lésbico en el cine, al cual se alude de forma muy sutil para saltear la censura.
El otro gran logro es la atmósfera que transmiten los ambientes del caserón gótico en el cual transcurre la acción. La sensación opresiva (con detalles oníricos) es constante. El propio Hitchcock se lo dijo a Francois Truffaut: “En cierta manera, la película es la historia de una casa, se puede decir que es uno de los tres personajes principales del film”. Es posible que la gravitación de otros filmes “hitchcockianos” haya relegado en parte a “Rebeca”. Pero resistió el paso de tiempo al demostrar el enorme control técnico del director. Incluso creadores contemporáneos, con más recursos técnicos y portentosa imaginación para la puesta en escena no alcanzan a empardar la habilidad desplegada en el film. Esto explica que siga presente entre los cinéfilos. De hecho, hace pocas semanas, fue una de las películas que se proyectaron en el marco del ciclo de cine clásico organizado por Cine Club Santa Fe en el Mercado Progreso de Santa Fe.
Oscar
Rebeca es la única de las más de cincuenta películas de Alfred Hitchcock que ganó el Oscar de la Academia en la categoría Mejor Película. Muchas, hoy consideradas obras maestras, ni siquiera fueron nominadas.
Nueva versión
Para este año, Netflix y Working Title Films planean una nueva versión cinematográfica de la obra de Daphne Du Maurier. Estará dirigida por Ben Wheatley y protagonizada por Lily James (la actriz de la versión de 2015 de “La Cenicienta”), Armie Hammer y Kristin Scott Thomas.