Hasta el 31 de marzo, inclusive, todos trabajamos desde nuestro hogar. La tarea escolar de los niños irá acompañada de un trabajo físico y para eso debemos recurrir a nuestros profesores. Los mismos que durante el año se preocupan por cada deportista, hoy siguen con una tarea especial que incluye, en muchos casos, el acompañamiento de la familia.
El profesor Juan Francisco trabaja como coordinador de los pibes de La Salle y además es papá de niños de corta edad. En tiempo de cuarentena, se preocupa por la situación y agudiza el ingenio para que los pequeños deportistas sigan con una vida lo más normal posible. “Al igual que los humanos del mundo me encuentro desorientado por no saber qué tan grave es el virus, desbordado de tanta información, asustado por no saber cuáles son los límites, sin experiencia previa de este estado de pandemia internacional, así me siento”.
“Ahora bien, todos podemos tener dos posturas ante los acontecimientos, o asumimos una postura de víctima o una de protagonista. La primera implica esperar a que las cosas nos sucedan confiando en el destino o bien la segunda postura tiene que ver con hacer que las cosas sucedan. Quiero decir con esto que asumo la segunda postura teniendo un comportamiento activo de prevención, y en lugar de quejarme y victimizarme, me hago cargo de la parte que me toca: ser responsable, cuidarme y cuidar a los que me rodean”.
“Ser protagonista y responsable no asegura el éxito en los resultados, pero sí me asegura la integridad de vivir con los valores que me aseguran la paz interior de quienes hacen todo lo que estuvo al alcance para que las cosas salgan bien”.
“Como padre estoy tranquilo por las políticas de aislamiento escolar y deportivo (hoy, aislamiento social), dado que ambas entidades responsables actuaron con la rapidez necesaria; tranquilo también porque gracias a la informática (tan criticada muchas veces) ellos, nuestros niños, siguen conectados con la educación. También estas medidas nos permiten compartir más tiempo con ellos (aquellos que tenemos la suerte de poder hacerlo) y recuperar esa convivencia que solemos dejar de lado por la locura del ritmo en que vivimos”.
“Como coordinador de un club de fútbol me encuentro con la tranquilidad de haber acatado con la urgencia que nos pedía el Ministerio de Salud correspondiente, pero también agradezco tener herramientas de comunicación que nos permitan dejarles tareas de índole físico a nuestros jugadores porque sabemos que un cuerpo moderadamente activo reduce las probabilidades de enfermarse entre otras muchas ventajas”.
“Para finalizar, quiero citar a un gran maestro de la facultad llamado Carlos Chiarella que se tomaba de un artículo del reglamento de edificación para proyectar sus edificios. Ese artículo decía ‘toda acción que respete lo colectivo (bien común) deberá prevalecer sobre lo individual’, un artículo muy aplicable a las conductas que debemos tomar como seres humanos”.
“He visto a esta ciudad actuar con gran nivel de solidaridad en épocas de la catástrofe de inundación, por eso estoy tranquilo sabiendo que los valores de solidaridad, fortaleza, compañerismo, educación y mucho amor van a aflorar en todos nosotros para combatir a este enemigo invisible que no va a poder contra esta sociedad resiliente que somos (palabra que en física es aplicada a la cualidad de doblarse pero no quebrarse que tienen los materiales)”.
“Por todo esto, estoy seguro que pronto daremos, como especie humana, una gran lección universal y una reversión de nuestras escalas de valores donde lo importante sea lo verdaderamente importante”, puntualizaba Juan Fracisco Bertolini, profesor de las categorías inferiores e infantiles de La Salle.