Luego de ser figura con los penales a Inglaterra en el Mundial de Francia ‘98, Carlos Ángel Roa dejó “helados” a todos en el mundo del fútbol. El 25 de junio de 1999, el guardameta convocó a los medios para comunicar su despedida estando en Mallorca: “He sido un mal cristiano. Hay que tener fe, agarrar la Biblia y saber dejarte guiar por Dios. Uno de los motivos por los que me voy es por el sábado, el séptimo día, un día sagrado. Cuando salga por esta puerta soy una persona más, como ustedes, por lo que les pediría que no me entrevistaran”.
A los 29 años, “Lechuga” Roa estaba —como se dice— en la cresta de la ola: figura mundialista con la Selección Argentina, finalista de la Recopa de Europa y había sido “Zamora” (N.de R.: el trofeo Zamora es el título otorgado desde el año 1959 por el diario deportivo español Marca al portero de fútbol menos goleado de la Primera División de España) en el arco de Mallorca.
Por esos tiempos, la persona que rompe el silencio en esta nota exclusiva con el multimedios El Litoral dejaba un mensaje: el fútbol no era lo más importante; el éxito no pasaba por tener fama y dinero.
Tenés que leerLe ganó al paludismo y al cáncer: Roa rompe el silencio Luego de su “no”, se conoció que el poderoso Manchester United lo había elegido como el recambio de Schmeichel por una cifra varias veces millonaria. Entonces, patentó su frase para todos los tiempos, cuando sus compañeros del Mallorca le decían en el vestuario español que estaba loco en no seguir jugando e irse a Inglaterra: “Dios vale más que diez millones de dólares”.
Hace años, en una entrevista con Clarín, respondió la pregunta:
—¿Tu retiro del fútbol fue porque “debías” descansar los sábados?
—No fue el detonante. Quería cambiar el fútbol por otras cosas. En mi religión, la Adventista, el sábado se dedica a ayudar a los demás, visitar colegios, enfermos... Cuando puedo lo hago. Es cierto, me estoy desacostumbrando. Hago poco pero mis pensamientos siguen estando. Yo le voy a dar cuentas a Dios, a nadie más. Que lo entiendan los que quieran y los que no, bueno... Es mi vida. Sí, el retiro se dio en el mejor momento de mi carrera, me perjudicó muchísimo. Pero no estoy arrepentido, aunque a la noche medito sobre eso.
Hoy, varios años después, vuelve a dar una entrevista periodística y lo hace en exclusiva para El Litoral.
—Carlos, la última: ¿cómo se llama tu religión?...Muchos dicen evangelistas, otros adventistas...
—Yo soy cristiano...simplemente un humilde cristiano.
“Iba a la cancha de Unión”
“Simpatizaba para Unión e iba a verlo de chiquito. Pero siempre fui respetuoso por los clubes en los que estuve. Cuando estaba en Racing decía que era hincha del club porque defendía sus colores. Yo soy feliz en los lugares que me traten bien”, comentó Carlos Ángel Roa en una anterior entrevista con el Diario El Litoral.