En el Mundial de Italia ‘90, Sergio Goycochea fue el gran héroe argentino, atajando penales clave ante Yugoslavia e Italia en las instancias mano a mano. Ocho años más tarde, igual que el “Vasco” con Maradona,otro arquero de la Selección se vistió de salvador ante Inglaterra, en los octavos de final de Francia. Es la historia de Carlos Ángel Roa, que la recuerda para El Litoral.
'Lechuga' fue en Francia el 'otro Goyco'
"No disfruté esa alegría por el stress"
El Litoral El cielo con las manos. La imagen recordada de Francia 1998, cuando Carlos Ángel Roa ?luego de un dramático 2-2 con Inglaterra en Saint Etienne? se queda con el penal decisivo de Batty para que Argentina pasara a los cuartos de final de la Copa del Mundo de la FIFA. Me dí cuenta con el tiempo lo importante que había sido eso para mí y mi carrera , recuerda para El Litoral. 20:57
Esa tarde-noche, donde me tocó estar justo detrás del arco de los penales, el partido fue electrizante en Saint Etienne: terminó 2 a 2. Gol de Bati para el 1 a 0; goles de Alan Shearer y Michael Owen para darlo vuelta; gol del “Pupi” Zanetti de pelota preparada para el 2-2. Luego, la roja a David Beckham y los penales.
Arrancó Argentina la serie, con el tanto de la “Bruja” Berti. Shearer pateó nuevamente para los británicos y, tal como había pasado antes, Lechuga no había podido sacar la pelota.
En la siguente tanda, a Crespo le habían atajado su remate y, entonces, el “1” argentino entró en acción por primera vez: le adivinó la intención a Paul Ince y mantuvo el 1-1. Fue su primera hazaña.
La “Bruja” Verón anotó el suyo, Merson le marcó a Roa, Gallardo venció a Seaman en su turno y lo mismo hizo Owen ante “Lechuga”. Llegó la quinta ronda y el “Ratón” Ayala aventajó a Argentina.
Entonces, todo estaba en manos del santafesino Carlos Ángel Roa y enfrente estaba David Batty. “Estaba seguro que lo atajaba, me tenía confianza”, dijo Roa esa misma noche: el inglés definió levemente a la derecha, a media altura, y le detuvo el tiro con sus dos manos para desatar el delirio argentino y meter al equipo en cuartos de final frente a Holanda.
“Fue, sin dudas, el mejor regalo del fútbol. En ese momento no lo disfruté tanto por la presión y el stress posterior de la eliminación contra Holanda. Luego, con el tiempo pude ver que fue muy importante para mi carrera deportiva y mi crecimiento personal”, recuerda ante la consulta obligada de El Litoral desde Estados Unidos.
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