Se formó en la Universidad Nacional del Litoral (UNL) en las canchas de la Liga Santafesina y luego emigró. Tiene muy buena estatura: 1.91 metros. “Acá no me falta nada, nos estamos cuidando con responsabilidad”, cuenta desde España.
—¿Cómo se llama el club donde estás atajando Tomi?
—Actualmente estoy en el CF Sant Rafael (3ra. división), que es la filial del UD Ibiza (2B), vendríamos a significar algo así como la reserva del primer equipo profesional de la franquicia madre. Llevo en este club desde septiembre del año pasado, ya que en ese mes de 2019 me llegó la aprobación de mi ciudadanía española.
—¿Cómo estás?
—La verdad es que, más allá de lo que estamos viviendo en el mundo con el coronavirus, acá estoy muy cómodo y agradecido de la oportunidad que me han dado de seguir progresando en un club de la tercera categoría de España”.
—¿Dónde habías estado anteriormente en el fútbol español?
—Los otros dos años estuve en el Ínter Ibiza, el club que me abrió las puertas y donde he dado mis primeros pasos en Ibiza, adaptándome al césped sintético y luego en la PE Sant Jordi, donde me trataron como uno más de la familia y es un club donde sigo trabajando entrenando niños. Sinceramente, muy agradecido a los tres clubes donde me han ayudado desde mi llegada a ibiza.
—¿Cómo se vive allí en Ibiza esta pandemia?
—Las medidas que han tomado desde la organización del fútbol es que hace dos semanas ya se suspendieron los entrenamientos y los partidos en todas las categorías...hasta nuevo aviso. Aquí entrenamos doble turnos desde casa todos los días; lo hacemos en el espacio que se puede: todo en base a ejercicios y videos que nos envía el cuerpo técnico. Ellos están siempre pendientes de cómo estamos los jugadores y de si necesitamos cualquier cosa.
—¡Tu acento en el relato es “casi” español ya!
—Mi vida acá, las experiencias que he vivido, los momentos que pasé y lo que comparto con mis amigos es algo estupendo. En serio, no me puedo quejar. Vivo en la casa de una familia, la cual me trata muy bien y tengo comodidad, algo que es muy difícil tener acá en una isla, ya que los alquileres o las viviendas son muy caras.
—O sea...la vas llevando...
—Me hice un lindo grupo de amigos, el cual todos compartimos la misma pasión (fútbol) y estamos en la misma, con el desafío de vivir lejos de casa. Ahora con la cuarentena la verdad que está todo muy difícil. Pero aún así, en medio de este problema, acá no nos podemos quejar: estoy aislado de todo, tengo espacio para realizar mis actividades y las rutinas diarias.
—¿Cómo ves lo del coronavirus allá y qué te llega de Argentina?
—Pienso desde Ibiza, con todo el respeto del mundo, que la gente tendría que ser un poco más responsable. Acá en España la cosa está fea. Y hablo siempre con mi familia: si en Argentina no respetan las normas, van a seguir por el mismo camino. Y eso que allá, a diferencia de acá, se tomaron las medidas con mucho más tiempo.
La foto de Tomi Carreño en esta pequeña y escarpada isla a 1.900 metros de la costa de Ibiza: a pesar de su reducido tamaño y de su austera y pedregosa configuración, conserva valores naturales como solo las islas saben atesorar. Es Vedrá y el contiguo islote de es Vedranell, con 79 hectáreas de superficie entre los dos, conforman una reserva natural de ámbito marítimoterrestre, lo que significa que sus valores biológicos merecedores de protección se extienden por tierra y mar; y aire si tenemos en cuenta que muchos de ellos son aves.
Tomi Carreño, santafesino y sabalero de 23 años, escribe una historia como la de tantos jóvenes que se fueron de esta ciudad con el bolso cargado de sueños con fútbol. Es arquero desde siempre y está muy feliz en España, más allá de los cuidados lógicos en medio de esta pandemia que sacude muy fuerte la península ibérica.