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Según el analista Pablo Adreani la caída del petróleo podría abaratar fletes y estimular la demanda de los países importadores de commodities. Chicago cortó la racha bajista y ahora la atención se centra en el comportamiento de los Fondos.
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Aún es impredecible el impacto total en las economías del mundo de la crisis que generaron la conjunción de la pandemia de coronavirus, el derrumbe del petróleo y el desplome del valor bursátil de miles empresas. Sin embargo para los productores de alimentos podría haber luz al final del túnel.
Según Pablo Adreani, analista de mercado y consultor en agronegocios en Argentina y Sudamérica, el sector agrícola “tiene la gran ventaja de que su producción siempre se vende; a un precio, pero se vende”. No es lo que ocurre con otros productos como automotrices, tecnológicas, textiles “que tienen una caída de consumo global muy fuerte”.
A partir de esa lógica, avizoró oportunidades para los agronegocios, por caso ante el abaratamiento de la energía que podría darse a raíz de la caída del petróleo. “Este precio del barril -que está bastante bajo respecto de la última década- puede ser una buena noticia para el sector porque todos los países que importan energía verán abaratadas sus compras”.
Incluso beneficiaría los importadores netos de alimentos por un menor peso económico del flete. “El 100% de los alimentos se transportan en barco y el petróleo es el principal componente del costo; y eso puede llegar a ser un factor de relativa firmeza para los precios (de las commodities) en el mediano plazo”.
Por lo tanto, a pesar de la gravedad de la crisis, los países productores de alimentos se ven beneficiados porque “el mundo no deja de consumir”. Excepto, aclaró, entre los sectores de la economía más golpeados. “Podrían reducir su consumo, pero en el balance global los volúmenes no van a ser afectados”.
En cambio sí podría haber menores precios. De todos modos explicó: “ya hemos llegado a valores muy bajos”. En tal sentido destacó las últimas ruedas de Chicago la semana pasada en las cuales las cotizaciones volvieron a subir “por primera vez en muchas semanas; y este puede ser un indicador, un punto de partida nuevo”.
En el balance semanal posición mayo para soja en el CBOT escaló 7.6% entre el lunes 16 y ayer, con un rally de tres jornadas consecutivas -jueves, viernes y lunes- con subas en torno a u$ s 7 en cada rueda. Aunque este martes la tendencia es bajista y casi al cierre de las operaciones el contrato retrocede u$ s 2.57 (0.8 %).
Estará por verse -advirtió Adreani- si la recuperación es un ajuste coyuntural o una estrategia de los Fondos de Inversión que pueden estar viendo el bajo precio de los alimentos “y que a la salida de esta crisis, tarde o temprano, los precios se van a recuperar”.