Es verdad que en los últimos años ha disminuido notablemente la cantidad de caballos pura sangre alojados en el hipódromo de la capital santafesina y también es verdad que desde 2015 a la fecha, las carreras en el hipódromo de Las Flores han caído a tal punto en en la temporada 2019 solamente se concretaron seis reuniones, contra las 22 de 2013.
De todas formas y con alrededor de 160 ejemplares alojados en el hipódromo, son más de 1100 personas las que trabajan en forma directa e indirecta con ellos. De este número, se desprenden los que si o si deben estar presentes en el día a día para suministrarle los elementos esenciales para su supervivencia (agua, comida, aseo del box y lógicamente atender a las situaciones que se presenten, como golpes o enfermedades), de ahí que con la cantidad de caballerizas afincadas en nuestra ciudad, mínimamente 40 personas tienen que estar pasando la cuarentena, dedicados a la atención de los mismos.
Pista abierta
Las puertas del hipódromo se abren desde las 6 y antes del mediodía se cierran hasta el día siguiente, por lo que el personal tiene ese tiempo para realizar sus actividades.
“Tengo 20 caballos a mi cuidado, estoy yendo por la mañana, a las 6 ya estamos en el hipódromo, las puertas y la cancha están abiertas, algunos caballos los vareamos y estamos hasta las 11, luego nos retiramos, por la tarde van los peones que en su mayoría viven en la zona (Barrio Cabal y La Loma)”. destacó Hugo “Valdi” Faget, uno de los entrenadores de nuestra ciudad.
Luego agregó “Desde el Jockey Club nos dieron un permiso para circular, pero el mismo no está firmado, medio que estamos a la deriva en esto. El personal del hipódromo no concurre a trabajar, solamente un empleado (Lucas) que tiene caballos cuidando ahí, en la semana nos juntamos con otros cuidadores e hicimos una colecta para comprar combustible”. En cuanto a la situación de la actividad apuntó “venimos muy mal, estuvimos parados dos meses in poder viajar a correr a los máximos por un brote de anemia infecciosa equina, ahora que estamos acomodándonos pasa esto, para colmo el año pasado se corrieron muy pocas reuniones y con esto es difícil poder atraer propietarios para recuperar la actividad”.
“Al stud no voy, se complicó mucho esto porque tengo poco más de 40 peones, logré que se quedaran seis, que hacen ahí la cuarentena, ellos se tienen que encargar de 100 caballos y es realmente muy difícil esto‘. Roberto Pellegatta, entrenador de Bs. As.
Sin actividad
Las Flores había fijado como fecha inaugural de la temporada 2020 el domingo 15 de Abril, en la cual se disputaría el clásico Aniversario sobre la distancia de 1400 metros. Pero el comienzo de la pandemia de coronavirus afectó la concreción de la misma. De esta manera y en base a los tiempos que se avizoran con respecto a esta situación, sumado a lo que demanda poder tener a punto un pura sangre para la alta competencia es realmente incierta la fecha en la cual se puede retornar a la actividad.
“Estamos viendo si podemos abrir la cancha”
El entrenador rosarino, Facundo Cabrera, habló sobre la situación que se vive en el hipódromo Independencia: “En Rosario se cerró la cancha el jueves 19. Podemos entrar al predio del hipódromo y atender los caballos, pero yo como medida de seguridad, de los cuatro peones que tengo, dos van por la mañana y los otros dos por la tarde, ellos sacan los caballos a caminar una vueltita por la arena y de nuevo adentro”.
Luego agregó “Estamos viendo con la gente de la Gremial para ver si podemos abrir la cancha para que los caballos vareen y de ahí los jockeys y vareadores puedan llevarse un pesito, porque ellos si no trabajan no cobran”. Finalmente y cuanto al momento destacó “está muy difícil poder sobrellevar esto, pero hay que entender que es una pandemia mundial y no se puede hacer otra cosa”.
Aldasoro “Bajarles la avena”
El entrenador Alberto Aldasoro del hipódromo de La Plata manifestó “Al no estar abierta la pista los animales están dentro del box sin poder salir, ni a caminar se puede, por eso es conveniente bajarle un poco la ración de avena, no así la de pasto, cuidarlos como siempre, pero sin sacarlos a ejercitar a la cancha, de esta forma nos estamos manejado en el stud”. Para cerrar aclaró “el permiso que tenemos es para atenderlos en los requerimientos de comida y de salud, no más que eso”.