El motor nunca para
El motor nunca para
IGNACIO
“Crespo de por sí es tranquilo, pero hoy cuando me desperté parecía mucho más y eso que estoy alejado del centro urbano. Como la ley me lo permite por ser un profesional de la agronomía, salí a recorrer los lotes de soja de mis clientes. Lo poco que vi de la ciudad, fue que estaba mucho más tranquila que de costumbre. Cuando llegué al campo me crucé con el camión que lleva alimento a las granjas, más allá una pulverizadora tratando una soja, del otro lado un tractor pasando el disco a un rastrojo de maíz y hasta uno desparramando urea seguramente a algún verdeo recién sembrado. Y le presté atención, como nunca. Y me di cuenta de que esto pasa todos los días. El motor de Argentina nunca para, y no hace ruido, no se escucha en la ciudad. Solos como loco malo siguen trabajando, para que los argentinos coman y el país recaude, sea el gobierno de turno que sea. En pandemia o en Navidad, siempre el campo sigue. Pero nadie va a salir al balcón a dar un ‘aplausazo’ por el campo. Somos los antihéroes que ‘contaminamos’ al mundo con glifosato. ¿Por qué el gobierno dejó que siga la producción? Porque nos necesitan, pero en silencio, calladitos y laburando. Y si nos quejamos de algo, seguramente volveremos a ser los oligarcas que protestamos en 4x4”.
Cuidados
BEATRIZ
“Quiero saber qué medidas pueden implementar, ante esta emergencia mundial por el Covid 19, con cada ejemplar del diario. Es todo un transmisor de virus, ya que lo toca un montón de gente: el diariero, lo ponen en el piso en las distribuidoras, etc., etc. No queremos vernos obligados a dejar de comprarlo, ya que al ingresar a nuestros hogares, lo tocamos, apoyamos en las mesas y están ingresando virus. Me permito acercarles una sugerencia: que el diario venga en una bolsa sellada y así podemos desinfectarla antes de abrirla. Esperamos rápido una solución. Gracias”.