Vignatti muchas veces reconoció entre amigos: “Hace cuatro años fue el único 9 que tenía ganas de jugar a Colón”. Eran tiempos de un club hundido en el Salvataje y a cuatro puntos de irse al descenso.
El Litoral La familia acompaña . La postal familiar del Sungui Ismael Blanco, ahora en una cuidad al norte de Atenas, la capital de Grecia. Dice que cada decisión que toma, como la de volver de Ecuador a Colón en el 2016, se charla siempre en familia. Es su segundo paso por el fútbol helénico, luego de varias temporadas exitosas en el poderoso AEK
El 30 de junio de 2016, José Néstor Vignatti se sentaba con el micrófono para presentar a Paolo Montero como DT. Colón le debía a cada santo un paquete de velas, estaba en Salvataje, dependía de una Jueza y arrancaba a cuatro puntos de irse al descenso. El 15 de agosto, un mes y medio después, el club anunciaba la vuelta de Ismael Blanco desde Ecuador.
El histórico dirigente gritaba a los cuatro vientos: “Colón perdió credibilidad en el mercado de pases. No quiere venir nadie, se espantan por el Salvataje, no quieren cobrar en Juzgado”. Y luego, cuando las aguas se calmaron, Vignatti admitiría en la
famosa mesa chica: “El único 9 que quiso venir fue el Sungui Blanco”.
—Cuando volviste a Colón, en el 2016, el club estaba fundido y a cuatro puntos del descenso
—Me acuerdo perfectamente de todo
—¿Te dijo alguna vez Vignatti que el único “9” que dijo sí fuiste vos?
—Vignatti nunca me lo dijo en la cara, aunque sí lo escuché muchas veces. Pero el presidente no me lo expresó personalmente. Yo sabía a lo que venía y sabía por lo que estaba pasando el club con el descenso y las deudas.
—¡Y te viniste igual!
—A mí no me importó nada, yo pensaba en positivo, en dar lo mejor. Siempre tuve la idea de volver a Colón, era un sueño y un objetivo por cumplir. Tomamos la decisión con la familia para salir de Ecuador, donde tenía todo servido en bandeja para seguir y con mucha comodidad en todo sentido. Era el momento de volver al club, antes me habían llamado y no se podía. En ese momento, con la decisión tomada, muchos me preguntaban si estaba seguro de lo que estaba haciendo. Y varios me decían que estaba loco en volver por como estaba Colón. Yo siempre le pongo confianza y fe a todo.
—Al final te salió bien
—Volví con mentalidad positiva y las cosas salieron bien, estoy muy agradecido. Salimos de las tablas de abajo y clasificamos a una copa. Mal o bien como esté Colón, yo quería volver. Le agradezco al club por abrirme las puertas.
—¿Cómo viviste la historia de Colón en la Sudamericana?
—Fue increíble lo de la Copa, lo de la gente fue espectacular, muy groso de verdad y nunca visto en el mundo. Fue una lástima y algo muy triste porque no lo ganamos, pero el fútbol tiene estas cosas. Ese título es algo que esperamos todos los colonistas.
El Litoral Una camiseta más. Su nueva pilcha, la del A.O. Egaleo, en la tercera división del fútbol de Grecia. Las canchas son chicas y los campos de juego son malos, para colmo ahora llueve y están barrosas , avisa el Sungui en esta charla con El Litoral. Por lo visto, hay Ismael Blanco para rato.
Una camiseta más. Su nueva pilcha, la del A.O. Egaleo, en la tercera división del fútbol de Grecia. “Las canchas son chicas y los campos de juego son malos, para colmo ahora llueve y están barrosas”, avisa el “Sungui” en esta charla con El Litoral. Por lo visto, hay Ismael Blanco para rato. Foto: El Litoral
—Por lo visto “te tira” Colón...
—Siempre estoy en contacto con amigos, ex compañeros, me quedan algunos pocos en el plantel porque hay nuevos, pero siempre con familiares y conocidos.
—Soñar con la Copa fue descuidar el promedio...
—Lo que pasó ahora es increíble, pensar que antes del cambio de entrenador estábamos en descenso y ahora estamos afuera de todo. ¡Si quieren suspender el torneo que lo suspendan nomás, ya estamos salvados! (se ríe...). Es increíble el cambio: a Eduardo lo tuve, lo conozco, es un trabajador y le pone mucho tiempo al plantel. Está siempre pendiente de todo. Estar ahí, en el descenso, es angustiante y feo.
—No es que te quiera “jubilar” pero ya son 37 “pirulitos”...
—Sí, pero recién cumplidos...jeje...(N. de R.: nació el 19 de enero de 1983 en Santa Elena, provincia de Entre Ríos)
—Colón, Paraguay, Bahía Blanca, Grecia, México, Polonia, Alemania, Lanús, Ecuador, Tucumán, Santiago y ahora de nuevo Grecia...
—A esta altura y con la edad, las curvas vienen bajando. Le tengo muchas ganas a la pelota todavía, paso en el fútbol día a día. Tengo ganas, no se cuándo será el final y ese día diré basta. La familia aguanta, me cuido en las comidas...no me vuelvo loco pero hago lo que corresponde.
—¿Cómo te imaginás el día después del retiro?
—Me ofrecieron ser representante de jugadores, mánager de algunos clubes, ser entrenador. Te ofrecen de todo. Pero sigo jugando y no se qué responder. Te dan ganas de seguir jugando porque me siguen llamando. Aporto experiencia, le hablo a los más chicos cuando las cosas no salen, porque uno ya las pasó a todas.
—¿Y entonces qué pensás?
—Hoy no pienso en nada porque sigo siendo jugador de fútbol.
513 Partidos. Son los que jugó Ismael Blanco en el profesionalismo, con su debut en Colón y dos pasos más con la camiseta sabalera. Entre todos los clubes llegó a los 169 goles por ahora.. Con la sangre y luto, entre los tres ciclos, jugó 72 partidos y marcó 18 goles en total.