Las estructuras empiezan a crujir. Y no se salva nadie. Si caen los poderosos, ¿qué opción podrán tener los más débiles? La parálisis que vive el deporte internacional por la pandemia del coronavirus está modificando calendarios y vaciando las arcas, por lo que las alarmas empiezan a sonar en el fútbol internacional: “la burbuja” puede explotar. Sucede en muchas disciplinas, pero el fútbol, acostumbrado a una dinámica de “gastar por encima de las posibilidades”, aparece como uno de los deportes más afectados.
El desplome se ve en las tesorerías, pero también en los mercados: tras alcanzar el pico máximo valoración en las bolsas, los clubes europeos ya recortaron su valor en un 45 por ciento. Las rebajas, los ajustes y la suspensión de contratos están a la orden del día. ¿Podrá seguir Lionel Messi en Barcelona?, ¿será el punto final para la estadía de Cristiano Ronaldo en Juventus? En una temporada 2019/20 que no sabe si tendrá campeones, el panorama para el próximo año es una incógnita.
En este contexto, la FIFA está trabajando en los detalles de un “Plan Marshall de fútbol” para hacer frente a las consecuencias financieras de la pandemia de coronavirus, que casi con certeza les hará caer sus reservas en más de mil millones de dólares, según consigna la agencia Reuters.
Esta situación amenaza con interrumpir y perjudicar la capacidad de las asociaciones que componen la FIFA y otras organizaciones de fútbol, como ligas y clubes, para desarrollar, financiar y ejecutar actividades de fútbol en todos los niveles del juego, incluidos profesionales, no profesionales, juveniles e infantiles. “Se prevé que en muchas partes del mundo, un número considerable de personas involucradas en el fútbol, incluidos hombres y mujeres, quedarán en condiciones económicas extremadamente difíciles”, señalan desde FIFA. Por eso, creen que deberán “ayudar a los necesitados”. El formato exacto y los detalles de esta asistencia aún no se han decidido, pero esta semana se realizarán más consultas con las asociaciones de la FIFA, las confederaciones continentales y otras partes interesadas. La FIFA busca salir al rescate antes del colapso.
“Hemos visto cómo algunos de los clubes más grandes del mundo, como Barcelona, Bayern Munich y Juventus tomaron medidas para reducir sus costos. Hemos tomado la difícil solución, para proteger los empleos, de reducir la remuneración de 550 empleados y directores de abril y mayo en un 20 por ciento”, explicaron desde Tottenham, el último equipo europeo en anunciar rebajas de los salarios. Eso sí, la medida de ajuste todavía no alcanza al plantel profesional encabezado por el portugués José Mourinho e integrado por los argentinos Paulo Gazzaniga, Giovani Lo Celso, Juan Foyth y Erik Lamela.
El lunes fue el turno de Barcelona, que confirmó recortes del 70 por ciento en su estructura deportiva, mientras que Juventus fue más allá y se plantea desprenderse de Cristiano Ronaldo. El club más fuerte económicamente de Italia y también el más ganador, se plantea la posibilidad de vender a su máxima figura, acosado por los problemas financieros que desencadenó la pandemia de coronavirus.
En ese contexto, la crisis generada por el Covid-19 llevó a la Juve a reducir los salarios del plantel, que serán recortados en marzo, abril, mayo y junio de este año, lo que le permitirá ahorrarse 90 millones de euros, aunque “eso no es suficiente”, según informó Il Messagero. La publicación, incluso, señala que una de las soluciones para el club podría ser desprenderse de Ronaldo, el jugador más caro del equipo. “El daño económico que sufre la Juve en esta crisis tendrá repercusiones muy graves en sus arcas. La directiva del club tiene tres opciones para resolver el problema del alto salario del portugués: venderlo al exterior por 70 millones de euros, dejarlo en el equipo pero sin renovarle el contrato que expirará en junio de 2022, o que el jugador acepte reducir sus ingresos durante el tiempo lo que le resta para finalizar su contrato”, publicó Il Messagero.
En Barcelona, el presidente Josep Maria Bartomeu explicó por qué el club catalán no va a la quiebra en este momento, aunque sí puede complicarse el panorama en junio: “Por ahora no entraríamos en quiebra. Pero si hasta junio no se hubiese restablecido nada, pues habría pérdidas. El club debía tener 1.050 millones de euros. Hasta febrero llevábamos un ritmo superior al que habíamos previsto. Era el ritmo más alto de la historia. Ahora se ha parado. Si no restablecemos la normalidad, evidentemente habrá unas pérdidas. Y por eso estamos haciendo las reducciones”.
Los contratos que vencen en junio: el dilema
La FIFA, que firmó un acuerdo de colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), podría aportar en el futuro un fondo común para los clubes. “La plata va a llegar y ojalá sea a través de las confederaciones continentales, como por ejemplo la Conmebol. Así se puede repartir en forma equitativa a todos los clubes sudamericanos”, según le explicó recientemente a La Nación el abogado uruguayo Alejandro Balbi, quien además de ser vicepresidente de Nacional (Montevideo) integra el comité de accionistas del fútbol en FIFA.
Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, dijo en una entrevista con La Gazzetta dello Sport, de Italia, que primero está el tema sanitario: “La salud lo primero, luego el resto. Y el resto, para los directivos, significa esperar lo mejor y estar listos para lo peor, sin pánico, vamos a decirlo claramente. Jugaremos de nuevo cuando podamos hacerlo sin poner la salud de nadie en riesgo. Las federaciones y las ligas deben estar listas para seguir las recomendaciones de la OMS”.
Los expertos en derecho deportivo descuentan que en los próximos días la FIFA tomará una decisión sobre los contratos para evitar una desbandada general de futbolistas hacia los clubes más poderosos y con billetera más generosa. Nadie descarta que no haya prórrogas automáticas hasta la finalización de los torneos, por ejemplo.
Suspensión de puestos de trabajo en España
La prensa española habla de una “avalancha de ERTE”, en un salvataje que afecta a todos los clubes, sin distinción de deporte. Las solicitudes llegan desde el fútbol, el básquetbol, el handbol y el hockey sobre patines. Al igual que otras empresas españolas, se conoció que Barcelona anunció recientemente un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que es un mecanismo de suspensión masiva de puestos de trabajo, que puede incluir una reducción de la jornada laboral para paliar la crisis del coronavirus. El club catalán estima que dejará de ingresar unos 100 millones de euros mientras dure el estado de alarma decretado el 14 de marzo último.
Atlético Madrid y Espanyol tienen sobre la mesa esta opción, pero la lista es más amplia en las categorías de ascenso y el fútbol femenino. El diario deportivo As recopiló solicitudes de equipos de fútbol de Segunda B y la liga femenina, dos de los sectores más afectados. La intención de acogerse a un ERTE va de la mano de una idea de “garantizar la viabilidad” de los clubes.
Reglas más flexibles en la estricta Bundesliga
El objetivo de la Bundesliga es terminar la temporada antes del 30 de junio, mientras que aún quedan en total, contando la Copa alemana, 14 duelos por jugar: 9 de liga, 2 del repechaje por la permanencia/ascenso, semifinales y final de Copa, y un partido atrasado en la Bundesliga. Terminar la temporada es vital para el fútbol profesional, privado de todo tipo de ingresos desde el parate de las competiciones. Jugar, aunque fuese a puerta cerrada, aseguraría al menos el cobro de los derechos de TV, principal fuente de ingresos para los clubes de Primera División.
Sin público en las tribunas, dirigentes de la federación alemana avisaron a los clubes que deberán contemplar en su contabilidad la posibilidad de no tener ingresos por venta de entradas durante varios meses. Para ayudar a los clubes en dificultades, la DFL suavizará las reglas de control de la gestión. Si un club cae en cese de pagos, la sanción habitual de pérdida de 9 puntos no será aplicada.