Por Dr. Mario Pilo
Por Dr. Mario Pilo
Les comparto algunos crudísimos conceptos de Carlos Spagni, periodista: “Cada vez más el pánico está generando irracionalidades, asimetrías que no podrán corregirse en años. Van a morir muchos más jóvenes en situaciones de vulnerabilidad, calle, villeros que ‘viejos protegidos’.
Los barrios del conurbano bonaerense, como las favelas de Brasil, por ejemplo, no tienen controles sanitarios, ni la policía entra, ni es posible el aislamiento. El contagio les llegó aun poco, porque viven aislados del mundo desde el nacimiento, pero puede llegar a ser una peor tragedia aún. Allí reside, vive, sobrevive, sin agua ni sanitarios. Casi un 30 % del país. Hacinados.
Los supermercados de la zona ya retiraron electrodomésticos, bebidas y otros insumos. Es decir, prevén saqueos, con inevitables muertes.
No hay soluciones a la vista, por lo menos en 2020. Resistir y sobrevivir...
¿Qué sentido tiene, en esos lugares, en que pocos piensan, en todo el año y los años, aislarlos en sus, llamémosle domicilios, sin puertas, pegados a familias pobres, que tienen decenas de hijos y parientes, en general con graves problemas de nutrición, en el aparato respiratorio...?, ¿será el efecto radiación de Chernobyl?”.
Y yo agrego: Buenos Aires tiene el 60 % o más de infectados. Es muy ilógico pedir que respeten el federalismo del interior, y que no se reciba a nadie que venga de Buenos Aires (que nunca fueron muy buenos), por 90 días. “Hay que pasar el invierno”, decía el ministro de Economía Alsogaray. Es lo que hizo Chubut, única provincia sin casos... aún.