En enero del año pasado, Colón sacudía el mercado de pases del fútbol argentino y “le compraba” al ídolo histórico de Atlético Tucumán: Luis Miguel Rodríguez de muchos goles y 34 años. Al estilo Bochini o Alonso, el “Pulga” —más allá de esa salida a Newell’s— era hombre de una sola camiseta. Lo que parecía imposible...Vignatti lo hacía real con dinero.
Por ese entonces, el presidente Mario Leito —por momentos mal tratado por los hinchas del “Decano” por dejar ir al ídolo máximo de la historia— dejaba frases en caliente:
— 1) “¿Cómo no voy a tener dolor con la salida de alguien que lo protegí tanto y triunfó como lo hizo el Pulga? Claro que me duele”
— 2) “Nos llamó pidiéndonos la posibilidad de su salida por una propuesta económica que lo salvaba de por vida a él y a su familia”
— 3) “No estaba en nuestros planes vender ni prestar al Pulga, se lo dijimos, pero él estaba muy firme. Al principio me planteó la posibilidad de irse a Chile y después se dio lo de Colón”
— 4) “Siempre intentamos darle un poco más de lo que pedía y lo terminábamos convenciendo, pero esta vez lo vi muy firme y pidiendo por favor que lo apoyemos después de 11 años en el club”.
— 5) “Conozco perfectamente cómo termina esta película. Estoy seguro que el Pulga en algún momento va a volver y se va a dar cuenta que se equivocó”
Pero acaso, hubo una frase de Mario Leito en ese momento de temblor que fue la más sincera de todas al perder al ídolo: “Es muy difícil decirle al hincha que se va por plata, todos lo ocultan y esa dificultad es la que tiene el Pulga Rodríguez”.
—Pasaron 15 meses ya de ustedes sin el “Pulga”
—¿Qué se puede contar ahora, en frío?
—Del pase del “Pulga” a Colón, algo que no pudo explicar en caliente el año pasado
—Es una historia bastante interesante, pero no te la puedo contar, no puedo contar la verdad. Porque contarte ésto va a desatar muchas polémicas. Como es una etapa terminada, entonces la verdad es que no quiero remover sobre esta parte del pasado.
—Porque muchas veces hay cosas que no le quedan muy claro al hincha y yo las conozco perfectamente.
—Respeto su postura pero no me termina de cerrar lo que me dice
—Te entiendo. Mirá, yo guardo las respuestas, las charlas, tengo los mensajes, tengo todo... Pero como somos buena gente, muchas de las cosas no las hicimos trascender o bien no la hemos contado.
—¿Cómo es su relación con José Vignatti?
—La relación con Vignatti es muy buena, como tengo con todos los presidentes del fútbol argentino, por ahí con algunos un poco más.
—¿Y con el “Pulga” después de su salida?
—Con el “Pulga” también, lo ví hace algunos meses antes de empezar el torneo en Tucumán y la relación con ellos es excelente. Digo ellos, porque es con él y con su hermano, que también fue jugador nuestro y que es el verdadero “Pulga”, porque Miguel es el Pulguita. Con ellos dos tengo buena relación.
—Después de Gallardo en River, los dos entrenadores que más duraron en un mismo club son Zielinski ahí con ustedes y Madelón acá...
—Sí, la leí varias veces a esa estadística
—¿Lo sorprendió la salida de Leo Madelón de Unión?
—¿La verdad? Lo de Madelón llamó mucho la atención que se haya ido. Con gente del fútbol estábamos hablando del tema de Madelón, que había estado prácticamente desde el ascenso en el club, con un solo parate cuando se fue a Belgrano.
—¿Qué impresión le genera Luis Spahn?
—Tengo buena relación con Sphan. Es un dirigente bastante ordenado, parece una persona muy recta y muy seria. Lo tiene muy ordenado al club, sino está saneado debe andar por ahí porque cumple con las obligaciones al día. Es medido, me parece buen tipo. Se nota que es buena gente.
Desde que empezó a presidir a Atlético Tucumán, en el año 2008, Mario Leito es uno de los dirigentes más importantes del interior, respetado y considerado por muchos, entre ellos “Chiqui” Tapia y Marcelo Tinelli.
—No es fácil llegar siendo del interior
—Lo que pasa es que hay que ir, viajar, estar allá, relacionarse
—En algún momento, por ejemplo, lo hizo Germán Lerche en Colón
—No viví tanto esa etapa, creo que compartí algo en el período 2009-2010 en Comité Ejecutivo y nada más
—¿Qué sensación le generaba Lerche?
—Yo notaba que, a través del tiempo, había perdurado su relación con Julio Humberto Grondona, por la cual tenía mucha incidencia de lo que pasaba. Es más, por esos tiempos tanto Germán Lerche de Colón como Mario Contreras, presidente de Godoy Club, tenían mucho peso.
—Hasta que llegó el final...
—La verdad, el desenvolvimiento de él en Colón no lo tengo muy en claro... Aunque sí sabía de los problemas que había tenido en Santa Fe cuando se fue del club.
“Entre el VascoAzconzábal —que estuvo dos años— y Ruso Zielinski, hubo un paso importante de Pablo Lavallén, fundamentalmente en la Copa, como pasó ahí en Colón”. Mario Leito, presidente de Atlético Tucumán