Por Lic. Budiño Juan
Por Lic. Budiño Juan
Hoy, que los tiempos no son fáciles, me encuentro escribiendo esta carta atravesado por una pandemia, un virus que se pasea por las calles.
Una vez más, la salud se pone su traje de superhéroe y sale a combatir.
Esta carta va dirigida a esa parte de la salud que trabaja incansablemente y tan de cerca esta pandemia: mis queridos enfermeros/as.
A ellos les envío fuerzas para que una vez más sean los encargados del bienestar de los pacientes, para que no se olviden de esa relación tan nuestra, tan suya, esa relación de apego y empatía que mantuvo felices a los pacientes, para que la paciencia no falte, y nuestra labor brille como siempre.
Esta vez nos toca estar un poco más lejos, ya no se puede estrechar una mano, dar el abrazo de recuperación , un abrazo de apoyo a las familias, pero igualmente estaremos ahí firmes como siempre. Sé que esta parte nos costará pero debemos hacer el esfuerzo.
Yo sé que será difícil, una vez más, dejar a nuestras familias, a nuestros hijos, en una situación tan vulnerable, por nuestro trabajo. Para eso envío fuerzas y les recuerdo que nos caracteriza la empatía, la solidaridad y la entrega de vida. ¡Yo sé que ustedes pueden!
Nosotros, junto a las autoridades, junto al personal de limpieza -y acá me detengo a destacar que hoy la limpieza y la desinfección son la vedette de esta pandemia y son la vacuna que aún no tenemos-, junto a los camilleros que día a día trasladan a los pacientes; junto al personal administrativo y división de personal -que sin ellos la gestión de los recursos materiales y humanos no serían posible-, junto a la división de mantenimiento que nos solucionan los problemas de todos los días; al personal de seguridad que nos cuidan y contienen; junto al equipo de farmacia (medicación-productos médicos); junto al servicio de alimentación que hace posible el aporte nutricional de cada paciente en recuperacion; junto al personal del conmutador, que hacen posible la comunicación efectiva; junto a la ayuda de los médicos que aportan sus conocimientos para llevar a cabo las diferentes medidas; junto a todo el personal del hospital (porque todos y cada uno de ellos son eslabones esenciales)... necesitamos de todos para poder vencer esta pandemia.
Confío en nuestro sistema de salud, en los tres niveles de atención, estoy seguro que daremos lo mejor y juntos lo lograremos.
No puedo, una vez más, no agradecerles a todos por semejante labor y dedicación. Cuando todo pase, estrecharemos las manos y nos daremos el abrazo que hoy tanto necesitamos...
Me despido citando a la admirable “Florence Nightingale” “Lo importante no es lo que nos hace el destino, sino lo que nosotros hacemos de él”. Cambiemos el destino colegas y compañeros. Los abrazo con el alma.
(*) Lic. en enfermería. Actual representante en el Consejo de Administración del Personal no Profesional del Nuevo Hospital J. B. Iturraspe.