Frente a la crisis que despertó la aparición del Covid-19, tanto el gobierno nacional como los gobiernos provinciales han tomado medidas de emergencia. Si bien son las correctas para la contención del coronavirus según el comité de especialistas, su implementación ha sembrado incertidumbre sobre el amplio y desigual escenario económico argentino. En lo que refiere al sector educativo, la decisión de cesar las clases fue adecuada para prevenir el contagio masivo, pero dejó en el aire a los trabajadores. Autorizando el cierre de las instituciones educativas, docentes, asistentes, personal administrativo, acompañantes terapéuticos, entre otros, han quedado por fuera de su habitual circuito laboral y de su consecuente fuente de ingresos. Así, el actual contexto pandémico dejó al desnudo la fragilidad que reina desde hace tiempo en la realidad educativa. Tal evidencia fue recogida por un informe, recientemente elaborado por el Observatorio Argentinos por la Educación, donde se indica una creciente reducción salarial docente frente a la inflación durante los últimos 10 años.
El documento “¿Cuánto gana un docente en Argentina?”, con autoría de Javier Curcio, subdirector del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, muestra la evolución, entre 2009 y 2018, para el cargo de maestro de grado de jornada simple con 10 años de antigüedad del sector estatal para las 24 provincias. En promedio, los salarios docentes ajustados por inflación disminuyeron 12,8%. En 21 provincias, la variación nominal del salario quedó por debajo de los aumentos de precios. La mayor reducción se dio en Santiago del Estero (-45,5%), seguida de Santa Cruz (-42,0%) y Chaco (-28,5%). También hubo caídas significativas en Corrientes (-22,6%), Tierra del Fuego (-22,0%), La Pampa (-21,8%), Catamarca (-21,3%) y La Rioja (-20,0%). En Río Negro (-0,9%) y Mendoza (-1,0%) las remuneraciones se mantuvieron casi constantes. Y sólo tres jurisdicciones donde hubo mejoras: San Luis (+14,3%), Salta (+13,6%) y Tucumán (+3,4%).
Invertir más para mejorar
Sobre la necesidad de estabilizar el escenario, el autor del informe planteó que “es muy importante acordar criterios de actualización salarial adecuados y coordinados para asegurar la existencia de servicios educativos universales de calidad a lo largo y ancho del país”. “Este instrumento, junto a otros, es central para avanzar hacia una educación inclusiva y de calidad que se constituya como igualadora de oportunidades y palanca para el desarrollo”, señaló Curcio.
Entre las diferencias salariales por provincias, se pone de ejemplo que, en Santiago del Estero, los docentes comprendidos en el informe tenían un salario de $ 13.291, mientras que los de Salta ganaban el doble. Similar situación a la de Mendoza, donde los docentes ganaban $ 21.045, mientras que en San Luis la cifra era un 48% más alta.
En ese sentido, Juan Doberti, docente e investigador de la UBA consultado sobre el informe, indicó que los salarios “constituyen el componente más importante del gasto educativo”, dado que “se trata de una actividad intensiva en mano de obra”. “El estudio de las remuneraciones docentes resulta imprescindible para el análisis de alternativas de mejoramiento del financiamiento de este sector, ante las enormes disparidades fiscales y sociales del país”, advirtió el catedrático.
En la región Centro, la mayor caída del poder adquisitivo del salario docente entre 2009 y 2018 se dio en Santa Fe (-15,0%), seguida de la provincia de Buenos Aires (-12,8%). También hubo reducciones en la Ciudad de Buenos Aires (-8,9%), Entre Ríos (-8,0%) y Córdoba (-5,6%).
En el NOA, hay dos provincias donde aumentó el poder adquisitivo del salario docente entre 2009 y 2018: Salta (+13,6%) y Tucumán (+3,4%). Sin embargo, también se registraron caídas significativas en Catamarca (-21,3%) y La Rioja (-20,0%), seguidas de Jujuy (-13,3%).
En el NEA, el salario docente vio reducido su poder adquisitivo en todas las provincias entre 2009 y 2018. La mayor caída se dio en Santiago del Estero (-45,5%), seguida de Chaco (-28,5%), Corrientes (-22,6%) y Misiones (-18,3%). La reducción fue menor en Formosa (-4,3%).
En Cuyo también se ven grandes disparidades. Mientras que en San Luis aumentó un 14,3% el poder adquisitivo del salario docente entre 2009 y 2018, en San Juan, en cambio, se registró una caída del 19,3%. En Mendoza, el nivel de las remuneraciones se mantuvo casi constante (-1,0%).
En la Patagonia, la mayor caída del poder adquisitivo del salario docente entre 2009 y 2018 se dio en Santa Cruz (-42,0%). También hubo reducciones significativas en Tierra del Fuego (-22,0%), La Pampa (-21,8%) y Chubut (-14,7%). En Neuquén la caída fue más moderada (-4,8%), mientras que en Río Negro el nivel de las remuneraciones se mantuvo casi constante (-0,9%).
En Santa Fe, el salario docente del cargo de maestro de grado de jornada simple con 10 años de antigüedad, ajustado por inflación, cayó 15,0% entre 2009 y 2018. Mientras que, entre 2016 y 2018, el salario de los maestros santafesinos experimentó una disminución del poder de compra del 10,7%, medido por cantidad de canastas básicas regionales.
Virus, salarios y tareas: los puntos sobre las íes
Hay otros ítems inherentes al contexto de pandemia. La disposición “sin clases” choca con la sugerencia “no son vacaciones”. A lo largo del país, los docentes no interrumpieron su trabajo, continuando las tareas a fuerza de malabares en los tiempos familiares, ingenio en la adaptación de formatos pedagógicos y pragmatismo en el sostén de los comedores y copas de leche. Motivos que hicieron eco en los reclamos gremiales para que se otorgue un aumento excepcional en el sector.
En la provincia de Santa Fe la situación es un poco más acuciante, ya que las demandas del sector tienen en cuenta la suspensión de las paritarias por el salario 2020. A ello se agregó el reciente ensayo del gobernador Perotti sobre la emisión de cuasi monedas como una alternativa “interesante” para el pago de sueldos. Las declaraciones provocaron la respuesta inmediata de parte de Amsafe, que en un comunicado agregó dos “íes” más a la declaración del Ejecutivo: “irracional e insensible”. “Las cuasi monedas impactan negativamente sobre las expectativas económicas de los docentes y sus familias y se convierten en una amenaza”, apuntaron desde el magisterio.
Aún más grave es la situación en la que se encuentran los docentes remplazantes; un sector espectral, que no pertenece ni al mundo de la estabilidad ni al mundo de la informalidad. Allí, las agrupaciones reclaman el pago del proporcional de vacaciones 2019, la inclusión en los destinatarios del Ingreso Familiar de Emergencia y la continuidad en la cobertura médica.
En provincia de Buenos Aires, durante el fin de semana, el gobernador Kicillof resolvió incorporar a las tareas educativas a docentes y auxiliares suplentes, junto a los contratados del plan FINES, lo que implicaría unos 10 mil pesos mensuales, con aportes previsionales y obra social. Entendiendo que la anormalidad continuará sin la cuarentena, se espera que este sea un primer paso al que las demás provincias puedan acoplarse. Será, también, el turno de cada gobierno provincial realizar los reclamos pertinentes para que así suceda.