Mientras llegan los insumos de refuerzo para atender la pandemia, Pablo Jamezuk, instrumentador quirúrgico del Cemafe, encontró una alternativa para confeccionar barbijos que los empleados del efector pueden utilizar, por ejemplo, en el transporte público. En diálogo con El Litoral, el profesional explicó que “por la dificultad para conseguir los insumos”, se les ocurrió “usar los camisolines, que son descartables, para generar un barbijo de cuatro capas hemorrepelente”.
“Se utiliza una pistola de cauterizar y queda plenamente sellado sin costuras ni nada, pero se puede hacer con un soldador de estaño o cualquier herramienta de calor porque la friselina lo que tiene es la particularidad que con calor se sella”, relató. “Lo único que le faltaría -agregó- son las tiritas y como son descartables se puede usar una bandita con una abrochadora”.
En cuanto al uso que les darán, informó que los comparten con “algunos compañeros que tienen que viajar en colectivo y se exponen mucho porque en el transporte es muy difícil mantener la distancia; pero también los usamos nosotros acá, este fin de semana los vamos a utilizar y durante toda la emergencia sanitaria se van a utilizar”.