La ex modelo devenida en figura del trap argentino está presentando su nuevo single y video “Ay Fooo”, anticipo de la presentación conceptual de su último álbum. En diálogo con El Litoral, la artista contó sus búsquedas estéticas.
Gentileza producción Preizler junto al elenco del videoclip de la canción Ay Fooo , una turba que la juzga como bruja.
Naomi Preizler presenta su nuevo single y video “Ay Fooo”, el bonus track de su último disco “Fina & Lady”, material el cual será presentado oficialmente el 4 de junio en la porteña Ciudad Cultural Konex como una obra conceptual titulada “Hotel Fina & Lady”. La canción, que surgió como respuesta de esta joven artista que pasó del mundo de la moda a la música a una agresión por redes sociales, devino a pedido del público en single con videoclip incluido.
Aprovechando la ocasión, El Litoral dialogó con ella para adentrarse en el universo estético integral de una creadora que se mueve en los márgenes de lo esperado.
Bruja que perrea
—“Ay Fooo” salió ya desde el nombre de una crítica que te hicieron y lo convertiste en una canción.
—El año pasado recibí unos mensajes de una chica de Puerto Rico. En realidad nunca le presto atención a esos mensajes, pero me llamó la atención la expresión “Ay Fooo” y el lenguaje que era muy centroamericano, palabras como “mai” y “pai”, como dice la canción, que tiene ese lenguaje. Repetía mucho “Ay Fooo” y yo no sabía lo que era. Lo empecé a replicar porque me dio gracia, hasta que ella me dijo que significa “qué asco”. A todos mis seguidores les gustaba mucho, se rieron mucho con los mensajes.
Estaba súper inspirada en mi casa, armé un tema rápidamente y lo subí a redes sociales, con cosas que le había dicho como una respuesta. A la gente le gustó tanto, tuvo tanta repercusión en mis redes que me pidieron por favor que saque el tema. Yo justo estaba sacando mi EP “Fina & Lady”, me habían pedido que lo incluya, y la verdad es que ya tenía cerrado ese disco con seis temas.
Pero lo hice igual: lo llamé a mi productor (Dan Nisenson), lo hicimos y lo saqué ahora; bueno, fue en marzo.
—Lo interesante, además de que salió visceral para contestar y quedó, es que lograste hacer algo “alegre” más allá del ritmo, sino también en la letra.
—Sí, justamente. Toco temáticas sociales, contestatarias, en mis temas; pero a mí siempre me interesa que todo tenga una cuota de humor y de baile: por eso uso beats y ritmos más “arriba” y no tan lúgubres o tan “para abajo”. Como para que te hagan superar las situaciones difíciles de la vida.
—También pararte de otra forma ante la agresión o la crítica.
—Claro: no enojarte, no ofenderte, sino tomártelo con humor e ingenio.
—Ese video lo hiciste con la productora Nokta: es como una película de la condena de una bruja. ¿Cómo fue pensarlo y filmarlo?
—Las únicas opciones que se me ocurrían para el video eran bailando y perreando, y no quería caer en el típico video de reggaetón. No se me ocurría nada para eso. Tenía una cierta idea que se me había ocurrido que era un lado de humor y de época (otra época, no la que terminamos usando), donde había mucho baile y coreografía.
Me junté con los directores de Nokta (Fernando Vivas y Juan Abdala) y ellos me trajeron dos propuestas: una con la idea que yo quería y otra era con esta historia más oscura de la época de la cacería de brujas. La verdad es que me gustó mucho y me interesó esa opción. Incluso cuando lo estábamos filmando todavía tenía la duda de cómo iba a encajar esa historia oscura en el tema tan alegre: siempre tenía ese miedo, y ellos me dejaron muy tranquila; lo que más les atrajo de todo era el opuesto del tono del video, el color y la oscuridad, con el tema tan arriba. De hecho ni lo pusimos al tema, salvo en las partes de lip sync; pero en las partes actuadas no escuchamos en tema: creo que los actores se habrán sorprendido cuando escucharon el tema al final (risas).
—De todos modos la bruja tiene algo de estar peleando a pesar de que la van a colgar.
—Sí, mi acting es por momentos medio desafiante.
Fusiones
—“Fina & Lady”, que es sucesor de “Strass”. ¿Hubo una búsqueda de hacer un trap más denso, las letras más jugadas sexualmente, algo más conceptual?
—Sí, la verdad es que “Strass” fue mi primer trabajo como música, y fue otra cosa: era más experimental, más un rejunte de temas que tenía, que me junté con distintos productores. Fue algo bastante más casero, a veces ingenuo. Para “Fina & Lady” busqué algo totalmente distinto: desde el principio todo con un mismo productor (Dan, que se fue a vivir a España), pensamos mucho el concepto, los sonidos; trabajamos un montón en cómo encararlo y cómo queríamos que suene. Es un trap bastante más agresivo, tiene mezcla de muchas más cosas, y letras más filosas.
—“Sailor Moon” tiene fusión de lenguajes y dentro de lo que dice hay diferentes conceptos, rítmicamente hay otras cruzas. Es de lo más jugado del álbum.
—Sí, fue el primero que hicimos, a partir de “Sailor Moon” creamos “Fina & Lady”. Creo que hay algunos más jugados: “Follow 666” es un tema bastante jugado, tenía mis dudas, pero a mucha gente le gustó y las críticas que tiene. También “Modo Pwerk” que es el primero, también bastante loco. “Sailor Moon” como “Modo Pwerk” y “Low” mezclan mucho ritmo entre africano, latinoamericano; tiene mucha mezcla, no solamente un beat típico de trap: “Low” es un reggaetón.
—En un momento de “Sailor Moon” cambia de onda y hay una serie de críticas a muchos palos (“Ladies, seducen con su flow, copia genérica / Rockers, metáforas vacías, pura técnica / Rappers, perdiéndose en sus fórmulas numéricas”).
—Sí (risas).
Experiencia
—Hasta ahora está prevista esta presentación, “Hotel Fina & Lady”, que no es un concierto sino más como una performance.
—Estoy muy expectante con ese show, porque iba a ser en abril, pero lo pasamos; espero no tener que pasarlo de nuevo. Fue una idea que surgió del año pasado, al juntarme con mi manager ante esa exigencia de darle una presentación formal a “Fina & Lady”, porque lo venía tocando en festivales y shows. Pero había que presentarlo oficialmente para darle la importancia que merecía, porque es una obra que me gusta mucho y estoy muy orgullosa de estos temas.
Me deprimía un poco, como que me la bajó esa exigencia; venía pensando en otras cosas para mis shows, o viendo otros artistas como referencia, cosas que hacían. Estábamos reunidas y justo se me ocurrió: “¿Por qué no hacemos un musical? O una presentación conceptual en donde cada tema sea un cuarto distinto, una puesta distinta, y un recorrido del público. Que sea como una experiencia, y que la gente viva el disco de adentro”. Desde que empecé a hacer música siempre soñé con esta idea de por qué tiene que haber un escenario, el público abajo, arriba una banda sonando.
Me pareció que era bastante posible, a ella le encantó, y llamé a Ezequiel Tronconi, que es un director de teatro y actor de cine con mucha trayectoria. Yo ya había trabajado con él en una obra de teatro, un musical en el que había actuado. Lo llamé, le conté la idea, se copó y empezamos a sumar equipo: mi estilista, mi coreógrafa, mis músicos; pusimos un director musical. Se empezó a armar un re equipo entre todos, nos entusiasmamos y la idea fue mutando a que sea un hotel. Tiramos el Konex como posible opción y nos encantó a todos, lo fuimos a ver y nos imaginamos ahí la obra.
Se fue sumando un montón de gente, artistas que trabajan con materiales inusuales y reciclables como el papel: hay una chica que teje con papel, o hace pelucas. Eso también es una apuesta y un mensaje que queremos decir de poder hacer un show ecosustentable y contribuir al medioambiente; más ahora con todo lo que se vio de la cuarentena y la pandemia: es fundamental ese cambio. Con mi vestuarista vengo trabajando mucho vestuario vintage y cosas especiales, no estoy usando mucho marcas para mis shows; realizamos bastante las cosas en casa.
Estuvimos ensayando, armamos el guión, la presentación, pusimos la fecha, la estética, la historia; y justo ocurrió esto y lo pospusimos, pero estamos muy entusiasmados, y “Ay Fooo” fue como el tema que largamos para promocionar el show.
—Rompe con algo que viviste tocando en festivales: el escenario, la gente, y el showtime muy marcado, “bajate”; esa lógica que por ahí impone el sistema.
—Sí. También cuando abrí a Dua Lipa, que eran mis comienzos, capaz que era más “yo, Naomi” en el escenario, hablando con el público, bastante más personal; con el tiempo mi idea fue también crear un personaje que sea el hilo conductor del show. Que haya un misterio lindo en el escenario, interpretar otro personaje, eso me atrajo. Porque mi nombre es mi nombre de verdad, es real. Antes de ser música era modelo, y la gente ya me conocía como Naomi Preizler, mi nombre artístico es Naomi Preizler, entonces quería ser otras personas (risas). Hay otros artistas que juegan más con eso, porque tienen un nombre distinto o artístico.
—Lady Gaga, por decir una.
—Acá Louta, ponele. En la historia David Bowie, que tenía alter egos. Y sí, Lady Gaga, o incluso Madonna. Después hay otra artista que se llama Melanie Martínez que tiene un personaje que se llama Cry Baby: armó toda una película en su último disco, y su show es un musical. Esa inspiración me dio ganas y fuerza de hacer esto.
Dinámica
—Hablábamos de cómo salió el último tema. ¿Cómo es tu proceso a la hora de hacer una canción?
—Cada tema es algo distinto, no es que tengo una manera. Hay algunas cosas que empiezo yo: hago beats y produzco en programas, lo hago bastante casero y experimental; no es que lo uso como resultado final sino que lo uso como punto de partida, y que tenga algo personal y propio. A veces jugando surge un sonido y hay un estilo, y me viene una historia a la cabeza.
Últimamente me inspira mucho la música, y los beats; y trabajo con un productor que me manda beats que me disparan para algún lado. Siempre tengo cosas adentro por decir; puedo estar semanas sin escribir nada y de repente hay un beat o una música que me inspira algo y ahí largo lo que venía acumulando. Soy más de improvisar, freestylear sobre un beat, y después de ahí armar, escribir letras y darles una melodía. Creo que mucho del hip hop y el trap funciona así: de hecho la mayoría de los artistas de trap van al estudio, les ponen el beat, tiran una letra, improvisan y lo graban. A mí me lleva mucho más trabajo de armar todo, pero últimamente me pasa como con “Ay Fooo”, ese ejercicio de improvisar y freestylear.
Futuro incierto
—¿Qué tenías previsto para después de la presentación, y cómo se irá acomodando?
—La verdad es que no sé, nadie sabe nada. Lo que sí sé es que se están pasando todos los festivales: tenía un festival en abril en Corea y se pasó para octubre. La idea de este show no era hacerlo una única vez, porque las funciones son para pocas personas, hay que hacer varias; y poder llevarlo a otras provincias, viajar con esto.
Vamos a ver cómo sigue: creo que septiembre y octubre van a ser los meses en los que se van a juntar todas las cosas que se reprogramaron más todas las cosas nuevas. También creo que el verano va a estar bastante enchufado también: no sé cuánta gente se va a tomar vacaciones. Pero no sé cuánta gente está ahora pensando qué va a hacer en septiembre.