Fue en 1981, en el torneo de Melilla, una ciudad del 'Marruecos español'...
...Y una vez, Unión fue a Africa y se dio el gusto de dar la vuelta
Se había ido Alí al Valladolid, Luque a México y eran los últimos tiempos de Pumpido, antes de emigrar a Vélez. La final la jugó ante Talleres, pero antes había derrotado al Málaga. Después, se dieron el gusto de entrenar en el Bernabeu.
El Litoral El plantel de Unión en 1981. La mayoría de esos jugadores, salvo Luque y Alí, que fueron transferidos al término del Metropolitano, fueron los que viajaron a Melilla, Palencia y Madrid, en una gira histórica.
El contexto era saludable. Unión todavía traía el arrastre de dos muy buenos años —1978 y 1979—, más un 1980 con un excelente Metropolitano (salió quinto y a tres puntos de Argentinos Juniors, que fue el escolta del campeón River). Esto le dio una chapa importante dentro del contexto nacional. Como también, a esa chapa, la tenía Talleres, de gran temporada en ese 1980, con varios jugadores que eran campeones del mundo por entonces y un fútbol ofensivo (era el primer año de un equipo cordobés ascendido a Primera por la famosa resolución 1309, aquella decisión de Grondona en sus primeros tiempos como presidente de Afa que benefició al interior).
Al año siguiente, en el ‘81, la actuación de Unión en el Metropolitano no había sido tan buena como en los años anteriores. Terminó en mitad de tabla en aquél certamen que consagró a Boca —con Maradona— y que marcó el descenso de Colón. En la última fecha, aquél equipo de Carmelo Faraone —el mismo que había conseguido el ascenso en 1974 y que volvió al club de la mano de Angel Malvicino, el presidente que sucedió a Súper Manuel Corral— venció a Estudiantes por 2 a 0 con sendas conquistas de Leopoldo Luque (previo a su transferencia al fútbol mexicano, ya lejos de la selección nacional y en la parte final de su enorme carrera que también lo consagró campeón del mundo).
Ese 1981 fue un año en el que coincidieron los dos campeones que nacieron futbolísticamente en Unión: Nery Pumpido y Leopoldo Luque. Pero el adelanto de aquella última fecha, tuvo una razón de ser: Unión había sido invitado a jugar el torneo internacional de Melilla, una ciudad autónoma española ubicada bien al norte de Africa, en lo que se denomina el “Marruecos español”.
El viaje no estuvo exento de algunas dificultades, que hicieron que Unión tuviese que jugar los dos partidos con diferencia de apenas un día. En el cuadrangular iba a participar el Vasco da Gama de España, pero a último momento se unió Talleres. Y así se armó el certamen que tuvo al choque entre el local Melilla y Talleres, que terminó con la victoria del equipo cordobés por 3 a 0 y Unión ante el Málaga, que culminó con el triunfo de Unión por 1 a 0 con gol de Morandini, un delantero que había llegado proveniente de All Boys y que también tuvo un paso fugaz por San Lorenzo y Boca.
En la final, Unión se enfrentó con Talleres, con el que había sostenido una “encarnizada” lucha en los cuartos de final del torneo Nacional de 1979 (3 a 0 a favor de Unión en Santa Fe y 2 a 0 para Talleres en Córdoba, con Pumpido atajando un penal). El resultado favoreció a Unión, que le ganó a la “T” por 1 a 0 con gol de Carlos Ereros, aquel wing izquierdo que solía usar bigotes y que fue, posteriormente, gran figura en Argentinos Juniors y uno de los baluartes del equipo que obtuvo la Libertadores y que estuvo a punto de ser campeón del mundo en una recordada final ante Juventus en Japón. Los 90 reglamentarios terminaron en cero y Unión lo terminó ganando en el suplementario, en un partido que terminó cerca de las 2 de la mañana y que significó un esfuerzo tremendo para aquellos jugadores teniendo en cuenta el nulo tiempo de descanso entre un partido y otro.
El Litoral La cobertura de El Litoral aquél 28 de agosto, día posterior a la culminación del torneo que ganó Unión.
La cobertura de El Litoral aquél 28 de agosto, día posterior a la culminación del torneo que ganó Unión.Foto: El Litoral
Palencia y una práctica en el Santiago Bernabeu
De Melilla, el plantel partió otra vez hacia Madrid y de allí a Palencia para jugar un encuentro amistoso que terminó igualado en cero. Luego de haber jugado dos partidos en 24 horas, el equipo dio evidentes muestras de cansancio y no se pudo repetir las actuaciones anteriores, aunque se dieron el gusto de terminar la gira con la valla en cero.
Cuando se armaba aquella gira, se había especulado con la posibilidad de disputar algunos partidos en otros paises de Europa, con el fin de aprovechar mejor el viaje, algo que no se concretó.
De todos modos, se dieron el gusto de realizar algunos entrenamientos en el mismísimo Santiago Bernabeu, antes de emprender el regreso a Santa Fe ya sin Fernando Husef Alí, quien había sido transferido al Valladolid. Precisamente, aquella operación también impulsó a la realización de esta gira por el Viejo Continente.
El “Gallego” Julián
A la delegación la presidió Angel Malvicino, pero viajó como coordinador general un hombre al que se lo recuerda con mucho cariño y consideración: el querido “Gallego” Julián Iruarrizaga, un verdadero emblema del Unión de aquellos tiempos, como luego lo fue el también inolvidable Juan María Bertolino. Ambos eran de aquellos dirigentes y colaboradores que trascendían a los grupos políticos del club y contaban con la aceptación y consenso de todos.
No viajó el preparador físico de entonces, el profesor Carberol y el cuerpo técnico estuvo integrado por Faraone, Alberto Violi y también lo hicieron el médico, doctor Ernesto Agüero y el utilero, otro inolvidable en el mundo Unión: Jorge “Petete” Mendoza, también ya fallecido.
Los jugadores que integraron la delegación fueron Nery Pumpido, Nelson Pumpido, Mario Alberto, Pablo Cárdenas, Víctor Alfredo Bottaniz, Oscar Sabino Regenhardt, Eduardo Sánchez, Héctor Arregui, Roberto Battellini, Pierino Lattuada, Félix Nieto, Osvaldo Morandini, Eduardo Stelhick, Héctor Cannataro, Carlos López, Carlos Ereros y Duilio Dagametti. A último momento se sumó Corro, que había llegado procedente de San Lorenzo de Mar del Plata y jugó algunos minutos en esa gira.
El Litoral Una imagen actual de Carlos Ereros, el wing izquierdo que llegó a Unión y que luego deslumbró en Argentinos Juniors a mediados de los 80.
Una imagen actual de Carlos Ereros, el wing izquierdo que llegó a Unión y que luego deslumbró en Argentinos Juniors a mediados de los 80.Foto: El Litoral
Visita “real”
Como ya se dijo, el plantel de Unión estuvo realizando algunos entrenamientos en el propio Santiago Bernabeu y allí recibieron una visita casi inesperada: la del propio presidente del Real Madrid de ese entonces, Luis de Carlos Ortiz, quien condujo a la institución merengue entre 1978 y 1985.
El contexto deportivo de ese tiempo magnificó aquella invitación formulada a Unión, pues a Europa iban a jugar los equipos grandes. Ese fue uno de los principales motivos por los que se armó la temporada para que sea similar a la europea, a partir de 1986, con dos objetivos: 1) que los clubes viajen a jugar en la pretemporada de los europeos; 2) que el mercado de pases del Viejo Continente favorezca a los clubes argentinos y no les quite jugadores en medio de la competencia. Pero esa fue otra historia.