Juan Carlos Scalzo
Juan Carlos Scalzo
El equipo es el resultado del trabajo de la Universidad Pública rafaelina (UNRaf), con el aporte del Grupo INBIO y el CenTec Rafaela (Centro Tecnológico) y el apoyo del Gobierno de la Provincia de Santa Fe, a través de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología.
La casa de altos estudios llevó adelante el diseño, prototipado y ensayo de un ciclador automático capaz de ser producido en un corto plazo a partir de suministros que son, casi en su totalidad, de industria nacional y elementos estándares de uso sanitario. De esta manera la casa de altos estudios, a través de su Centro de Investigación Aplicada (UNRaf Tec), responde a la demanda nacional de desarrollar dispositivos de soporte para pacientes con insuficiencia respiratoria por coronavirus.
La iniciativa fue impulsada por el Rector, Rubén Ascúa, quien habilitó todos los medios e instrumentos para que la Universidad se aboque a atender la emergencia en un trabajo sinérgico entre las universidades públicas, el sector salud, actores sociales y productivos. “La UNRaf no puede mantenerse ajena a este problema que enfrenta nuestra sociedad. Las Universidades Nacionales como actores fundamentales del Estado, debemos poner a disposición de la sociedad todas nuestras capacidades para mitigar los efectos de esta pandemia”, subrayó Ascúa.
El ciclador
Para apoyar el ciclo de respiración de pacientes con insuficiencia respiratoria es necesario asegurar condiciones de presión y de flujo que no son posibles manualmente. El ciclador automático le permite al médico configurar esas variables en función de las necesidades puntuales del paciente y así sostener su ciclo respiratorio. Este es un dispositivo que puede suplir algunas de las prestaciones de un respirador artificial, una opción muy valorada cuando los respiradores no son suficientes.
“Algo fundamental en un ciclador es que el circuito asegure que el aire que entra está debidamente filtrado para evitar cualquier contaminación y, sobre todo, que el virus no sea aerolizado, es decir, que se lo filtre para que no se libere al ambiente”, explicó Luis Silva, investigador del Centro de Investigación Aplicada UNRaf Tec y del CONICET, quien coordina el proyecto.
Para garantizar que los materiales y elementos que entran en contacto directo con la persona hospitalizada –el circuito paciente- sean seguros, el equipo trabajó con elementos estándares, ya probados para ese uso. “Esto nos da la seguridad de que todos los elementos, como mangueras y válvulas, ya cuentan con una certificación de ANMAT y no generan riesgo para el paciente”, subrayó Silva.
Por fuera de este “circuito paciente”, el ciclador cuenta con un circuito electromecánico que es el que permite la configuración de los parámetros por parte del médico y realiza el movimiento que comprime y expande un almacenador flexible -es una vejiga hecha de un polímero especial también llamada AMBU- del circuito paciente. De esta forma no hay interconexión entre las partes electromecánicas y las partes médicas.
En el marco del proyecto, se generó también un banco de pruebas para testeo del prototipo para lo que se diseñó un circuito neumático que emula la respuesta de pulmones humanos. “Estamos probando y ajustando la respuesta electromecánica para garantizar la adecuada configuración de las curvas de presión y flujo”, detalló Silva.
Aprobado
Una vez concluido, el prototipo de respirador artificial fue enviado para una prueba de eficacia a la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral (FCV-UNL) y el Instituto de Ciencias Veterinarias del Litoral -ICiVet Litoral.
El testeo se realizó en el Hospital de Salud Animal de la FCV-UNL y el Centro de Medicina Comparada (FCV-UNL e ICiVet.Litoral) y estuvo a cargo de un equipo interdisciplinario conformado por más 25 docentes e investigadores.
El examen consistió en mantener cerdos del peso de un humano adulto, anestesiados por al menos 24 horas para poder determinar numerosas constantes vitales durante el procedimiento y la prueba resultó exitosa.
Lo que viene ser un trabajo en escala para ir ajustandolo a la medida de las necesidades humanas.