El presidente se quedó al frente de la gestión sanitaria y delegó el costo eventual de abrir la actividad económica -por regiones, sectores y en etapas- en cabeza de gobernadores, que deberán hacerse cargo del “protocolo” de gestión y del poder de policía.
Crédito: Presidencia de la Nación
El gobierno nacional extendió hasta el 26 de este mes el aislamiento social, preventivo y obligatorio, que reconoció como “comunitario” en barrios del Gran Buenos Aires. Mantuvo la rigidez de la medida en grandes centros urbanos de la Región Centro (Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos) y delegó a propuesta de gobernadores la posibilidad de liberar parcialmente a pueblos o actividades económicas.
“Nadie sabe cuándo va a terminar el martirio”, señaló el viernes por la anoche el presidente Alberto Fernández en la sala de conferencias de Olivos, tras una deliberación con el ministro de Salud, Ginés González García y el equipo de especialistas que lo asesora en materia sanitaria. La secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, comenzó a trabajar de inmediato en el decreto.
“Hemos decidido seguir con la cuarentena en los mismos términos”, dijo el mandatario, señalando que las cosas “seguirán igual” en grandes centros urbanos. Aunque admitió que se ensaya un “aislamiento comunitario en barrios menos favorecidos del Gran Buenos Aires”, donde la situación se desbordó.
“Hablamos con todos los gobernadores y les propusimos que ellos expliquen lo que ven como posibilidad para ir levantando la cuarentena en algunos lugares”. “A cada gobernador que venga con una propuesta, le vamos a proponer que nos traiga un protocolo de acción de cómo se va a administrar la cuarentena”, señaló el Jefe de Estado.
La “segunda etapa de cuarentena administrada” deberá “focalizar lugares y actividades” desde el lunes; se ampliará primero en pequeños pueblos aislados y rurales que no tienen casos ni contactos que los expongan. “Nosotros analizaremos con le ministro de Salud y los epidemiólogos la viabilidad” de las propuestas. En cuanto a las actividades a “autorizar”, quedarán en manos de decisiones administrativas del jefe de Gabinete.
Fernández arrancó la conferencia de prensa exponiendo las virtudes del aislamiento en la Argentina y comparando los resultados positivos en comparación con Brasil, Chile, Italia o España en cuanto a infectados y muertos. “El pico va a venir indefectiblemente; el tema es que cuando venga tengamos camas suficientes”, reconoció el mandatario. De cada 100 infectados, 80 van a necesitar atención médica pero no hospitalaria, pronosticó.
Repasó que en el inicio de la cuarentena, los contagios se duplicaban cada 3,33 días y hoy esa misma velocidad requiere 10,29 días. Dijo que según las proyecciones oficiales del 4 de marzo ya habría 45 mil infectados “y tenemos 1975. Si mantenemos la cuarentena lograremos que la velocidad de contagio sea más lenta aún”. “Es un logro de todos los argentinos. Tanto esfuerzo no es en vano”.
“Permitidos”
Los bancos podrán funcionar con turnos, podrán trabajar talleres mecánicos (en principio para atender autos de policías o ambulancias), así como las gomerías (incluso fábricas del sector). Se autoriza la salida de personas discapacitadas con acompañante en la cercanía de sus domicilios (un pedido elevado por familiares de personas con autismo). “El resto de vamos a esperar lo que nos dicen los gobernadores”, explicó el presidente, que agradeció especialmente a quienes están prestando servicios en los sistemas de asistencia, salud o limpieza.