El sueño del debut en una nueva institución quedó en suspenso. Es uno de los arqueros que tiene el plantel de primera de Ciclón Racing que comanda Julián Calvet, el mismo DT que consiguió cosas importantes a lo largo de su carrera como entrenador.
Y un día debutó en el torneo de verano “Tiburón Lagunero”. A su talento natural, le suma trabajo y mucho esfuerzo. Hoy, cuenta cómo es la tarea en casa, lugar que comparte con sus padres.
El sueño del debut en una nueva institución quedó en suspenso. Es uno de los arqueros que tiene el plantel de primera de Ciclón Racing que comanda Julián Calvet, el mismo DT que consiguió cosas importantes a lo largo de su carrera como entrenador.
“Sumamos un chico que viene de La Salle para que trabaje con el grupo de arqueros” le anticipaba a Pasión Liga el responsable técnico en febrero cuando se disputaba el tradicional torneo de verano. Ese mismo día, el arquero, de 19 años recién cumplidos, hacía su debut en el club de la costanera. A pocos días del inicio del Apertura, todo quedó en suspenso por el avance del coronavirus.
Luciano Barroso, el joven arquero de Ciclón Racing, cuenta cómo es la realidad en tiempo de encierro.
—¿Cómo estás pasando estos días de cuarentena?
—Los primeros días fueron difíciles. Los viví con mucha ansiedad, sobre todo porque estaba por volver a jugar un partido oficial después de un año. Luego comencé a tranquilizarme, a aprovechar el tiempo con mi familia, con el estudio, tratando de hacer los trabajos de la facultad. También estoy tratando de ejercitarme físicamente como puedo, un poco todos los días.
Nuestro preparador físico en Ciclón Racing, Luis Di Paolo, nos dice siempre que tratemos de hacer muchos ejercicios de fuerza, porque es lo primero que se pierde, y también trabajos de coordinación. Además, mi profesor del gimnasio me pasa rutinas diarias que me ayudan mucho, tratando de replicar el trabajo que hacía normalmente en el gimnasio con él, en el club privado.
—¿Cuándo comienza tu carrera como futbolista?
—Empecé a jugar al fútbol más o menos a los 8 años, antes jugaba al básquet y no me importaba mucho el fútbol. Arranqué a entrenar en El Quillá, pero no estaba fichado, era meramente por diversión. A los 11 años decidí que me quería fichar para jugar en Liga Santafesina, y lo hice en La Salle, donde jugaban todos mis amigos de la escuela. Siempre me divertí atajando allí, con mucha responsabilidad, me privé de varias cosas como salidas, viajes familiares, etc.
Luego de más de 7 años en el club, de haber salido campeón en inferiores, de haber debutado en primera con tan sólo 16 años, y de mil cosas hermosas que me pasaron en el club de Cabaña Leiva. Solía jugar todos los partidos del año y de pronto me tocó jugar solo uno. Eso me llevó a trabajar todo el año 2019 con Mario Franco, el entrenador de arqueros del club, entonces aproveché para dedicarme más al estudio, los amigos y la familia.
—¿Cuándo llegás a Ciclón Racing?
—A mediados de 2019 un amigo me convenció de ir a probarme a Ciclón, tuve la suerte de que ese día me salió todo y “Chiche” Calvet, el entrenador de primera, me habló y me dijo que me quería fichar. Lamentablemente eso no se pudo hacer porque a mitad de año la Liga sólo permite dos incorporaciones, y el DT ya las tenía, así que tuve que seguir entrenando solo con Mario Franco. Después de las vacaciones de verano volví a Ciclón Racing, esta vez para ficharme decididamente y ganarme un lugar ahí.
—¿Cómo fue esa llegada al “Lagunero”?
—Cuando llegué éramos cuatro arqueros, y yo era el más joven. Luego se fueron dos de ellos, y quedamos Diego Gerold y yo, además de un chico de las inferiores que subieron cuando eso ocurrió. Jugué un par de partidos en el Torneo Tiburón Lagunero y eso me permitió sumar minutos en primera. También participé en amistosos con la reserva que me sirvieron para ir ganando en confianza.
Fue un gran cambio para mí. Hice toda mi vida en La Salle, tanto en la escuela como en el club de fútbol. Fue muy difícil despegarme de mis amigos, mis conocidos y todos en La Salle. Yo venía de un año inactivo con lo que me costó un poco ponerme a punto.
—¿Cómo es entrenar un día en Ciclón?
—El entrenador de arqueros de Ciclón Racing es Pablo Garzón, un profesional muy exigente. Con él no hay excusa válida. Es entrenar al ciento por ciento o no entrenar. Yo venía de una relajación absoluta y él me volvió a poner en forma, pero me costó muchísimo. Gracias a Dios me fue muy bien en la pretemporada. Entré en la consideración del director técnico y hasta iba a ser titular en reserva el primer partido, antes de todo esto. Pero bueno, ahora solo nos queda esperar y volver a arrancar.
—El estudio, los amigos, el fútbol y la familia...
—Tengo 19 años, así que hago las cosas típicas de mi edad. Me dedico a estudiar, a disfrutar con mis amigos, además de entrenar. Vivo con mis padres, Andrea y Oscar, mis principales sponsors. Estudio periodismo integral y deportivo en el IES. Hoy en segundo año, puedo decir que me encanta la carrera que elegí y supe que estudiaría esto cuando recién arrancaba el secundario. Mi mamá es periodista así que crecí mirando para ese lado, y por suerte me gustó y acá estoy. En el fútbol mi objetivo es volver a jugar en primera y ganarme un lugar importante en Ciclón Racing, de ahí en más, si tengo la oportunidad de progresar, bienvenido sea. Siempre quise irme a jugar afuera y fantaseaba con eso, pero con los años entendí que el día a día es lo más importante. Y en el tema del periodismo, primero me quiero recibir y después veré, me gustaría mucho continuar mis estudios en Buenos Aires y poder compatibilizar todo con el fútbol.
—Por último, ¿quién es el arquero de tus preferencias?
—Admiro y observo a Ter Stegen, es completísimo con un buen juego aéreo, buena pegada, gran dominio de la pelota y unos reflejos espectaculares.
Ficha personal
Nombres y apellido: Luciano Facundo Barroso.
Fecha de nacimiento: 14/01/2001.
Padres: Andrea y Oscar.
Ocupación: estudiante de periodismo integral y deportivo en el Instituto de Estudios Superiores.
Un sueño: jugar en primera y seguir progresando en el fútbol.