La histórica caída del precio del petróleo en los últimos días provocó una serie de análisis y especulaciones respecto al futuro de la industria de los combustibles fósiles en todo el mundo. En nuestro país esta situación reavivó un debate que viene dándose desde hace tiempo respecto a la viabilidad de Vaca Muerta ya que con el actual precio del barril hace inviable su explotación.
El ingeniero Miguel Fryziak, de larga trayectoria en la industria petrolera, explica las múltiples causas que provocaron el derrumbe en los mercados internacionales, considera que era imposible haber previsto lo que pasó y que la crisis sanitaria desató una tormenta perfecta que se manifestó en una baja demanda, una sobreoferta y precios a futuro que llegaron a cotizarse con signo negativo.
-¿Por qué el petróleo pasó a costar lo que hoy cuesta? ¿Hay razones económicas, financieras, geopolíticas?
-Diversos elementos han interactuado para que el resultado haya sido la baja de los precios del petróleo, entre las que podemos mencionar la falta de acuerdo entre los productores de petróleo más importantes -Arabia Saudita y Rusia- y las consecuencias que produjo la pandemia de Covid-19, paralizando de forma abrupta las actividades económicas que requieren para su desenvolvimiento de los hidrocarburos. Existen, además, otros factores que potenciaron la debacle de precios, entre los que se encuentran la capacidad de almacenaje colmadas y los derivados financieros.
-¿Se podría haber evitado esta situación?
-Si la respuesta fuese afirmativa podría inferirse que lo que pasa podría haber sido provocado. En mi opinión es imposible haber anticipado esta crisis que, no solo juega en contra del normal desarrollo de la industria de los hidrocarburos sino también en el resto de los sectores productivos.
-¿Cómo afectan a la industria del petróleo estos precios?
-La caída de los precios afectará la rentabilidad de alguna de las operaciones. En lo mediato se traducirá en una baja de las reservas de petróleo por la pérdida de la economicidad en diferentes proyectos- y en la disminución de valor de las empresas del sector. Este contexto influirá en otras actividades productivas debido al alza en las tasas de interés como consecuencia de la imposibilidad, para algunas empresas del sector petrolero, de hacer frente al pago de los prestamos utilizados para llevar a cabo proyectos que en la actualidad carecen de rentabilidad.
-¿La crisis sanitaria precipitó el derrumbe o hubiera sucedido igual?
-Entiendo que si bien los precios del petróleo verificaban una tendencia a la baja, la pandemia asestó un tremendo golpe a la industria provocando lo que denominamos la tormenta perfecta, manifestándose en una baja demanda, sobre oferta y precios a futuro que llegaron a cotizarse con signo negativo.
-¿Cómo afecta a la industrial del shale, especialmente a EEUU?
-El costo de producción de los yacimientos no convencionales, como el shale oil en EEUU necesitan un barril en el orden de los u$ s 40 para lograr el breakeven. En este caso donde el marcador WTI se encuentra fluctuando en u$ s 15 hace inviable las operaciones. A menos que el Estado, como en otras oportunidades, salga en su ayuda.
-¿Cree que el precio del petróleo se va a recuperar y, si es así, en qué período de tiempo?
-Nadie puede pronosticar con un razonable grado de certeza los precios a futuro, solo puedo conjeturar que a medida que la demanda de energéticos, lentamente comience a recuperarse, los precios alcanzarán un promedio de u$ s 40/bbl en el presente año. Claro si no ocurre alguna disrupción en el período.
-¿Cómo van a repercutir estos precios en nuestro país?
-En nuestro país el precio que tomamos como referencia es el tipo Brent, -crudo producido en el Mar del Norte-, que cotiza alrededor de u$ s 22/bbl. Hasta ahora en la industria local se venía negociando, dependiendo de las quitas por el tipo de crudo- en torno a los u$ s 45/50 el barril. Pero cada día será mayor la presión a la baja, como consecuencia del bajo consumo.
-¿Van a afectar a la industria convencional y a la no convencional?
-Seguramente ambas operaciones se verán afectadas.
-¿Vaca Muerta es inviable con estos precios?
-A principios de marzo del corriente año con un grupo de colegas estimamos que se necesita un precio entre u$ s 50 y u$ s 55 para lograr una Tasa Interna de Retorno de entre 10 y 15% en el marco de inversiones, costos operativos, regalías y demás tasas impositivas vigentes a esa fecha. Con lo cual, si este nivel de precios del petróleo internacional se sostiene en el tiempo, implicaría un retraso en la realización de proyectos de desarrollo en Vaca Muerta.
-Respecto a Vaca Muerta, se viene desarrollando una polémica en el país sobre si hay que desarrollar o no la industria del shale o si hay que apuntar a los pozos que aún están maduros. ¿Cuál es su posición?
-Vaca Muerta es en potencia un negocio que pertenece a una escala de competitividad diferente a los yacimientos maduros. Claro que, además de la imperiosa necesidad de superar los desafíos técnicos, se deberá dirigir el esfuerzo a bajar costos, atraer inversiones y obviamente que los precios permitan encarar su desarrollo en términos económicos. No obstante, si esto ocurre el negocio de los no convencionales será varios ordenes de magnitud superior a los que pueden lograrse con proyectos en yacimientos maduros tradicionales. Para superar los desafíos mencionados resta aún transitar un trecho de la curva de aprendizaje. El aumento de producción logrado en el lapso de los tres o cuatro últimos años, mediante los desarrollos en Vaca Muerta es superior a 30 millones de m3/día de gas y 10 mil m3/día de petróleo. Podemos afirmar que esos volúmenes de producción alcanzados, aunque resulte una afirmación contrafáctica, son significativamente superiores a los que se hubiesen podido obtener a través de operaciones de EOR, a pesar de las excelentes recuperaciones de petróleo logradas en la Cuenca del Golfo de San Jorge en proyectos de inyección de polímeros. Cabe aclarar que el importante aumento en la producción de hidrocarburos en yacimientos ubicados en Vaca Muerta es atribuible no solo a los esfuerzos técnicos y al uso adecuado de las nuevas tecnologías, sino también a un fuerte subsidio en los precios del gas.
-¿Es correcto hoy establecer el “precio criollo” del barril de petróleo tal como veían negociando las empresas y el gobierno a través de Kulfas?
-Hoy parece difícil la concreción de un precio conocido como barril criollo por el desajuste que se ha producido con la cotización del precio a nivel internacional. Las compañías, los sindicatos y las provincias productoras de hidrocarburos enfrentarán nuevos desafíos y ante este escenario inédito tendrán que acordar un plan que mitigue los efectos causados por el desequilibrio entre la oferta y demanda del crudo. No tenemos una referencia histórica similar para aplicar lecciones aprendidas, por lo que la forma de resolver el problema también será inédita.
-¿Por qué no baja el precio de la nafta en nuestro país con el precio del barril en cero?
-No soy un experto del sector downstream pero entiendo que el precio que paga el refinador en la Argentina por el crudo no es cero.