Panorama desolador en los comercios: locales cerrados y otros ya están vacíos

Los comercios de Santa Fe atraviesan una realidad angustiante, con sus puertas cerradas desde hace más de un mes, con el inicio de las medidas gubernamentales de restricción de circulación social. Y el anuncio de extensión de la cuarentena hasta el 10 de mayo próximo agudizó el problema.

“Somos muy conscientes de los conflictos económicos y sabemos que muchos están necesitando volver a lo habitual, que es recuperar el sustento”, dijo el sábado ante las cámaras el Presidente de la Nación, Alberto Fernández. De manera que “así como trabajamos en la cuarentena, también estamos trabajando para la economía”, agregó, y remarcó que la voluntad del gobierno nacional es que “la economía se vuelva a recuperar todo lo que se pueda y en toda su dimensión”. Pero la prioridad es lo sanitario y la cuarentena continúa.

Así las cosas, la foto de las grandes avenidas comerciales y hasta de la Peatonal San Martín impresiona. El gran movimiento de gente que se veía no hace mucho tiempo es ahora desolación. Nada de gente, silencio y sensación de inmovilidad, como si el tiempo se hubiese detenido. Como una película de terror.

A lo que se ve hay que sumarle lo que se siente. La angustia se apoderó de los comerciantes, que deben hacer frente a los costos sin posibilidad de recaudar “un mango”. Así, hacen malabares para pagar sueldos a sus empleados, a los proveedores, el alquiler y los impuestos. Mientras tanto, los trabajadores conviven con la incertidumbre sobre si van a cobrar y si mantendrán su empleo.

Es que con el correr de los días aparecieron algunos locales vacíos o con sus vidrieras tapadas con papeles y cartones. En algunos casos se trata de comerciantes que no resistieron el impacto económico y debieron cerrar sus puertas, mientras que otros taparon los locales por seguridad o para realizar tareas de mantenimiento. No saben cómo van a subsistir.

Monitoreo

La semana pasada los comerciantes mantuvieron reuniones con los concejales de la ciudad. Allí se abordó esta preocupación. La radiografía en mano muestra muchos locales de las avenidas comerciales en jaque. “Y hay casos emblemáticos, como el Mistral de la Peatonal, que tuvo que cerrar después de más de 20 años”, apuntó el dirigente de la cámara. “Lo mismo ocurre con otros”.

En Avenida Aristóbulo del Valle, por ejemplo, hay al menos un negocio que cerró sus puertas en los últimos días por cada cuadra. “Todavía no tenemos información del relevamiento de los comercios”, dijo Graciela García, presidenta de la Asociación de Comerciantes, Industriales, Profesionales de la Avenida Aristóbulo del Valle. “Estamos en el medio de la tormenta y hay muchos negocios que todavía no definieron qué es lo que van a hacer, si van a cerrar o no”.

“Estamos pendientes de las disposiciones del gobierno minuto a minuto”, agregó García, que tiene el local Agustina Modas sobre Aristóbulo del Valle al 6500. “Los negocios medianos necesitamos ayuda y están pidiendo muchos requisitos para los créditos a tasa cero”, dijo, y finalizó: “Si ves hoy la avenida, es terrible la desolación, porque los negocios están acatando las restricciones”.

Ventas on line

Mientras perdure el aislamiento obligatorio, la única alternativa que tienen algunos comercios es la venta on line. Aquellos que no contaban con esta modalidad deben aggiornarse con capacitación y la adquisición de los requisitos tecnológicos para hacerlo. Pero “todo lleva su tiempo y dinero, porque no todo el mundo está preparado, y los consumidores están temerosos de comprar”, dijo García. Y en el medio deben solventar los gastos y subsistir en sus hogares. Todo cuesta arriba.

Esta angustia llega también a los hogares de los empleados de comercio, quienes no saben cuál será su futuro laboral. “Muchos están pagando los sueldos como pueden, en cuotas y algunos sólo podrán abonar lo que les subsidia el gobierno”, anticipó Salemi. “No se sabe qué va a pasar”.

Además, aquellos comercios que pudieron activar las ventas on line tiene otro problema: las cadenas de producción se paralizaron y algunos no reciben insumos ni productos de los mayoristas y proveedores.

Disposiciones

Para aquellos comercios que, desde la semana pasada, están habilitados a funcionar a través de la modalidad de envío a domicilio, la Municipalidad de Santa Fe definió que los titulares y sus trabajadores sólo podrán estar en el local entre las 13.30 y las 17.30 de lunes a viernes; y los sábados de 9 a 13. En ese espacio se pueden trabajar, sin atención al público, en la preparación de los pedidos y la logística de la entrega.

Se permite que concurran como máximo dos trabajadores y un empleador, en los locales que tengan menos de 100 metros cuadrados, y en aquellos locales que tengan más de 100 metros cuadrados se permite, como máximo, una persona por cada 25 metros cuadrados.

Expectativas

En el comienzo de semana, el gobernador Omar Perotti dijo que tomará estos días para evaluar la situación sanitaria y económica provincial. En ese sentido, los comerciantes tienen la expectativa de poder reabrir sus puertas la próxima semana. “Pensamos que podemos hacer un contra horario con los supermercados, es decir, abrir los comercios de 13.30 a 17 horas, por ejemplo”, propuso el presidente del Centro Comercial.

Eso es lo que iban a proponer al secretario de Producción y Desarrollo Económico de la Municipalidad, Matías Schmüth, con quien tenían previsto mantener una reunión. En ese encuentro también querían consensuar un protocolo de prevención sanitaria. Y con el acompañamiento municipal, aguardar la definición del gobernador al respecto.