No importa en que momento saliera el tema. Estaba claro que de entrada, en el medio o al final, íbamos a hablar de Unión. Es que para Eduardo Magnín, el Tate es todo o casi todo. Lo fue de hincha, como jugador, como entrenador: ya se ese proceso exitoso de tres años en reserva de AFA o cuando debió poner la cara como interino con el plantel profesional.
—¿Ya diste vuelta la página con Unión?
—Me fui del club, creo, muy injustamente. El motivo no lo voy a repetir más porque ya todos lo conocen, hablé del tema y no me interesa hablar más del tema.
A lo largo de la entrevista con El Litoral contará varias veces que “no pensaba ser entrenador” y que le debe la ocurrencia al “Cabezón” Roberto Luis Trotta. Lo que está claro es que el Eduardo Magnín “post botines” viene más que bien: fue quemando etapas, cumpliendo objetivos y como le gusta decir a él mismo...creciendo, aprendiendo, madurando.
Tenés que leer"En Unión dejé el alma, el cuerpo y el corazón"—¿Qué te gusta más: dirigir o coordinar?
—En realidad, cuando dejé de jugar al fútbol, jamás pensé que iba a ser técnico o que me iba a dedicar a ésto. Arranqué con otras cosas, hasta que surgió la posibilidad por medio de Roberto Trotta de trabajar en Santa Fe Fútbol con gente amiga. Ahí empecé a encontrar mi camino y me fui sorprendiendo de mi mismo de lo feliz que me hacía entrenar. Me empecé a preparar, capacitar, a tratar de crecer, hasta que se abrieron puertas y quedamos a un paso de ascender con 9 de Julio de Rafaela.
—El repaso marca que te fue bien como DT en todos lados
—Todas las experiencias me ayudaron a crecer y darme cuenta que tengo vocación. Me siento capaz para dirigir, es lo que me gusta. No se si me hace tan feliz la coordinación, algo que tengo asimilado y no tengo problemas porque tengo muy buena relación con todos los profe. Me siento con las armas suficientes para coordinar los profe y ordenar un club, con la capacidad que tenga la institución para seguir creciendo.
—Entonces...“Eduardo Magnín DT”
—Es que me siento realmente feliz y muy seguro dirigiendo. Es así de simple. Tuve distintas etapas y posibilidades. De todas aprendí: le saqué el jugo a cada experiencia. Ni qué hablar lo de Unión, donde en esos interinatos que tuve con la Primera me sentí muy bien y muy seguro.
—La gente de Unión, el hincha y socio genuino, sigue hablando de “esa reserva de Magnín”
—Esa etapa, en esos tres años en la reserva todo fue muy claro, porque era a lo que apuntábamos. Los resultados deportivos fueron una consecuencia del crecimiento de los jugadores: era a lo único que apuntábamos; de hecho lo hicimos, porque algunos chicos de esa camada lograron tener la posibilidad de llegar y consolidarse.
—Dejaste cosas en el club con esa “camada”...
—Siempre hago una diferencia: los que tuvieron la posibilidad de jugar y los que no la han tenido...lastimosamente lo digo porque había muchos chicos con capacidad, que era a lo apuntábamos: sacar jugadores de abajo. Los resultados deportivos fueron la consecuencia por el crecimiento de los chicos durante los tres años.
—¿Y qué te dejó el club de tus amores?
—Lo que me dejaron los tres años en Unión fue mucha satisfacción, de poder cumplir con el objetivo que me puse yo que era ése. Ser el DT de la reserva de AFA de Unión me dio seguridad, convencimiento, me sentí muy bien y apoyado por un montón de dirigentes que acompañaron el proceso. Me siento con el deber cumplido de lo que fui a hacer al club, con la satisfacción del crecimiento y seguridad. Grupo de trabajo muy bueno, gente laburadora, humilde.
—Además de promover jugadores y pelear el torneo de reserva con los grandes, se consiguieron mejoras: la cancha en Casasol al lado de la Primera
—Lo de las canchas se había empezado a hacer cuando estaba “Juampi” Pumpido y agarré la posta de esa base: lo continuamos, logrando un montón de cosas.
—Y lo mejor debe ser “ayudar” a chicos para que lleguen
—Brian Blasi, ahora ya está casi consolidado; a Calderón lo tuvimos dos años ahí; Gerometta, Godoy, Ríos, Peano, Andereggen, Matías Gallegos, un chico Bucca con unas condiciones enormes que se fue a Estados Unidos, Federico Vera que está a préstamo en Sportivo Las Parejas.
—¿Qué espera un jugador de reserva?
—Mirá, fueron varios chicos que crecieron muchísimo: esperan la oportunidad y luego la continuidad; es éso lo que necesitan. A algunos pocos se les dio la posibilidad y otros se fueron o siguen ahí esperando su momento para demostrar.
—¿Cómo era tu relación con Spahn?
—Con el presidente, una relación muy buena. Nos juntábamos de vez en cuando, le llevábamos carpetas con seguimientos, explicaciones y desarrollo de las cosas que veníamos haciendo. Si Luis no estaba, se las daba a un dirigente allegado a él o directamente al manager.
—¿Qué dirigentes eran importantes en el día a día?
—En cuanto a los dirigentes, siempre José Cardonet, que nos consiguió un montón de cosas y siempre estaba ahí. Marcelo Piazza también estaba con nosotros siempre, Edgardo Zin era otro de los que más iba para colaborar. El “Mono” Romero tenía presencia. Toda esa gente estuvo siempre al pie del cañón.