Además de los fallecimientos, contagios y del impacto económico, la pandemia de COVID-19 suma una nueva complicación: la falta de consultas frente a patologías asociadas al corazón que podrían llevar a la muerte si no se actúa de inmediato.
Frente a la necesidad de quedarse en casa, muchas personas no asisten a los controles cardiológicos o no consultan frente a síntomas compatibles con una patología cardiovascular. En estos tiempos hay situaciones de estrés que podrían actuar como gatillo para desencadenar un infarto.
Además de los fallecimientos, contagios y del impacto económico, la pandemia de COVID-19 suma una nueva complicación: la falta de consultas frente a patologías asociadas al corazón que podrían llevar a la muerte si no se actúa de inmediato.
En Argentina, las afecciones cardiovasculares lideran el ránking de muertes. Un informe del reconocido Instituto Cardiovascular de Buenos Aires detalla que en 2017 fallecieron 97.000 personas por enfermedades cardiovasculares, el 28.5% del total de muertes. Remarca, a su vez, que entre 2000 y 2010 se redujo la tasa de mortalidad cardiovascular un 22%, pero que si los pacientes dejan de consultar o atenderse eso puede revertirse.
Además, en el marco de la pandemia por Coronavirus, desde el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires proyectaron 10.000 muertes evitables por falta de consulta o tratamiento de enfermedades cardiovasculares, un efecto no deseado del aislamiento obligatorio.
La proyección del Instituto Cardiovascular, en función de las estadísticas y en comparativa con lo que sucedió en otros países, dice el escenario más benévolo en Argentina sumará 10.000 muertes prevenibles entre abril y octubre de este año.
La situación es compleja, ya que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte pero las personas que las padecen temen salir del aislamiento para no contagiarse de coronavirus.
Cabe señalar que la preocupación por el aumento de muertes a causa de enfermedades cardiovasculares es a nivel país. En todas las provincias, hay médicos cardiólogos advirtiendo esta situación.
El Dr. Matías Dallo es Cardiólogo Intervencionista (M.P. N° 4633) y jefe de Cardiología del Sanatorio Garay. Dice en en la capital provincial también se observa una merma de pacientes en consultorios y guardias y que eso es preocupate porque frente a un problema cardíaco el tiempo juega un rol fundamental.
—¿Pueden darse más muertes por infarto que lo normal en un contexto de cuarentena?
—Este fenómeno que estamos viviendo a nivel mundial es inesperado desde el punto de vista sanitario y una experiencia nueva para todos. Es bien conocido que hay muchas situaciones de estrés que actúan como gatillo para desencadenar un infarto. Numerosos estudios muestran que hay un aumento del número de infartos durante guerras, crisis económicas, eventos deportivos, etc.
No sabemos a ciencia cierta cómo va a influir la cuarentena en el número de infartos, pero sí creemos que la mortalidad puede ser mayor a la esperada. Estamos observando una disminución significativa en las consultas cardiológicas tanto en los consultorios como en las guardias, con lo cual podrían generarse demoras para iniciar la atención y el tratamiento de patologías urgentes. En varios países de Europa, la gran cantidad de enfermos con COVID 19 ha generado un colapso de los sistemas de salud y consecuentemente la atención de enfermos cardiovasculares ha quedado en un segundo plano.
—¿Qué papel juega el tiempo en una Enfermedad Cardiovascular ? ¿Y ante un cuadro de infarto?
—Cuando se produce un infarto de miocardio, mientras más precoz sea la consulta y la atención médica, más se disminuye la mortalidad, sobre todo en las primeras horas desde el comienzo de los síntomas. Cuando ocurre un infarto, solemos decir que “el tiempo es músculo”, haciendo referencia a que mientras más precoz se realice una intervención, menor será la cantidad de músculo cardíaco que sufra y menor la secuela que quedará en el corazón.
—Recientemente se conoció un informe del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, que proyecta unas 10 mil muertes evitables por falta de consulta o tratamiento de enfermedades cardiovasculares de abril a octubre. ¿Esto también se nota en Santa Fe? ¿La gente consulta menos y va menos a la guardia?
—Sabemos que en el mundo, las enfermedades cardiovasculares representan la principal causa de muerte. En Argentina, en el año 2019 hubo casi 100.000 muertes de origen cardiovascular. Estas cifras se dieron en condiciones habituales y fuera de este contexto actual. Este año nos toca convivir con esta situación de aislamiento, la cual genera demoras en las consultas, ya sea por temor a contagiarse ante el contacto con otras personas, temores legales por desplazarse sin autorizaciones, por inconvenientes para transportarse a los centros de salud, etc. La falta de controles de rutina, y las demoras para consultar por cuadros que requieren pronta atención, probablemente van a generar más muertes y mayores secuelas en los enfermos. Este fenómeno se observa en Santa Fe y se repite en muchos países del mundo.
—En el marco de la Pandemia, la recomendación principal es quédate en casa. ¿Pero ante qué síntomas podemos reconocer que estamos sufriendo un infarto y necesitamos atención médica? ¿Y qué hacemos?
—Los síntomas clásicos del infarto son dolores u opresiones en la cara anterior del tórax, en la región del esternón o pectoral y pueden incluso acompañarse de falta de aire, palpitaciones o pérdida de conocimiento. Ante cualquier síntoma similar recomendamos solicitar atención médica, ya sea contactando al servicio de emergencia o dirigiéndose a una guardia de las instituciones de salud.
—¿Cómo podemos cuidar la salud cardiovascular en estos tiempos de pandemia? ¿Y qué deben hacer las personas que tienen una enfermedad crónica ya diagnosticada?
—Fundamentalmente continuar con el control de los factores de riesgo, realizar rutinas de ejercicios diariamente, no excederse en las ingestas y no fumar. Es fundamental no abandonar la medicación y consultar a su médico ante cualquier duda. En varias instituciones se están realizando consultas virtuales o Tele consultas.
Nombre: Matías Dallo
Edad: 46 años
Especialidad: Cardiólogo Intervencionista
Matrícula Profesional N°: 4633
Registro de Especialidad: 00505174
Cargo: Jefe de Cardiología del Sanatorio Garay
La falta de controles de rutina, y las demoras para consultar por cuadros que requieren pronta atención, probablemente van a generar más muertes y mayores secuelas en los enfermos. Este fenómeno se observa en Santa Fe y se repite en muchos países del mundo.