Las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuestas desde el 20 de marzo por el gobierno nacional y replicadas por las provincias, entre ellas Santa Fe, ya atravesó varias etapas y este lunes entrará en vigencia una nueva con algunas menores restricciones especialmente en el interior del país. En estos 50 días el Congreso de la Nación no ha logrado realizar ninguna sesión. En las últimas semanas en ambas cámaras el debate estuvo centrado en definir el modo evitando avanzar en posibles acuerdos políticos para la salida a esta etapa que será dramática en términos económicos y sociales. Parece inverosímil que se pongan excusas y abunden las chicanas que lo único que logran es mantener ausente al Poder Legislativo en un momento muy delicado donde el Poder Ejecutivo ya dictó una veintena de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). En todo este tiempo hubo reuniones virtuales de ministros y funcionarios con comisiones o con líderes de bloques pero abundaron excusas sobre la falta de capacidad de los recintos del Congreso para reuniones presenciales, distancias que tendrían que cubrir legisladores en momentos en que los vuelos están suspendidos hasta el 1 de septiembre. Habrá que recordar que los vuelos comenzaron a regularizarse a partir de 1950 aunque el Congreso de la Nación se constituyó 90 años antes cuando no solo no había vuelos sino tampoco rutas pavimentadas.
La situación del Congreso Nacional es muy diferente a la del Poder Legislativo de la provincia de Santa Fe que supo adaptarse rápidamente a las complicaciones emanadas del aislamiento. Primero fue el Senado el que habilitó la posibilidad de hacer sesiones mixtas y luego también lo hizo la Cámara de Diputados que además optó por cambiar su ámbito natural de funcionamiento para garantizar las distancias de separación entre sus integrantes. Para ello recurrió al Paraninfo de la UNL lugar donde funcionaron dos convenciones nacionales constituyentes y que en términos políticos también fue la sede del primer debate obligatorio entre los candidatos a presidente de la Nación.
El nuevo ámbito hizo que durante las dos sesiones realizadas participaran casi la totalidad de los integrantes de los cuales hay media docena de ellas que integran los grupos de riesgo ya sea por cuestiones de edad o por problemas de salud. No obstante, el haber logrado un espacio más amplio hizo que ninguno de los legisladores en franja de riesgo haya faltado a las sesiones. La posibilidad de participar en forma virtual está abierta también para las comisiones pero en las dos principales, Asuntos Constitucionales y Presupuesto, la opción ampliamente mayoritaria es estar presente para la discusión fina de los temas que llegan al recinto así como la Labor Parlamentaria entre el presidente del cuerpo y los jefes de bancada.
El planeta vive una etapa inédita donde un virus ha trastocado la velocidad de las transformaciones y donde se han puesto en duda muchas certezas. En este nuevo escenario donde se encuentran los gobiernos de los diferentes estados y más que nunca debe primar el funcionamiento acorde de los poderes. Más voces, más miradas, permitirán alumbrar mejor el camino hasta la llegada al final del túnel. La decisión de mantener cerrado el Congreso y dedicarse semanas enteras a discutir cómo volver no parece lo más adecuado mientras se pierden empresas, empleos y vidas. Resolver en forma rápida el funcionamiento, ponerse en movimiento y estar parece ser el camino ensayado por las instituciones santafesinas cuyo desafío inmediato es encontrar las mejores herramientas para salir de la crisis y sentar las bases del incierto futuro que tenemos por delante.