Una inversión superior a los $ 9 millones, podría perderse en Rufino si el Gobierno de Santa Fe decide seguir adelante con su postura de “reordenar” la estructura sanitaria con la que cuenta la ciudad. Es que la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) que se montó en el SAMCo gracias al aporte de empresarios y productores ante la pandemia de coronavirus, podría quedar fuera de servicio al no haber casos de COVID-19 en esa localidad del sur provincial.
Según pudo averiguar este medio, la nueva organización implica que el Hospital vuelva a recibir pacientes, pero reservándose un ala con 24 camas provistas de oxígeno. De dos salas de terapia intensiva, quedará una sola con dos camas, mientras que en la restante volverá a funcionar el quirófano que se había desmontado para la emergencia.
En suma: la decisión responde a la necesidad de optimizar la estructura sanitaria ante la no aparición de casos de coronavirus en la ciudad. Por eso el uso de esta terapia, quedará estrictamente reservado a otros factores. Que cambie la suerte, depende de que sea el Gobierno de Santa Fe quien subsidie su funcionamiento.
Por ejemplo, si hay un brote crítico de coronavirus en la ciudad, el Ministerio de Salud santafesino va a habilitarlo. Esto implicaría que además se eleve el nivel de complejidad del Hospital, nombre a médicos y enfermeras terapistas.
Las autoridades rufinenses, contaron que si aparece algún caso de afección pulmonar sospechoso de coronavirus, va a ser enviado al Hospital para el estudio correspondiente. De confirmarse que sea positivo y que requiera internación, el paciente quedará en el área especialmente reservada del SAMCo. Pero si necesita internación en terapia, será derivado al Hospital Gutiérrez en Venado Tuerto, a 95 kilómetros.
Pero no solo eso: Rufino también debe contener a otras localidades cercanas, como Aaron Castellanos, Sancti Spiritu, San Gregorio, Diego de Alvear, Lazzarino y Amenabar. Por lo cual, los efectos de este nuevo esquema de trabajo, implicaría un problema a nivel regional.
Como era de esperarse, el desmantelamiento de la UTI, generó una rápida reacción de la comunidad rufinense y de la zona de influencia: “Actualmente nos encontramos en una situación mucho peor que la inicial, ya que, pese a las numerosas gestiones oficiales y extraoficiales, a la fecha aún no se logró la habilitación formal de la UTI, como así tampoco la designación del recurso humano necesario para su funcionamiento”, aseguraron a través de un comunicado enviado a los medios.
“Es por esto señor Gobernador –continuaron-, pensando en la inminencia del agravamiento de la pandemia y teniendo en cuenta que el hospital local nuclea a pacientes de localidades vecinas del departamento General López, que ejerciendo la representación de las instituciones de nuestra comunidad, le solicitamos formalmente arbitre los recursos y medios necesarios tendientes a poner en marcha de forma inmediata la UTI en el Samco Rufino, que es de la sociedad en su conjunto y que necesitamos que usted y la provincia nos acompañen”.
Por otra parte, este jueves por la mañana el intendente Natalio Lattanzi, se reunió con presidentes comunales del sur de Santa Fe; de localidades limítrofes del norte de Buenos Aires; y autoridades locales. Se firmó un acta en la que se pide por la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) y el funcionamiento simultaneo del quirófano y la sala de partos en el Hospital.
En el acta se redacta la situación que transitó en cuanto a salud la ciudad y se le solicita al gobernador Omar Perotti y a los referentes provinciales de salud, que revean la situación. “Entendemos que la salud no tiene división territorial, la salud que se atiende en Rufino es regional”, afirmó Lattanzi.
El Intendente aseguró que no se pueden permitir dilaciones en este tema y aclaró: “Es un hecho muy importante, estamos juntos gestionando lo que creemos que nos corresponde como ciudadanos”.