El sábado 18 de mayo de 2019, Cristina Kirchner sorprendió a todos con un video en las redes sociales donde anunciaba que Alberto Fernández iba a ser candidato a presidente y ella iba a acompañarlo en la fórmula. La decisión, por inesperada, descolocó a todos, especialmente a los peronistas que por entonces se dividían entre kirchneristas y federales, mientras se preparaban para unas PASO donde iba a quedar consagrado el candidato para unas elecciones que parecían imposibles; salvo para Alberto Rodríguez Saá, que venía diciendo desde el año anterior que para la oposición “había 2019”.
Pero antes de eso, Alberto Fernández recorrió las provincias explorando la posibilidad de que las distintas partes finalmente concluyan en un todo que convirtiera al peronismo en una opción de poder competitiva. A fines de noviembre de 2018 estuvo dos días en Santa Fe, donde participó de la Feria del Libro Nacional y Popular, visitó la sede del PJ y se reunió con dirigentes locales, tuvo una reunión con empresarios en la Unión Industrial de Santa Fe, y cenó en el Quincho de Chiquito (donde comió pollo, porque no le gusta el pescado).
Esos días, los últimos en los que estuvo antes de las fugaces visitas que hizo durante la campaña electoral, fue acompañado por Santiago Cafiero y un puñado de dirigentes locales, entre ellos la senadora nacional María de los Angeles Sacnun y el diputado provincial Leandro Busatto.
“Nadie podía pensar hace un año cuál iba a ser la estrategia que íbamos a tener en torno a un proceso de unidad política, que era lo que venía planteando Cristina desde hacía mucho tiempo. Me parece que ése fue el puntapié inicial de la constitución del Frente de Todos como fuerza política, que finalmente ganó las elecciones en octubre. Hoy, después de todo lo que tuvimos que atravesar, desde la emergencia que fue la primera ley que votamos en el Parlamento de la Nación hasta la pandemia, quedó demostrada la visión estratégica que tuvo Cristina al elegir a Alberto, porque ha llevado con una prudencia y una razonabilidad absoluta esta crisis, que es mundial y que a la Argentina la afecta doblemente. Porque la gran mayoría del resto de los países la afrontaron con una fortaleza que nosotros no teníamos, dado que ya estábamos en una emergencia sanitaria, económica y financiera por la crisis de la deuda. Y la verdad es que hoy estar considerados por la Confederación Sindical Internacional como uno de los seis países que mejor han administrado la crisis, me parece que no amerita mas análisis”, dice Sacnun.
-Hubo además una buena gestión política. En Brasil renunciaron dos ministros de Salud en quince días, en Italia están a los tironeos entre el primer ministro y los gobernadores de las regiones, Trump en EEUU se pelea todos los días con todos. Acá eso no pasó.
-Fue muy buena. Todas las decisiones que tomó el presidente fueron consensuadas con todo el arco político. Ha dialogado con todos los gobernadores y hasta los que no son de nuestra fuerza política acompañaron fuertemente las decisiones que tomó, teniendo en cuenta la realidad de cada una de las provincias. Ese no es un dato menor, porque es además salir del centralismo porteño, es escuchar las voces de quienes tienen responsabilidad de gestión en las provincias argentinas, sean del color político que sean. Ese es un valor agregado en la crisis que no se da en muchos países, donde hay disputas internas muy fuertes. Por eso me parece que la prudencia y la racionalidad que tuvo el presidente para administrar la crisis sanitaria lo pone en el mejor de los lugares.
-Repasando los 30 días anteriores al video donde Cristina anuncia la candidatura de Alberto, hay una serie de hechos políticos que, ahora vistos con el diario del lunes leído, lo anticipaban como el lugar que le dio en la presentación del libro en la Sociedad Rural o las declaraciones que hizo el 14 de mayo de 2019 en la sede del PJ. ¿Sospechabas algo?
-La verdad que no. Estuve con los compañeros del bloque en la presentación del libro, pero no teníamos idea. No sabíamos tampoco cual iba a ser la decisión final. Sí sabíamos, porque lo planteaba, que iba a ir hacia un proceso de unidad. El diálogo se había abierto con todos los sectores del peronismo y entendíamos que eso se iba a consolidar. Lo que no sabíamos era el nombre. Alberto jugó un rol muy importante. Cristina, antes de ungirlo como candidato a presidente, lo había puesto como interlocutor en las distintas provincias para abonar un proceso de unidad. Evidentemente ella venía pensando en su figura, porque lo había puesto como una especie de armador, articulador de ese proceso de unidad.
-En noviembre de 2018 estuvo dos días en Santa Fe, donde participó de la Feria del Libro Nacional y Popular, visitó la sede del PJ y la de la Unión Industrial, donde claramente estuvo haciendo una tarea de ir juntando las partes para armar el todo.
-Alberto se convirtió en el interlocutor natural de los distintos sectores del peronismo, era el que dialogaba con todos. Lo puso a cumplir ese rol. Y fijáte que ahora, cuando esta en el centro de la escena porque es el presidente, Cristina discretamente se corre de la centralidad y hace lo que tiene que hacer desde el parlamento de la Nación. Éstas fueron prácticas muy comunes en lo que podríamos llamar el primer kirchnerismo. Esa actitud de Néstor de ir juntando las partes, de ir sumando a todos los sectores. Me parece que ésa fue la impronta que Cristina le quiso dar. Pero nosotros vemos toda la película ahora, cuando ella ya la tenía en la cabeza desde hacía tiempo. Nosotros éramos como los actores a los que le dan el libreto para una escena, sin saber como es toda la película.
-Al margen de la gestión de la crisis sanitaria ¿Como está hoy la relación entre las distintas partes del peronismo?
-Las diferencias son naturales porque nosotros somos un frente y en ese marco siempre existen, pero creo que se están procesando de una manera óptima. La verdad es que no veo que haya ningún tipo de rispidez ni de dualidad en el gobierno. Hay diferencias lógicas frente a cualquier política de Estado, que se superan con el debate, pero esa es la matriz de la política, el diálogo, superar matices. Acá lo que es indiscutible es la voluntad política de procesar esas diferencias y salir con una política de gobierno unificada, que es lo que se está haciendo. Sí creo que hay, como siempre, sectores minoritarios que tratan de alentar algún tipo de diferencia, de rispidez, pero la verdad es que eso no existe.
-Hay ahí como una idea de tratar de enfrentar al presidente con Cristina agitando hechos que en la realidad no suceden.
-Si y lo hacen sectores interesados. Mirá hasta que punto la actitud de Cristina es racional que, no bien advierte que van a obturar cualquier tipo de avance en el Parlamento si lo hacíamos con las sesiones virtuales, hace el planteo ante la Corte para despejar cualquier duda. La idea es facilitarle todas las herramientas que necesita el Presidente, que son racionales porque son institucionales, son las que le tiene que dar el parlamento al Presidente. Y la verdad es que después de conocer de qué manera planteó la estrategia para ganarle al macrismo en las urnas, me parece que lo que demuestra es una absoluta racionalidad. Ahí no hay una actitud irracional: todo lo contrario, hay una actitud racional y me parece que los resultados lo han demostrado.
-Hay una frase de Alberto Fernández que define ésto: “Con Cristina sola no alcanza, sin Cristina no se puede”. Me parece que éste fue el eje del armado político.
-Totalmente, y me parece que así se entendió y así lo entendió Cristina. Si hubiera tenido una actitud irracional o hubiera pensado en dividir en vez de unir, hubiese tenido otra conducta. Sin embargo, lo que hizo fue elegir a quien ella entendía podía unificar criterios y ser la persona adecuada en esta etapa. Y sin saber lo que se venía. Como esta pandemia, que en el mundo ha dejado mal parados a líderes de talla y que nosotros tenemos el orgullo de decir que Alberto la administró excelentemente bien. Así que no se equivocó.
-¿Como va a seguir este proceso que empezó hace un año?
-La verdad es que seria muy aventurado adelantarse. De lo que estoy convencida es de que nosotros tenemos una responsabilidad, que no sólo es administrar la coyuntura, sino también pensar la post pandemia, que no sabemos cuando va a iniciarse. En el mientras tanto hay que sostener estas políticas que se traducen en los 20 decretos de necesidad y urgencia que dictó el presidente, auxiliando a todos los sectores de la sociedad. Empezando por los más vulnerables, que eran los que venían afectados por la emergencia que dejó Macri y ahora sosteniendo a los otros sectores. El jueves tuvimos una reunión a través de zoom con 50 empresarios de la provincia de Santa Fe y directivos del Banco de la Nación Argentina, evaluando la situación en que se encuentra y las posibles fortalezas que podemos tener a futuro. A esto lo vamos a seguir haciendo con todos los sectores de la economía, porque tengo la obligación de participar de la reconstrucción que va a necesitar el país y la provincia a partir de la salida de la pandemia que, entiendo, no va a ser de un día para el otro, sino que va a ser lenta. Deberemos transitar por un camino que vamos a tener que aprender a recorrer todos juntos. Por eso es tan importante la unidad de participación de todas las fuerzas políticas, porque acá se va a necesitar de todos los sectores, tanto de la economía como de la política.
-¿Que dijeron los empresarios?
-Que están en una situación compleja. En realidad ya venían de una situación difícil, porque los cuatro años del gobierno de Macri para muchos sectores de la producción fueron muy fuertes, los han diezmado en algunos casos. Ahora están pidiendo financiamiento, están viendo la posibilidad de reconvertirse, rearmando sus empresas. La verdad es que en general están viendo un gobierno que se ocupa, cuyos funcionarios están permanentemente en contacto, que les responden. Nuestro desafío es seguir por este camino y si se plantea alguna deficiencia o error de parte del gobierno, corregirlo y tratar de solucionarlo para mejorar en todo lo que se pueda la respuesta del Estado. No te olvides que venimos de un Estado que estaba diezmado, no teníamos ni ministerio de Salud.
-La magnitud de lo que hay que atender no tiene antecedentes.
-Además, sin saber qué va a pasar. El mundo no sabe cómo va a quedar todo después de esta crisis sanitaria. Por eso cuando insistían con eso de que Argentina se iba a ir del Mercosur... es una locura. Lo que está haciendo Argentina es tomarse su tiempo para ver cómo va a quedar rearmado el nuevo orden mundial y en función de eso avanzar protegiendo los intereses nacionales. Nosotros no podemos avanzar en acuerdos bilaterales que terminen destruyendo la industria y el empleo en Argentina. Lo que tenemos que hacer es cuidar lo que hay, para que lo que quede sea el puntal y el motor de la reconstrucción nacional.
-Además, si comercialmente el mundo es agresivo, en esta situación esa tendencia va a potenciarse.
-Va a haber una sobreoferta de bienes y servicios y una demanda acotada. ¿Como va a hacer EEUU para que vuelva a trabajar todos o la mayor parte de los 36 millones de desocupados que le dejó la pandemia? La mayoría de los países van cerrar su economía. ¿Nosotros vamos a ir a contramano y vamos a abrirla para que nos inunden de productos, que es inundarnos de empleos suyos a costa del desempleo d e los argentinos? Tenemos que ser inteligentes. No hay que cerrase pero tampoco abrirse en forma indiscriminada perjudicando a quienes generan empleo en nuestro país.
“El contexto no esta para hablar por elecciones”
-El año que viene hay elecciones a senador nacional, ¿estás pensando en renovar la banca?
-La verdad es que no estoy pensado en eso, sino en como representar lo mejor que puedo a la provincia. No quiero descuidar la tarea para la que me votaron los santafesinos y las santafesinas. Yo quiero ser una senadora que defienda los intereses de Santa Fe y la verdad es que es la mayor medalla que me puedo llevar al terminar el mandato, ser reconocida como una senadora que trabajó y puso el cuerpo por su provincia y que ha intentado representar a todos mas allá de la extracción política partidaria que cada uno tenga. El contexto no esta para hablar por elecciones. El general Perón hablaba de la economía de fuerzas. Ahora hay que poner todas las fuerzas en la reconstrucción del país. Después vendrá lo otro. Hace seis meses no pensábamos que íbamos a estar viviendo esta situación y hace un año Alberto Fernández no era candidato a presidente, así que aventurarse a lo que pueda llegar a pasar dentro de de un año seria una locura y una irresponsabilidad de mi parte.