Sebastián Clotet es recordado por el hincha tatengue como uno de los pibes que en 1996, de la mano de Carlos Trullet le dio el ascenso, el rubio volante zurdo luego fue vendido a Lanús y de ahí a España, jugando además en otros equipos de América y también de nuestro país.
Ahora en su nueva función como Director técnico sueña con regresar a su querido Unión.
—En este momento no estoy trabajando, hemos repartido carpetas por todos lados, en varias ligas de la provincia y también de la provincia de Entre Ríos, por eso estamos a la esperado. Arranqué en 2008 cuando me recibí de Director técnico, empecé en Argentino de Franck, luego Sportivo Guadalupe, Sp. Norte de Esperanza, ahí con un lindo recuerdo, más tarde regresé a Argentino de Franck donde jugamos la Copa Santa Fe, este club es algo especial, tengo mucho aprecio por él y la gente también por mi; luego dirigí Unión Santo Domingo, me fue muy bien ya que clasificamos en las dos categorías tras mucho tiempo. Ahora estamos esperando que se supere todo esto de la pandemia, para que regrese el fútbol y esperando que alguien confíe en nuestro trabajo; antes de la cuarentena estábamos charlando con gente de Entre Ríos, así que veremos que pasa.
Para los clubes de la liga se hace muy difícil toda esta situación, es un momento en donde se deben respetar todas las indicaciones de los profesionales de la salud, ojalá se empiece rápido, pero lo primordial es la salud, acá en Santa Fe estamos bien con los casos de Covid-19, por eso uno alberga más esperanzas que el retorno sea pronto.
—¿Que opinas de la Copa Santa Fe?
—Viene muy bien, le otorga “visibilidad” a los equipos más chicos que tienen la posibilidad de enfrentarse y ganarle (como se ha dado muchas veces) a los grandes. Genera expectativas muy lindas, la verdad que la gente que lo diseñó lo hizo realmente muy bien. El hecho de participar en ella ya es muy importante para los clubes del interior, a los que le toca jugar que la disfruten porque son momentos y oportunidades que ha veces se dan muy poco en la vida, no solamente el hecho de ganarla, si no de formar parte es muy importante.
>> Cuerpo técnico: Sebastián Clotet trabaja junto al profesor Oscar Brigada, Edgardo Vanni como ayudante de campo, y Luis Abdeneve, este último se va a sumar al grupo, según comentaba el DT, que arrancó su carrera dirigiendo a Argentino de Franck.
—¿Cómo se paran tus equipos?
—Uno que ha jugado al fútbol, ha tenido varios técnicos y cada uno tiene su fórmula, a mi me gusta atacar, ir al frente, con los recaudos necesarios, cuando jugábamos en Unión lo hacíamos con línea de tres, dos volantes laterales, por derecha Lautaro Trullet o Pablo Bezombe, por izquierda iba yo, con un doble cinco: “Patita” Mazzoni, el “Laucha” Garate o Silvio Mendoza. Cabrol de enganche y arriba Perezlindo, Marzo o “Pochola” Silva, a veces el “Topo” Gómez. Había muchas variantes.
Siempre me gustó mucho la línea de tres, lamentablemente no le he podido implementar mucho porque en planteles profesionales uno dispone de más jugadores, en las ligas es más difícil, uno trata de armar lo que puede con lo que tiene, últimamente armaba 4-4-2 o 4-4-1, siempre con los volantes externos con mucha libertad. En general me gustan los equipos ofensivos. De todos los técnicos vas aprendiendo cosas, como jugador uno va dos horas y se va, cuando se es técnico hay que pensar las 24 horas: esquemas, como están los jugadores, las lesiones, es otra cosa.
—¿Que entrenadores te fueron forjando?
—El Sr. Primo de Nogoyá, uno de los primeros técnicos que tuve, pero el que me fue a buscar cuando tenía 13 años fue Carlos (Trullet), primero le dije que no, me quedé allá, pero cuando volvió a los 17, me vine para Santa Fe a la pensión. Acá conocí mucha gente que siempre me ha tratado muy bien, los empleados del club, gente maravillosa; entre los DT. Roberto Mesa, Luis Sauco, Carlos Mazzoni, Humberto Zucarelli, Daniel Silguero, Hilario Bravi, “Cachito” Roteta, espero no olvidarme de nadie, fueron muchos, pero definitivamente el que me marcó fue Carlos Trullet que me dio la oportunidad, Mazzoni también fue muy importante en mi vida, hasta el día de hoy.
Recuerdo la noche que me llamó Don Angel Malviccino, para decirme que me tenía que ir, porque me habían vendido a Lanús y yo no me quería ir, luego me llamó Oscar Garré. Tuve otros técnicos como El “Bambino” Veira, Marito Zanabria, Miguel Russo, Mario Gómez, el “Pitu” Murua, entre otros, el Tucumano Aredes en Atlético, a Julio Zamora, al “Negro” Clausen, todos te dejan algo, pero el que me dio las “alas” y me bancó siempre fue Trullet.
—Te fuiste joven de Unión y no te pusiste más la rojiblanca.
—Quise volver, estaba J.J. López, había hablado con él, la verdad que se portó de diez conmigo, entrené con el plantel profesional, me dijo que si él quedaba en me iba a tener en cuenta para el próximo torneo, pero luego surgió algo seguro de Bolivia y me fui; aparte en ese momento pasaron cosas de las que no quiero hablar, hubo gente que sin saber la situación habló mal, me quedé con un sabor amargo. De todas formas el hincha de Unión y los que me conocen saben como soy y como actúo; siempre dije que un día voy a volver y lo voy a cumplir, ya no como jugador pero si en esta nueva función.
—¿Estás pendiente de lo que pasa en el club? ¿Cómo ves la salida de Madelón?
—A Unión lo sigo siempre, me cuesta un poco ir a la cancha, por la gente, por todos los recuerdos que uno tiene. Con respecto a la salida de Madelón, la verdad no se, es muy querido y dio mucho por Unión, hay que pensar en los momentos y en que cosas le habrán pasado. Cuando uno agarra un equipo siempre quiere llegar hasta el final, después si te sacan jugadores y no podes armar el equipo, tal vez fue eso por lo que decidió dar un paso al costado y brindarle la oportunidad a otro. Deja un gran recuerdo y capaz que dentro de un año regresa a dirigir.
Hoy Unión no tiene DT, están a cargo los chicos del club, Unión debe tener un técnico que vaya trabajando, decidiendo que va a traer, que vaya conociendo jugadores, en esto los dirigentes no se pueden dormir, hay mucho trabajo para hacer y a mi manera de ver se están demorando.