Al leer la nota en El Litoral del Dr. Mario A. Pilo “Virus y Educación”, me tomo el permiso de extraer lo siguiente: él se define como anciano peligroso de 70 años, bien yo soy otro con 76, y dice que como docente opina que el virus nos lleva a robotizarnos, porque cada acción depende de una máquina y define que la educación es un proceso complejo no sólo racional sino también emocional y disciplinario. Educar no es mirar una pantalla, y se pregunta si los padres pueden reemplazar a los docentes. A buen entendedor, sabemos que no. Además la cuarentena estableció el aislamiento de los niños en sus hogares, que está perjudicando la psiquis de los mismos.
Los ancianos entendemos, en contra de la sociedad política y hasta de los mismos docentes, que se puede volver hoy a la escuela.
Casualidad o no, hoy (11.03.20) desde mi función de Administrar la Mutual Jerárquicos, impartí las instrucciones para que nuestra Mutual -responsable del Centro Educativo Jerárquicos- requiera al gobierno de la Provincia de Santa Fe, a través de su Ministerio de Educación, autorización para abrir nuestras aulas para aquellos niños cuyos padres, en libertad y voluntariamente, acepten que sus niños asistan a su escuela.
Estamos en condiciones de ofrecer los protocolos necesarios, para que nuestros niños puedan asistir y tener sus clases en forma presencial y reemplazar las clases virtuales que se les brinda actualmente por la cuarentena.
Personalmente siempre tengo una actitud positiva, de cualquier manera conociendo el alineamiento con el Poder Ejecutivo Nacional, del Sr. Gobernador y del Sr. Intendente, está demás hacer esta petición.
Fundamento mi opinión de la acción política por cuanto hace más de cincuenta días que estamos en cuarentena y más de treinta días sin fallecidos en nuestra ciudad. Sin embargo, el Ministro de Educación de la Nación manifestó que las clases no se van a habilitar hasta agosto y con posibilidades de no poder hacerlo antes de diciembre. De hecho el ministro nacional opina de esa forma, porque solamente conoce sobre lo que les ocurre en Capital Federal y Gran Buenos Aires (La Matanza) y todo lo que ellos denominan la Metrópoli. Esto es lógico en nuestro Unitario País; los funcionarios nacionales solamente ven lo que tienen delante de sus ojos y el resto del país tiene que pagar un aislamiento, un empobrecimiento, porque los dueños del país tienen dificultades.
De hecho que ellos no van a poder volver a dar clases, pero nosotros en resto del país y en la ciudad de Santa Fe podríamos empezar a dar clases. Claro que yo hablo por nuestra escuela y así cada una y el Estado deberían adecuarse a los protocolos correspondientes.
Con toda la información que nos transmitieron nos han generado un miedo comunitario que nadie quiere que le digan “por tu culpa nos pasa que tenemos un enfermo más”.
Para finalizar quiero dejar la reflexión de un ángel, una niña de ocho Años, que al enterarse por la televisión que algunos presos quedaban en libertad, dedujo que si nosotros estamos aislados en una situación similar a la de los preso, y a ellos los dejan libres, si nos liberan a nosotros podemos ir a la escuela.
Liberan a los presos y al otro día ya están haciendo de sus fechorías, atacando a una comunidad encerrada. Al prohibirnos salir a los adultos mayores salgan, los delincuentes invaden nuestros hogares, nos roban, nos golpean... mientras la Policía y la Justicia controlan a los viejos que salen, no pueden poner límite a la delincuencia.
Para ponerle la frutilla al postre, no queremos educar a los niños y jóvenes. El prócer Sarmiento, dijo “eduquemos al soberano” pero los gobernantes actuales disminuyen la educación. Un pueblo sin educación, es material de descarte.
Para terminar les doy a conocer la opinión de una Profesional de la Salud que dice: “Los niños no enferman ya que son inmaduros en sus receptores para el virus”.
Todos estamos preocupados para que el comercio, la industria y los servicios vuelvan a su normalidad. Pero cuando esto suceda, las personas que están en sus casas, volverán a trabajar y los niños, quedarán sin compañía. Esto no es lógico, la lógica es “PADRES A TRABAJAR, HIJOS A LA ESCUELA”.