Cristian Retamar
Una carrera en ascenso que tuvo sus inicios en Newell’s Old Boys de Rosario, su paso firme por ADIUR y el presente en Unión de Santa Fe.
Cristian Retamar
El mediocampista rojiblanco Giuliano “Tano” Angelotti, de gran suceso en el torneo Tiburón Lagunero, dejó conceptos importantes donde habló de sus sueños futuros.
“Me inicié en Newell’s de Rosario en novena división. A raíz de mí falta de desarrollo no podía crecer y estar a la altura de la competencia. Entonces mis compañeros hacían la diferencia en la parte física. Pero yo, en la parte técnica, demostraba que tal diferencia no existía. Aunque a pesar de todo ello me dejaron libre. Y apareció la oportunidad de ADIUR (Filial de Villarreal de España), ahí jugué desde la novena hasta llegar a primera y jugar el Federal B”.
Desde entonces, no desaprovechó la posibilidad donde atravesó momentos gratos y compartió vestuario de una realidad dura. “Jugando el torneo Federal B conocí otra realidad: la de jugar para llevar sustento al hogar. Tuve compañeros que si no clasificábamos a otra fase no cobraban y si no cobraban no llevaban un plato de comida a su hogar. Vi compañeros llorar de emoción porque al ganar un partido y pasar a otra fase ellos decían que podían comprar pañales para sus hijos”.
La solidaridad y la presión eran una pesada mochila. “Con esa presión, con esa responsabilidad y esa mochila pesada en los hombros, ADIUR realizó una campaña histórica y quedamos afuera en cuartos de final frente a Atlético San Jorge”, cuenta con emoción.
Él y su familia
Sólo Dios y su familia conocen a fondo todo lo que vivió. Sus padres, Gabriela y Marcelo, son quienes acompañan y abrigan este sueño tibio para tres y saben que no deben bajar los brazos. “No me olvido más de ese día que me comunicaron de Newell’s que quedaba libre. Se me partió el corazón cuando le conté a mí viejo. Y lejos de bajar los brazos me dijeron: no pasa nada... seguro vas a volver más grande... (risas) y yo tenía 13 años ya”.
La llegada a Unión
“ADIUR te brinda la posibilidad de probarte en otros clubes del fútbol argentino. Tengo compañeros desparramados en varios equipos que ya debutaron. Hasta que tuve la suerte de quedar en Unión con 19 años. Un año antes surgió la oportunidad de jugar en Belgrano de Córdoba pero sufrí una lesión y me quedé sin jugar. Y pensé que a esa edad ningún club se fijaría en mí”, comentó con cierta desazón.
“Pero la familia está en todo: o decidís vivir del fútbol, estudiar o ir a trabajar. Hubo compañeros a los que la familia no les permitió seguir jugando, entonces optaron por estudiar y otros ir a trabajar para el sustento familiar. Ese apoyo de mis viejos fue algo maravilloso porque acompañaron mis sueños de ser futbolista y hora estoy en Unión muy contento peleando un puesto en reserva”.
Su relación co Mosset
Su relación con el técnico actual de Unión, “Tato” Mosset, es fundamental ya que es quien está en cada detalle y lo aconseja siempre. “La ocasión se presentará, nos dijo Tato (Mosset), nos llegará la oportunidad porque no habrá descensos y hay que estar preparados. Él nos aconseja cómo jugar, de qué manera posicionarnos en la cancha y nos marca detalles esenciales más allá de los aspectos del juego, como la táctica y los movimientos preestablecidos, nos da herramientas para encarar un partido. Todo esto nos da la pauta de cercanía. De esa manera no existe la abismal relación jugador-DT. Es un compañero más”.
En ocasiones vivió momentos no tan felices y tuvo su resurrección futbolística. “Estaba mal incentivado el pasado año y pensé que era mí última chance. No conseguía club, estaba medio presionado. Por suerte hice una prueba en Unión que llegó de la mano de Nicolás Zuccarelli. Ahí me vio el DT (Mosset) me dijo que volviera la semana próxima que quería seguir viéndome en cancha. Volví y se me acercó su ayudante de campo (Lucas Belloti) y me dio la gran noticia: queremos que formes parte del plantel”, la alegría fue enorme y se nota en su voz. Un gran compositor escribió “tarda en llegar y al final hay recompensas” (Gustavo Cerati). Así llegó su recompensa y resalta el grupo que comparte. “Estoy en un grupo de muy buenos compañeros. Porque si vas a realizar una prueba a otro club te lo hacen notar que estás a prueba, no te dan un pase, no te dan la pelota porque piensan que les vas a quitar su lugar. Y en Unión todo lo contrario, te hacen participar del juego”.
Sabe cuál es el valor de la camiseta que defiende. Sus palabras denotan personalidad, esencia de fútbol y perfil ganador. “Al estar en Unión a los otros equipos de Liga Santafesina les genera un plus al enfrentarnos y de igual manera nosotros tenemos que equiparar y superar ese plus porque estamos vistiendo la mejor camiseta de Santa Fe. Y el hecho de representarla, ya es un desafío. Por eso el objetivo está en prepararnos para demostrarlo, ser los mejores y hacerlo”.
El fútbol y su sentido de pertenecer a un club hablan por él. Cuando le llegue la oportunidad buscará la forma de hacerle saber a esa caravana de miradas sus deseos en rojiblanco. “Ojalá me llegue la chance de estar debutando con la camiseta de Unión. Para mí será un orgullo devolverle con fútbol al club que me abrió las puertas para lograr este sueño que tengo desde chico: llegar al fútbol profesional”.