Patricio Dobal | [email protected]
Patricio Dobal | [email protected]
El tema fue expuesto por el propio gobernador Omar Perotti en la apertura de sesiones ordinarias de la Legislatura -1° de mayo-. Entre los múltiples desafíos que la emergencia del coronavirus impuso a las ciudades y los pueblos de Santa Fe, la necesidad de apelar a la virtualidad para completar los quehaceres de la vida cotidiana se volvió fundamental, y dejó en evidencia la desigualdad que existe en el acceso a la conectividad para miles de habitantes de “la bota”, no solo por cuestiones económicas sino también por la variable geográfica y la disponibilidad técnica de los prestadores.
Así, tanto en barrios de los grandes conglomerados como en viviendas de las localidades más distantes, desde la administración de Perotti han identificado un déficit severo en cuanto a la posibilidad de contar con servicios de internet de calidad. “Ya lo dijo el gobernador, el 50 por ciento de los menores de 18 años no están accediendo a las plataformas virtuales de educación, hecho que en esta pandemia deja a muchos estudiantes en una situación de desigualdad frente a otros que sí logran ingresar de manera eficiente a la red en el hogar”, explicó Sergio Bleynat, secretario de Tecnologías para la Gestión de Santa Fe, en contacto con El Litoral.
Su cartera se encargó de sondear los relevamientos hechos hasta el momento de entidades como el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) sobre la disponibilidad de internet en el mapa santafesino, hecho que de igual manera obliga a generar un análisis más exhaustivo sobre lo que pasa tanto en el Gran Santa Fe y Gran Rosario, como en el interior profundo de la provincia.
La realidad en el interior
El panorama es tan diverso como dispares son la carencias que enfrentan las regiones de Santa Fe. Hay pueblos que cuentan con un servicio de internet cooperativo, con un ancho de banda limitado, y otros que deben hacer literalmente malabares con el teléfono celular para alcanzar una línea de señal y lograr conectar los datos móviles. Ahora bien, todos coinciden en que así se hace difícil hacerle frente al “quedate en casa” para estudiar y avanzar en el teletrabajo.
“No hace falta una pandemia para saber que mandar un mail desde la comuna es una odisea. Hasta una transferencia bancaria se hace difícil. Hay un tiempo establecido por el sistema del homebanking para confirmar la operación y si el comando no se carga por la poca velocidad de la conexión sencillamente el depósito no se concreta y hay que volver a empezar”, resume Rubén Acosta, el presidente comunal de Gato Colorado, sobre los avatares con los que deben lidiar a diario en la administración de la localidad ubicada más al norte de Santa Fe, en el departamento 9 de Julio.
Hubo un intento hace años para montar una antena y garantizar un enlace con la cooperativa que brinda internet en Tostado, distante a 160 kilómetros, pero la dificultad técnica por la distancia complicó el proyecto y Gato Colorado solo depende la señal celular. “Hacer un videoconferencia, reproducir un video en tiempo real, descargar o enviar archivos pesados es muy caro ya que el vecino termina consumiendo en pocas horas su paquete de datos. Además solo contamos con la cobertura de una prestadora”, amplió Acosta.
El pueblo está muy cerca de límite con Chaco y no son pocos los que deciden desandar el camino hacia la vecina Santa Sylvina para acceder a buena señal. “Acá las aulas virtuales no existen. La ausencia de los niños en las aulas se tradujo en cuadernillos y fotocopias que los mismos maestros dejan en un domicilio y las familias las retiran”, explicó Acosta sobre una modalidad que, tomando las precauciones sanitarias que el caso exige, es común en los espacios urbanos donde Internet escasea.
Tampoco agua potable
En Gato Colorado sufren además otras carencias, desde la ausencia de agua potable por una planta de ósmosis sin funcionar hace un año, hasta la inexistencia de bancos, hecho que obliga a cruzar a Chaco para operar en un cajero automático.
En el norte las postergaciones se multiplican en gran parte por una densidad poblacional menor a la del sur, elemento que juega en contra de las inversiones de los privados que tienen un claro interés lucrativo. “Si el viento y el resto de las condiciones del tiempo nos ayudan, el servicio es bueno. Pero eso no siempre ocurre”, se sincera Omar Walker, el jefe comunal de Los Amores, en el departamento Vera.
Hay una antena en el techo de la sede comunal que permite darle internet a las computadoras del personal administrativo desde Calchaquí. Ambas localidades están sobre la Ruta Provincial 3, pero separadas nada más y nada menos que por 200 kilómetros. “Acá los chicos se prestan las tareas y no somos un pueblo tan chico. La conectividad para una familia es cara y no queda otra que depender de una sola operadora de telefonía móvil”, manifestó el hombre que comanda los destinos del pueblo en el que funciona una escuela primaria, una secundaria y don establecimientos más en la zona rural.
“La obligación del aislamiento ahora permite visibilizar fronteras afuera del pueblo lo que vivimos a diario. Acá nadie usa Netflix”, bromeó Walker. El streaming no penetró en el interior profundo de Santa Fe, en donde el interés mayor pasa por lograr enviar en forma ágil un archivo por WhatsApp.
El sur también lo padece
En los departamentos del sur donde existe mayor población e infraestructura de servicios, frente a cualquier imaginario la situación no dista demasiado de lo que ocurre en la zona de los Bajos Submeridionales.
“Desde el vamos hay una diferencia técnica evidente que se traduce en un ancho de banda más acotado. Viajamos seguido a Rosario y el contraste en el wifi de una casa allá respecto de una vivienda acá es notorio”, indicó desde General Gelly, en el departamento Constitución, la titular de la comuna, Marcela Del Puerto, que calificó el servicio de internet como “caro y poco estable”. Es la Cooperativa Eléctrica de General Gelly la que provee internet y el planteo es común en casi toda la población. “Todos se quejan de la velocidad”, precisó la mujer.
A criterio del Gobierno de Santa Fe son 78 las localidades que no tienen un servicio de red fijo que equivale a 49.956 kilómetros, 37,5 por ciento de la superficie del territorio.
Datos estadísticos
“El gobernador está interesado en confeccionar una mejor radiografía y por está a punto de convocar una mesa que pueda vincular a los prestadores de servicio y los referentes de cada localidad para relevar las necesidades de conectividad que existen en cada región”, se excusó Bleynat.
Los datos que presentó Perotti ante los Legisladores indican que en España la velocidad promedio es de 106 MB por segundo cuando la Argentina tiene 28 MB por segundo y en dicho encuadre la provincia de Santa Fe está en 21 MB por segundo, es decir, menos del promedio nacional.
Así, “la bota” hoy está en el puesto 9 en el país, un lugar más atrás que el año pasado. El panorama es aún más crítico en lo que a banda ancha se refiere. En Argentina hay un 11 por ciento de conexiones de fibra óptica de alta velocidad y en el territorio provincial es del 3,7 por ciento, quedando Santa Fe en el puesto 14.