Juan Carlos Funes es doctor en psicología y realizó un posdoctorado en Rosario, por el que se especializó en violencia y homicidios. Tiempo atrás, en estas páginas, propuso una serie de medidas que -aseguró- podían bajar los catastróficos índices que perduran en la ciudad de Santa Fe y en la provincia desde hace décadas. “El Covid no está dando una gran oportunidad. Con el coronavirus se comprobó mi hipótesis... la regulación de la convivencia ciudadana logró revertir las estadísticas como nadie había podido en los últimos 20 años. Ese control pasa por cosas sencillas, como por ejemplo el tránsito. Sería un gran error que el Estado deje pasar esta oportunidad”, disparó el especialista.
“Si las autoridades no toman nota, por omisión o indiferencia, cuando todo esto pase se va a producir un desborde brutal del dique de contención. Es posible que se produzca un pico de violencia inusitado. El Estado está entrando en contradicciones que pueden tener graves consecuencias. Por ejemplo, se libera a 300 presos de la noche a la mañana de las cárceles, donde no hay enfermos ni contagiados... y mientras tanto se sigue pidiendo a la gente que mantenga el aislamiento”, afirmó.
Funes señaló que la sociedad se encuentra en estos momentos en una tercera etapa de la cuarentena. “Ya no hay miedo a la enfermedad. Hay un desgaste sobre los vínculos. Está muy bien tomar todas las medidas sanitarias por el coronavirus, pero hay algo que se está omitiendo. Las personas no se están enfermando de coronavirus, pero sí están sufriendo problemas de salud mental. El aislamiento puede agravar patologías preexistentes, provocar insomnio, agotamiento o inhibiciones... hasta problemas sexuales. La provincia cuenta con una maravillosa planta de psicólogos y psiquiatras en la Dirección de Salud Mental. Estos profesionales hoy podrían estar dando contención a través de alguna aplicación a la gente que lo necesite, así como se asiste a las víctimas me violencia de género, algo muy necesario también”, puntualizó el psicólogo.
Más adelante, insistió en la necesidad de que el Estado sea coherente en las decisiones. “El norte de la ciudad está totalmente liberado . Hay partidos deportivos, reuniones... los negocios no respetan los horarios estipulados. El resto de Santa Fe, acata lo indicado. Eso no puede pasar”, dijo.
“Este virus nos presenta una gran oportunidad. Por primera vez en el sistema de salud de la capital provincial, las terapias intensivas llegaron a estar prácticamente vacías, al igual que las salas de traumatología. Se trató de un hito. No hay enfermos de coronavirus, pero tampoco hay víctimas de accidentes de tránsito, ni baleados, ni apuñalados. Hay que aprovechar esta lección”, sugirió.
“Ya tendrían que ponerse a pensar cómo reorganizar la convivencia luego de la pandemia. Una de las cosas que a mi entender es crucial, es que la policía siga regulando el tránsito vehicular -insistió-. Hay que darle un marco legal a eso. Sin dudas, la liberación de presos de manera indiscriminada es un error y demuestra la fragil relación que hay entre la Justicia y la sociedad. Si las decisiones no son adecuadas, las personas se pueden revelar contra la cuarentena y vamos a tener un desborde de violencia”.
El especialista insistió en los beneficios que trajo aparejado el control de tránsito por parte de la policía. “Esta medida, en todo el mundo, provocó un descenso en los niveles de corrupción, porque se le da una tarea a la fuerza que la mantiene activa y ocupada. Esta vigilancia de la policía sobre los vehículos que circulan por la ciudad es crucial para bajar los índices de violencia. Obviamente, no estoy planteando un estado de sitio, pero sí una regulación similar a la que obligó la pandemia”, concluyó.