El presidente de Unión habló de “operativo de prensa” en la nota radial que concedió este martes por la mañana. Si vertir una opinión o hacer una encuesta es un “operativo de prensa”, entonces se va a encontrar con que éstos existen a toda hora, en todo lugar y en todos los medios. Y vivirá obsesionado con que permanentemente le están haciendo un “operativo de prensa”.
Al menos admite que la encuesta —en este caso El Litoral, por ejemplo, testeó cuál es el semblante de la gente con relación a la posibilidad de que se contrate a Magnín— lo “ayudó” a conocer el semblante de la gente. Que francamente es incuestionable y sorprende. Allí quizás tenga un elemento para tirar sobre la mesa, si es que lo necesitaba.
Por lo demás, está claro que Unión necesita dimensionar lo que se viene en la justa medida para elegir lo más conveniente. Si es por el tamaño del vacío que deja Madelón, hay que traer a alguien con mucha chapa y recorrido. En ese aspecto, cambiar a Madelón por Rondina no era lo mismo que cambiarlo por Zielinski. Si, por el contrario, se piensa en que se viene una mitad de año sin sumatoria para el promedio y con un torneo que no tendrá atractivos de competencia mayúsculos, se podría pensar en una receta casera, a la que habría que ayudarla con buenos “condimentos” (ejemplo, manteniendo lo que hay que mantener y trayendo un par de jugadores que le levanten la vara al potencial que se tiene).
Hay una franja intermedia que deja lugar a alguna apuesta. Spahn lleva once años al frente del club pero sólo contrató a siete técnicos. De ellos, cinco fueron de la casa (los dos Pumpido, Kudelka, Alí y Madelón). Cuando buscaron un foráneo, no le fue bien a Sava y directamente le fue mal a Marini. La decisión que se va a tomar es vital y decisiva. Con Madelón se dio un gran salto desde mediados de 2017. Ahora viene una nueva etapa, con un nuevo proyecto que inexorablemente arrancará a partir de la decisión que se tome con el entrenador.